Arabia Saudí desvela los planes para un edificio de espejos de 170 km de longitud


Neom, una ciudad de 9 millones de habitantes formada por dos rascacielos paralelos de 500 metros de altura, sería una respuesta, según Riad, a los retos ecológicos y urbanos del siglo.


El país quiere crear desde cero una ciudad llamada Neom, formada por dos rascacielos paralelos de 500 metros de altura que se extienden a lo largo de 170 kilómetros. Vistas desde el exterior, las dos construcciones lisas y rectas estarían cubiertas por gigantescos espejos. Entre las dos barras, separadas por 200 metros, se refugiarían 9 millones de habitantes.

Logo de la ciudad

Este diseño desafiará a las ciudades planas y horizontales tradicionales y creará un modelo para la preservación de la naturaleza y la mejora de la habitabilidad humana, dijo el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salmane, en la presentación de este nuevo tipo de megalópolis que él mismo aseguró.

Según las autoridades saudíes, Neom podría albergar a millones de habitantes en 2045. Además de zonas residenciales, habrá comercios, centros de ocio, colegios y parques, un aeropuerto, zonas industriales y agrícolas. Un sistema de transporte público conectará los dos extremos de la ciudad en veinte minutos. Según los principios de una ciudad concebida como una célula viva a escala humana, todas las necesidades, servicios y comercios serían accesibles en menos de 5 minutos a pie.

Esta concentración permitiría ahorrar espacio, tiempo y energía, garantizando al mismo tiempo un nivel de confort muy superior al de las actuales ciudades saudíes. Para entender bien lo que está en juego, es importante comprender que la temperatura media en verano en Tabuk, una ciudad de 500,000 habitantes cerca de donde se construiría Neom, es de 38°C (con picos de 45°C) y que las precipitaciones son escasas o nulas.

El coste del proyecto, que se extiende hasta 2030, es estimado por MBS en unos 500,000 millones de dólares. Otras previsiones, como la del Daily Mail, cifran el proyecto en más de un billón de dólares. Se espera que sea financiado en su totalidad por Arabia Saudí. El proyecto forma parte del plan Visión 2030 del país, presentado en 2017, que pretende alejar al país de su dependencia de los ingresos del petróleo y diversificar su economía.

El recinto se alimentaría íntegramente con energías renovables y tendría “un microclima templado durante todo el año con ventilación natural”. Sin embargo, las primeras críticas provienen de la desmesura del proyecto, la falta de transparencia sobre los datos científicos y técnicos que presiden su construcción y las garantías ecológicas que conlleva.

Algunos ejemplos recientes de nuevas ciudades han mostrado sus límites, desde el nuevo distrito administrativo de Dakar, Diamniadio, que lucha por convertirse en una ciudad sostenible, hasta la nueva capital de Indonesia, Nusantara, un proyecto que pretende ser ecológico pero que se construirá en medio de la selva de Borneo. En cuanto a Egipto, su capital y sus 20 millones de habitantes, las autoridades siguen buscando una solución. Tras los proyectos de El Gran Cairo y El Nuevo Cairo, el gobierno también ha optado por construir una nueva ciudad, esta vez a 50 kilómetros del Nilo.

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