Bada: Trabajando para derribar mitos


El nuevo camino para eliminar la inaccesibilidad al mercado del arte se encuentra en la eliminación del intermediario, en la eliminación del espacio vacío, del frío que éste implica. 


Dentro del marco de la Semana del Arte, la cual celebra la producción y el coleccionismo de arte contemporáneo, es posible encontrar diversas ofertas que -de una u otra manera- se definen de manera similar: espacios con una serie de booths en los que se presentan galerías nacionales e internacionales con obras de sus diversos artistas representados.

Sin embargo, existe la misma problemática en cada una de dichas ferias. La distancia entre artista y coleccionista/público genera un trato indirecto con la obra, con su interpretación y con su posible compra, generando el mayor mito –ahora realidad– del mundo del arte: su difícil, e incluso imposible acercamiento.

Habiendo iniciado hace diez años este recorrido en Buenos Aires, Bada trabaja desde la desmitificación del artista “raro”; alienado. A partir de la pregunta ¿qué es vender una obra?, comienza una nueva etapa de la relación público-obra-artista al remarcar la importancia de la no dependencia, incitando la autogestión. 

Ana Spinetto, Daphne Ibargüengoytia y José Cacho durante la conferencia de prensa de Bada.

Bada se prepara para su tercera edición en México, la cual se llevará a cabo del 9 al 12 de febrero del 2023 en Campo Marte –al igual que sus ediciones pasadas– durante la próxima Semana del Arte de la Ciudad de México. Gracias a su innovadora propuesta, la feria se ha posicionado gracias a su propuesta diferente, pensada en los artistas. Siendo fiel a sus orígenes, continúa con su relación con otros públicos, entendidos como familias enteras, estudiantes e incluso otros artistas, al igual que críticos y coleccionistas –nuevos y establecidos–. Otro beneficio de este formato se encuentra en las ganancias netas por venta, ya que el 100% de la venta se queda con los artistas. 

Al visibilizar el aspecto comercial del mercado del arte, Bada prepara a los más de 100 artistas que son seleccionados gracias a su convocatoria. Los capacita durante tres meses en diversos ejes: presentación de obra, valuación, gestión de redes, curaduría de muestra, y venta; al mismo tiempo que se construye una comunidad entre todos los artistas, quienes, incluso después de terminar la Semana del Arte, continúan en contacto, apoyándose, aportando conocimientos importantes quienes lo soliciten. A su vez, Bada mantiene la información de contacto de todos los artistas presentes durante un año, hasta la siguiente edición, fungiendo como un canal de contacto, ya que no son intermediarios. 

Además, la feria se presenta como el lugar perfecto para iniciar una colección, ya que, independientemente de los precios establecidos por los artistas, Bada solicita que también se ofrezcan por lo menos 10 piezas a un precio máximo de 2,500 pesos, posibilitando –y asegurando– un flujo constante de compraventa. 

El encuentro de una cantidad tan grande de artistas con –nuevos– públicos revitaliza el mercado del arte, creando nuevos coleccionistas y encontrando nuevos puntos de producción gracias a la retroalimentación de los asistentes, la cual se encontrará lista para la siguiente edición de una feria de arte, de relaciones humanas. Una fiesta de arte en el que se incluyen una gran cantidad de disciplinas y expresiones artísticas.

La convocatoria de Bada se encuentra abierta hasta finales de año en su sitio web. No olvides seguir su cuenta de Facebook e Instagram para más información.

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