El “male gaze” también está presente en la moda

Imagen destacada: Marilyn Monroe en The Seven Year Itch. Cortesía de The Amaranta.

Columna por: Ellie Rossenbanks

“Mulvey explica que no sólo es una forma estética de opresión o cosificación, sino que también es una manera de demostrar la forma en la que los hombres ejercen un poder sobre las mujeres.”


Como bien sabemos, la industria del high fashion es la que determina las tendencias y lo que trasciende en un futuro en el mundo; un trend puede ir desde algo local o puede llegar a algo más internacional, a veces es tanto el impacto que se tiene que inclusive puede llegar a considerarse un estilo o a crear una subcultura, pero ¿sabemos de dónde vienen estas “imposiciones”? ¿Estamos conscientes de quién determina lo que es o no es apropiado, lo que se ve bien y lo que no? Probablemente no.

El origen del término

Este término se traduce en “mirada masculina”, al igual que con su contraparte, el female gaze se entiende como “mirada femenina”. Tiene su origen en un ensayo de la teórica del cine feminista, Laura Mulvey; se publicó en 1975 y lleva por nombre “Visual Pleasure and Narrative Cinema” (Placer Visual y Cine Narrativo), este ensayo busca exponer la forma en la cual las películas son una herramienta que usa el director de un filme para sexualizar a una o varias mujeres, se refiere al punto de vista de un hombre (normalmente heterosexual y cis-género) que tiene un hombre de las mujeres; Mulvey explica que no sólo es una forma estética de opresión o cosificación, sino que también es una manera de demostrar la forma en la que los hombres ejercen un poder sobre las mujeres.

Imagen en blanco y negro de un grupo de personas sentadas en una mesa

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Male Gaze en las películas de los 50. Cortesía de Girlfriend.

Otro aspecto importante que se tiene es, básicamente, que la mujer es primeramente vista por su apariencia física y esto determina su valor e inclusive su rol en la película; Laura denuncia que son los hombres quienes determinan lo que se quiere o no quiere ver en las artes visuales porque es una industria entera dominada por ellos. Típicamente se pone a la mujer en un rol pasivo y lo que se concibe como “femenino”, mientras que el hombre toma un rol más activo y “masculino”.

Este fenómeno trasciende tanto que en el ensayo se menciona que uno de los efectos colaterales (y posiblemente directos a su vez) del “male gaze” es la necesidad de las jóvenes por sexualizarse para obtener atención del sexo opuesto, mientras que los hombres reciben el mensaje de que está bien y es normal ver a las mujeres como objetos sexuales en vez de ser vistas y tratadas como personas.

La teoría psicoanalítica es, pues, apropiada aquí como arma política, demostrando el modo en que el inconsciente de la sociedad patriarcal ha estructurado la forma cinematográfica.

-Mulvey, 803

Si bien el término surgió por la mirada del hombre en el cine, no se ha tardado en replicar esta expresión en otros ámbitos de la vida, tanto así que inclusive en las artes plásticas, en la fotografía, en publicidad y obviamente en la moda se ha llegado a aplicar este concepto. Por ejemplo, en el arte muchas veces se han pintado mujeres desnudas con poses demasiado sugerentes, sin vello o con un cuerpo canónico, pero no siempre tiene que ser un desnudo para ser male o female gaze, puede serlo inclusive si la persona está usando prendas u objetos que cubren su cuerpo, sigue siendo la forma o la intención que se tiene al pintar a la mujer y la situación que se ejemplifica.

Dos pinturas de diferentes artistas. Cortesía de Ellie Rossebanks.

Estas dos pinturas de, relativamente, la misma época (1800) representan perfectamente la idea que busca señalar el male gaze vs el female gaze. En ambas se está representando a una mujer teniendo ese momento “íntimo” en el tocador, sin embargo, es fácil darse cuenta cuál fue pintada por un hombre. La forma sugerente de la silueta y si bien no es un completo desnudo, no hace falta para que sea considerado “provocativo”, es la intención de sexualizar un momento mundano, en el que una mujer se despoja de sus prendas y solamente se está preparando para ir a la cama o simplemente descansar.

Los hombres dominan lo que las mujeres consumen

La industria de la moda está valuada en 1.55 trillones de dólares de acuerdo a Capital Counselor, esto solamente en 2021, de estos, $888.60 billones de dólares son el ingreso únicamente de la ropa dedicada a las mujeres y el porcentaje de mujeres que se dedican a algún rol dentro de la moda llega hasta el 75% hablando de forma mundial; sin embargo, como se mencionó en el artículo de Rei Kawakubo, sólo el 14% de las personas que tienen un puesto importante en la industria (CEO o diseñadoras), son mujeres.

