Durante el mes de abril celebramos a las distintas infancias que nos rodean, desde hermanos, sobrinos y primos. Es un momento especial que también podemos utilizar para abrazar a nuestro “niño interno”, recordar la infancia y caer en un momento de nostalgia revisitando las comidas, juegos, canciones y películas que nos vieron crecer.  El Día del Niño no es solo para festejar a las niñas y niños cercanos, pero también nos permite honrar nuestro crecimiento como personas. 

El cine, para mí y para muchos, es un medio que utilizamos para procesar o reflejar nuestras emociones. Y, en mi caso, las películas que reflejan la infancia; con sus dificultades, bellezas, errores, traumas familiares y amistades, son especialmente catárticas.

Estas son las películas que me permiten ver a mi infancia interior, para abrazarla, reírme con ella y recordarle que vamos por buen camino. 

El Viaje de Chihiro 

Sobre la infancia desde la fantasía y la pertenencia. Recuerdo que esta película venía en un empaque de DVD’s pirata, dividida en dos discos. La primera vez que la vi, por influencia de mi hermana mayor, se convirtió en material para pesadillas. No solo por una estética que era lejana a mí, estando acostumbrada al estilo común de Disney, o el diseño de los personajes (que hasta el día de hoy Sin Cara me pone los pelos de punta), sino que la historia como tal me aterraba. 

El relato de una niña perdida en un mundo fantástico sin la guía de sus padres, es la pesadilla perfecta para cualquier infancia. Con el tiempo, aprendí a apreciar la animación, los personajes y el mensaje final de la película. La misión de Chihiro de crecer y encontrar su propio camino estaba ligada con la amabilidad, con ayudar a los que están a tu alrededor. 

Crecer para Chihiro, fue ser más consciente de la ayuda que puede ofrecer, el poder de su infancia y amabilidad.

Atlético San Pancho 

Viniendo de una familia futbolera, como diría mayoría de los mexicanos, las historias de futbol siempre se contaban en mi hogar. Con partidos domingueros, cascaritas en reuniones familiares, raspones y tierra, el fútbol fue un deporte esencial en mi crecimiento. Pero fue viendo Atlético San Pancho, por influencia de mi padre, que puede apropiarme del deporte. 

Un grupo de niños unidos por su pasión por el deporte y su necesidad de crear una comunidad que les vea y escuche, el fútbol les da la oportunidad de conectar y desarrollar bellas amistades. Sin excluir mi primer encuentro con un personaje femenino “independiente” y “fuera de lo normal”. Maru, interpretada por Valeria Uribe, es la primera en inscribirse al equipo deportivo, el entrenador le dice “Vamos a necesitar porristas, ¿o no?” pero Maru, en el tercer partido entra al juego y juega mejor que cualquier niño del equipo. 

Por pequeño que haya sido el gesto, significo un cambio radical para mí, y quizás muchas otras niñas mexicanas.

“¿Qué, nunca has visto a una niña jugar?” “Te sientes muy machín, ¿no? Pues haber como nos toca” Dice Maru en el partido, y ha resonado conmigo hasta estos momentos. 

Little Miss Sunshine

Honestamente, creo que no debí de haber visto esta película a tan temprana edad. La saque un día del sitio donde se rentaban películas cerca de mi casa (como blockbuster pero local) solo porque me gustó la portada. Ahora no puedo escuchar Chicago de Sufjan Stevens, o Super Freak de Rick James, sin pensar en Olive y su disfuncional familia. 

Una comedia que ataca con muchos puntos sobre lo complicado que es construir una relación familiar sana, desde los momentos más ridículos y los más trágicos que unen a una familia. Olive es protegida por su infancia, pero al rededor de ella hay desempleo, adicción, un divorcio, un intento de suicidio, depresión y todo un mundo listo para juzgarla. 

Todas estas historias conviven con la inocencia de Olive, y se ponen en pausa, por solo unos momentos, para disfrutar de su conexión como familia, aunque sea disfuncional.

Welcome to the Dollhouse

He estado hablando sobre historias que me hacen reconectar con la niñez de manera tierna, pero para honrar verdaderamente tu crecimiento es necesario mencionar las partes obscuras de la vida. Y esta película es la perfecta pesadilla adolescente. 

Reflejando la incómoda pre adolescencia de Dawn Winner, realmente el peor momento para cada persona. La joven tiene que lidiar con lo peor que da la gente, acosos, bullying, desapegos y un “problemático” despertar sexual. 

La historia de Dawn, por más incómoda y terrorífica que sea, es similar a la de muchas adolescentes. Y como la protagonista del filme, es una etapa que preferimos ocultar de nuestra historia, escondiendo las vergonzosas fotografías, borrando de la memoria recuerdos que dan cringe

Pero la realidad es que tanto los relatos tiernos como los vergonzosos son parte de nosotros. Estas películas me hablan sobre la infancia desde una perspectiva adulta, en un momento donde podemos analizar los comportamientos.

¿Cuáles son las películas que te hacen pensar sobre tu propia infancia? ¿Por qué cargan tanta importancia?

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