El director español Carlos Saura ha fallecido a los 91 años de edad


Su compromiso político, su sentido de la estética y su cultura artística han hecho del cineasta español una figura capital del cine europeo y del cine musical, especialmente del flamenco.


El director de cine español Carlos Saura, figura destacada del cine europeo y director de Cría cuervos en 1975, falleció el viernes 10 de febrero a los 91 años, anunció la Academia de Cine española. “La Academia de Cine lamenta profundamente comunicar el fallecimiento de Carlos Saura […] uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine español, ha muerto hoy en su domicilio a los 91 años, rodeado de sus seres queridos.”, ha anunciado en Twitter.

“Su última película, Las paredes hablan, se estrenó el pasado viernes, muestra de su incansable actividad y de su amor por el oficio hasta el último momento. Mañana, en el Auditorio Andalucía de Sevilla, la 37 edición de los Goya conmemorará la memoria de un creador irrepetible.”, declaró la Academia.

Nacido en una familia de artistas, Carlos Saura descubrió su vocación gracias a su madre pianista y a su hermano pintor. Primero se dedicó a la fotografía antes de matricularse en el Instituto de Investigaciones y Estudios Cinematográficos de Madrid, del que se graduó como director en 1957.

Fue profesor de la escuela en la que había estudiado hasta 1963, al tiempo que rodaba sus primeras películas: el documental Cuenca, y la ficción Los Golfos en 1960, que trataban sobre la delincuencia en los barrios pobres de Madrid y provocaron sus primeros encontronazos con el régimen franquista.

Dos veces premiado en Cannes

Para evitar la censura al tiempo que defendía sus ideas, en los años setenta adoptó un modo de expresión más alegórico con El jardín de las delicias, Ana y los lobos y Elisa, mi amor, que criticaban simbólicamente el régimen de Franco. Ganó dos premios en el Festival de Cannes con La Cousine Angélique en 1973 y Cría Cuervos en 1976, ambas galardonadas con el Gran Premio del Jurado. En 1968, se colgó del telón para impedir la proyección de su éxito Peppermint, que paralizó el Festival de Cannes.

En la década de 1980, Carlos Saura abandonó la política y centró su trabajo en la música y la danza. Después de tres películas sobre el flamenco –Bodas de sangre, Carmen y La bruja del amor– dirigió Tango en 1998. Al año siguiente dirigió una película sobre su pintor favorito, Goya, y regresó a la danza en 2002 con el rodaje del ballet Salomé.

En 2005 dirigió el documental Iberia, seguido dos años más tarde por Fados, sobre la música portuguesa. En 2008, Carlos Saura se embarcó en un ambicioso proyecto sobre la vida de Lorenzo da Ponte, cantante de ópera italiano del siglo XVIII. Varias veces casado y padre de varios hijos, había mantenido una relación con Geraldine Chaplin, su musa, con la que tuvo un hijo.

Post a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *