La diversidad del collage perdura hasta la actualidad y logra entrelazarse con las nuevas maneras de crear, decorar y comunicar.


Si existe una expresión artística que represente las últimas décadas es el collage. Es parte de la cultura pop, de lo aesthetic e incluso de las nuevas narrativas de marketing.

Quiénes somos fans de las chick flicks (comedias románticas para mujeres) recordamos por excelencia que las habitaciones de las protagonistas están decoradas con recortes de logotipos, revistas, periódicos, fotografías (especialmente) y marcas favoritas, que  personaliza las paredes con un estilo découpage, que se remonta a antiguas culturas como la japonesa, persa, china, y europea. Se trata de un arte decorativo en el que se recortan figuras y se adhieren a objetos variados, incluyendo muebles o estanterías. 

Blue Bird. Kurt Schwitters. 1922

En los early 2000 (inicios de los 2000) la logomanía quedó impregnada en las casas de alta costura y actualmente con la vuelta del estilo noventero y el y2k (se  traduce en“problema del año 2000”). Que hace posible que la diversidad del collage perdure hasta la actualidad y logre entrelazarse con las nuevas maneras de crear, decorar y comunicar.

Muchas imágenes, muchas ideas

Por ello el collage contemporáneo se permite tomar características de otras corrientes como; el surrealismo con el uso de fotografías del futurismo italiano y el dadaísmo con los recortes de periódicos y etiquetas comerciales. Además de proporcionar nuevos materiales, como las imágenes láser de buena calidad que da paso a incluir contenido claro al producto final, claro, esto en cuanto a cuestiones analógicas. 

Ya que el collage contemporáneo también cuenta con montaje digital, el empleo plataformas para recortar, rediseñar objetos, obras de arte y más. El collage es disruptivo, joven, diverso y controversial. Se encuentra en lo decorativo, el arte, la transmisión de mensajes y la cultura pop se unen en esta modalidad que trascendió de la decoración en antiguas dinastías, pasando por la técnica el recorte de papel de Picasso y George Braque hasta la actualidad. 

En redes sociales hay un constante uso del collage contemporáneo donde se puede evidenciar los foto-collage. Que han compuesto en su mayoría por fotografías de personajes ficticios, cantantes, actrices o actores, también puede ser de fotografías personales y también el uso de recortes de letras para crear memes. Recurrentemente, se hace visible la combinación de lo antiguo o vintage con lo moderno, como la combinación y edición de esculturas griegas con objetos que no tienen relación con su época, como aparatos tecnológicos, maquillaje, edificios y diferentes tipos de mash-up, cuanto se pueda imaginar puede mezclarse para producir algo nuevo. 

Le petit déjeuner. Juan Gris.

El límite no existe

Vale la pena mencionar la importancia de la yuxtaposición de imágenes al cumplir con la función de realzar y definir importancia dentro de la cantidad de información que se puede encontrar, ya sea porque se sobrepone una misma imagen para repetirla y darle relieve o por la sobre posición de diferentes imágenes para resaltar el objeto principal, así que todo lo que esté al alcance de la mano puede pertenecer a un collage, no hay límite en sus materiales o temas.  

Esta pieza decorativa es transgresora, tiene el poder de fluctuar entre su estética hasta llegar a emitir mensajes, en los últimos años participa activamente en las maneras narrativas y comunicativas, especialmente en medios de comunicación que son nativos digitales, esta se ha convertido en una formar casi natural para estos medios en la creación de portadas de sus artículos y publicaciones con gran contenido informativo, que es también llamativo para consumir datos generalmente difíciles de leer y comprender. De los tableros de Pinterest a plantearse como un arte que puede estar en contra de lo tradicional inclusive en la forma en que nos comunicamos. 

Es así entonces como se podría creer que el collage también es una manera de crear desde la inclusión, por el fácil acceso a sus materiales y para compartir en plataformas desde una visión que resulta alterar la realidad, del minimalismo y la simpleza, porque al igual que en sus inicios continúa siendo una apuesta contra el arte; todavía resulta divergente de formas tradicionales, como lo mencionan en la revista Fahrenheit, en su artículo ‘La historia del collage:

“Una expresión en contra del arte tradicional’: “(…) el mundo cobra un sentido cuando lo interpretamos” y quienes crean este tipo de obras lo demuestran y ponen sobre la mesa la necesidad de deconstruir lo establecido en el arte, la decoración, la información y todo lo que esté a nuestro alrededor y a forma de retazo unificar lo mejor de cada una para trasmitir sentimientos, mensajes o lo que imaginemos.”


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