Mencionado en textos antiguos, el santuario de Samikon, que data del siglo VI a.C., había eludido hasta entonces a los arqueólogos.


La arqueóloga no esperaba recibir la tan esperada noticia de una manera tan displicente. En octubre de 2021, la investigadora austriaca Birgitta Eder, junto con su colega griega Erofili-Iris Kolia, dirige una campaña de prospección en el yacimiento de Kleidi-Samikon. Situado a unos 10 kilómetros al sur de Olimpia, en el centro de la costa oriental del Peloponeso. El yacimiento se ve salpicado durante varios días por una lenta prospección geofísica y algunos laboriosos sondeos realizados en medio de cañaverales y huertos que salpican la ladera occidental del monte Lapithas.

Los arqueólogos se esforzaron por encontrar el antiguo santuario que buscaban, hasta que un día un colega se dirigió finalmente a la investigadora austriaca: “¡Has pedido un templo!”. Dos milenios después de su abandono, se había encontrado el santuario de Poseidón en Samikon.

Estaba asombrada, por no decir otra cosa, pero en la pantalla del magnetómetro se veía claramente la planta de un edificio con una estructura que recordaba a un templo, declaró Birgitta Eder el 31 de octubre durante una presentación en el Instituto Arqueológico Austriaco de Atenas –institución dependiente de la Academia Austriaca de Ciencias–, del que es directora. La identificación de los restos descubiertos con este lugar histórico está respaldada por fuentes antiguas que sitúan el santuario de Poseidón justo debajo de la antigua fortaleza de Samikon, continuó.

Cerca del mar y de la roca

Importante centro de culto de la región, el santuario de Samikón aparece mencionado por el geógrafo e historiador griego Estrabón a finales del siglo I a.C. Dos milenios después, la prosa del antiguo erudito no era suficiente. El hogar elidio del dios griego del mar ha eludido obstinadamente las herramientas de los arqueólogos, a pesar de las varias excavaciones realizadas en el lado mar de Lapithas desde principios del siglo XX. Al menos hasta hace poco.

El lugar de culto identificado durante la exitosa prospección de 2021 se excavó adecuadamente al año siguiente, entre agosto y septiembre de 2022. La operación se llevó a cabo bajo la dirección del Instituto Arqueológico Austriaco y el Eforato de Elisabeth, bajo la responsabilidad de Erofili-Iris Kolia. En esta primera campaña de excavaciones en el santuario participaron también equipos más especializados de las universidades de Maguncia y Kiel.

Encaramado en la ladera de una montaña, el emplazamiento de Poseidón estaba cerca tanto del mar como de la roca. Según los investigadores alemanes del equipo, no se trata de una casualidad. “Es posible que se eligiera explícitamente este lugar debido a los fenómenos extremos que barrieron la región”, afirma un comunicado de la Universidad de Maguncia publicado el miércoles, tras señalar la recurrencia de los tsunamis en esta parte del mar Jónico y la seguridad que ofrecen las alturas de las laderas de las montañas. El propio Homero otorgó al dios del mar los epítetos a priori paradójicos de “agitador del suelo” y “amo de la tierra”.

Por último, cabía la posibilidad de que fuera otro templo del santuario de Poseidón, un lugar de culto a Heracles, por ejemplo. Para verificar las prospecciones geofísicas, los investigadores optaron por concentrarse en un primer perímetro restringido pero estratégico del templo, es decir, el espacio de transición entre el pronaos –el vestíbulo del templo, abierto al exterior– y la cella –el recinto sagrado cerrado donde se guardaba la estatua de culto–. Una elección juiciosa: la excavación de esta zona, columna vertebral del complejo, permitió a los arqueólogos ajustar sus estimaciones sobre el santuario. Y, sobre todo, revisarlas al alza.

Templo griego y dios del mar

“La campaña de excavación reveló que lo que pensábamos que era un pronaos era en realidad una nueva sala, lo que significa que las dimensiones del edificio son en realidad mayores”, explicó Birgitta Eder. El templo tendría una longitud mínima de 28 metros y un grosor de unos 9.40 metros en los cimientos. No es suficiente para rivalizar con el Partenón de Atenas, pero sigue siendo bastante grande. Varios indicios procedentes de los restos excavados, como una pila de mármol y el estilo laconio de las tejas apiladas, datan este complejo en la época arcaica, en torno al siglo VI a.C.

Los arqueólogos creen haber encontrado el templo principal del santuario de Poseidón, y no una estructura anexa. El monumento, visible desde la costa, estaba situado entre la fortaleza de Samikon, construida más tarde, en el siglo IV a.C., y el puerto de Kleidi. El complejo fue un asentamiento importante en la antigua región de Trifilia, que alcanzó su apogeo a principios del periodo helenístico, en el siglo III a.C.

Para Eder, el descubrimiento del santuario permite así completar nuestro conocimiento de la antigua topografía del lugar, puesto que la fortaleza, que dominaba la ciudad, y el puerto de Kleidi ya fueron estudiados hace unos quince años. Además, se han excavado los restos micénicos de la ciudad. Sin embargo, estos vestigios, que se remontan al segundo milenio a.C., no condujeron a los arqueólogos hasta la parte griega de la ciudad.

El descubrimiento del templo abre, no obstante, nuevas perspectivas sobre la importancia política y económica de la anfictionía (federación, nota del editor) de las ciudades de Trifilia en el siglo VI a.C., para las que el santuario de Poseidón en Samikón constituía el centro de su identidad religiosa y étnica, resume Birgitta Eder.

A la espera de encontrar algún día el puerto griego de Kleidi-Samikon, los arqueólogos aún tienen por delante cuatro campañas de excavación para completar la exhumación del templo de Poseidón.

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