El arte cíborg de Lina Orejuela

Imagen destacada: Especie post humana 2


“Crear de manera conjunta con una inteligencia artificial, para mí, significa cuestionar la idea de autoría sobre la creación colectiva”.


Los límites de la corporalidad en sus dos polos trazan recorridos que parten de lo orgánico; lo decadente y natural, hasta la capadidad inorgánica de lo perpetuo; lo que va más allá de la caducidad fisiológica y se unifica con la tecnología. El camino evanescente de la vida hacia la muerte de la carne. El nuevo camino del transhumanismo perenne.

Estas exploraciones se encuentran en la obra de Lina Orejuela, artista originaria de Bogotá cuyo enfoque yace en lo que va más allá de lo humano y de la corporalidad misma. “Soy artista cíborg”, afirma. El post-humanismo presentado en su producción artística rompe con los estados duales del ser humano al relacionar el aliento de la vida y el silencio de la muerte con el arte y la ciencia.

¿Hasta dónde puede llegar el cuerpo orgánico? ¿En qué momento termina el humano y comienza el cíborg?

Lina nos habló de sus experiencias, percepciones e influencias para llegar a convertirse en una artista con una visión enfocada en el futuro, en las –casi– infinitas posibilidades que permite en cuanto a exploraciones estéticas e investigaciones teóricas.

Háblanos un poco de tu experiencia en tus inicios de ser criptoartista.

Podría decir que no me considero una criptoartista sino mas bien una artista interdisciplinar. Mi práctica se centra en el cruce entre arte ciencia y tecnología. Actualmente con la revolución tecnológica que el mundo está atravesando mi interés y mi mirada se volcaron hacia la naturaleza de las imágenes creadas por agentes no humanos su estética y sus implicaciones.

¿De dónde surge este gusto de hacer arte digital? ¿Qué es lo que te inspira para crear?

Mi inspiración por crear de manera conjunta junto a la maquina se debe a mi interés por el pensamiento pos-jerárquico, es decir un pensamiento que desjerarquizá las relaciones entre humanos y no humanos poniendo toda forma de vida en una misma escala. Crear de manera conjunta con una inteligencia artificial, para mí, significa cuestionar la idea de autoría sobre la creación colectiva. También implica responsabilizarme por la data con la cual entreno una red neuronal y así mismo abrir un discurso sobre la “conciencia” en lo no humano.

Especie post humana 3

¿Cómo entraste al mundo de los NFTs? ¿Quién te guío por este metaverso?

Mis principales influencias para crear NFTs son la artista mexicana Fabiola Larios, el artista turco -americano Refik Anadol, el colombiano Wilmer Rodriguez, el venezolano Moises Sanabria y el colectivo Interspecifics.

En tu experiencia, ¿qué opinas del tema de la creación de obra por machine learning?, ¿cuál crees que será el futuro de los NFTs?

Retomando lo que mencione anteriormente creo que la creación de obra con machine learning implica que haya una correlación entre la maquina y lo vivo. Por otro lado, crear NFTs implica desjerarquizar el mecenazgo en el mundo del arte. En el futuro de este tipo de obras imagino que podrían existir NFTs “vivos” o que cambien en tiempo real de acuerdo con determinada data, y también posiblemente que esto suceda podría tener implicaciones en el campo de la medicina o la ciencia gracias a la manera en cómo se almacena la información en una cadena de bloques.

¿Tu creación artística se basa solamente en lo digital, o también tienes obras físicas?

Mi creación artística es interdisciplinar y busca conectar lo vivo con lo no vivo y lo análogo con lo digital. Mi obra más reciente utiliza biodata es decir data que he extraído de mi cuerpo con un sensor de glucosa que utilizo a diario, debido a mi condición como persona diabética y la traduce creando un paisaje sonoro mayormente en frecuencias solfeggio.

¿A quiénes otros criptoartistas admiras?

Sofia Crespo, Memo Atken, Mario Klingelmann y Anna Radler.

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