Tabla comparativa. Cortesía de Ellie Rossebanks.

Esta información es sacada de un estudio de la CFDA (Consejo de Diseñadores de Moda Americana) realizado en grandes marcas, en donde también se encuestó al cuerpo de cada una y se descubrió que el 100% de mujeres encuestadas creían que era más difícil para ellas por su género el ascender a un puesto importante, mientras que el 50% de hombres cree que es una cuestión de género y no de meritocracia esta diferencia que existe.

Con el único fin de demostrar un punto, en un post de Instagram de The Fashion Law (@thefashionlaw) se muestra una pirámide con 23 logos de marcas dentro del espectro de marcas de “lujo suave” (que se refiere a las que ofertan accesorios de cuero, bolsas y ropa de diseñador) y son divididas como jerarquía entre tres categorías: supremas, aspiracionales y lujo accesible; de estas se tomaron las dos primeras categorías y de los 34 puestos de poder, únicamente 9 están siendo ocupados por mujeres, representando el escaso 26.4%, y en el caso de Prada es una misma mujer, Miuccia Prada.

Con este estudio se llegó a la conclusión de que las mujeres enfrentan un 20% más de dificultades para llegar a puestos de poder, además de que el 18% de los hombres son ascendidos a puestos más altos sin que lo pidan, mientras que en mujeres sólo al 5% le sucede esto.

Pirámide de lujo. Cortesía de The Fashion Law.

El efecto colateral sobre las mujeres

Para entender la dimensión del poder que tienen las personas de altos cargos, es importante conocer cómo se crea y lleva a cabo una tendencia, en este caso, una macrotendencia.

Las macrotendencias surgen de fenómenos culturales, no es de sorprender que con todos los conflictos sociales que ha habido en el mundo, estemos en una época en donde lo punk-rock y lo grunge vuelven a tener un auge, o que el cabello en tonos más naturales y cortes más orgánicos estén abriéndose paso después de la crisis económica que se ha vivido, esto por la falta de presupuesto al llevar un cabello rubio o platinado. 

Después de ser expuestos, son apropiados por influencers, que si bien el término es reciente, ya que el concepto existe desde años atrás, como con María Antonieta en los años de 1700, a la que le diseñaban vestidos a la medida e imponía moda en su reino; al ser tomados por estos influencers y patrocinados por las grandes casas de moda, se está eligiendo qué sí y qué no se considera algo replicable o digno de usar.

Finalmente, para confirmar una tendencia, basta con ver los diseños que son presentados en los Fashion Shows cada 6 meses. Los atuendos que se presentan definen lo que se estará usando en la mayoría de países, definiendo un estilo que puede llegar a ser un clásico en algún futuro relativamente cercano (después de 10 años).

Mujer en traje de baño

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Colección de Gianni. Cortesía de Dazed.

Un claro ejemplo del poder que poseen estas marcas ha sido con el cánon de belleza especialmente en mujeres, en los cuales, al poner a modelos extremadamente delgadas y no incluyendo tallas más grandes que las establecidas (siendo, en promedio, la talla “L” la más grande y teniendo como referencia que para esta talla la circunferencia de la cintura es de 76 centímetros), se están creando inseguridades en todas las personas y dando a entender que si una mujer desea vestir “a la moda”, debe entrar en esas medidas sin importar lo que tenga que pasar para conseguirlas.

Cualquier persona ajena a estos temas, o que se crea fuera del radar, podría argumentar que no es algo que pueda afectar de una forma directa, sin embargo, muchos estilos nacen gracias a esta mirada masculina, tal y como lo es el estilo “pin-up” de los setenta o la feminidad como una imposición. 

Una forma fácil de ejemplificar estas diferencias, son los diseños de Versace, hay un antes y un después de la muerte de Gianni Versace. La idea que él siempre mostraba en la ropa designada para las mujeres, era “sensual”, buscaba hacer sentir a la mujer “bella” y su concepción de la figura femenina era “poderosa, estimulante, atractiva e irresistible”. Sin embargo, dentro de la misma idea y de la misma firma, existen dos formas diferentes de concebir la feminidad, ya que Donatella lo toma desde un enfoque práctico y sobre todo: cómodo.

Diseños de Donatella. Cortesía de AnOther.

Así que, citando a Miranda Priestly en The Devil Wears Prada

Sin embargo, ese azul representa millones de dólares de innumerables puestos de trabajo, y es un poco cómico cómo crees que has hecho una elección que te exime de la industria de la moda, cuando en realidad, estás usando un suéter que fue seleccionado para ti por la gente en esta sala… de un montón de ‘cosas’.


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