El performance: un arte del sentir

Arte acción, Arte vivo, el performance o la performance. No importa como se le conozca, estamos hablando de la acción de acuerpar el arte, de hacer un performance. 

La performance nace desde la ruptura del objeto y las Bellas. Es el obvio resultado del desarrollo natural del arte, donde el significado en la concepción de una obra de arte ya no se basaba en la estética, la técnica o en el artista; sino que se valoraba principalmente por las ideas.  Con claros antecedentes en la revolución ideológica del movimiento Dada, donde un concepto se convierte en una obra de arte y se presenta como tal, con valor en el mercado.

El performance es un arte en vivo, un acontecimiento, un suceso, en el cual coinciden autor y obra, enunciador y enunciado, sujeto y objeto, donde la relación intersubjetiva se da en el aquí y ahora, debido a su anclaje en la temporalidad; es una experiencia artística directa, una experiencia de afirmación del yo, de aprendizaje, de ampliación de la percepción y la conciencia.

Performance: Un arte del yo. (2014) Josefina Alcázar 

Y desde este punto el performance se convierte en una disciplina que toca diversas corrientes artísticas, como: el action painting, los happenings, Fluxus, la poesía visual, el videoarte, el movimiento de Gutai, los situacionistas de Francia y muchas otras vanguardias. Todas estas presentaciones están resguardadas en el registro de obra, en video o imagen.

Ya que la herramienta que se utiliza es efímera, el performance existe durante una temporalidad y luego se desvanece para siempre. El realizar un performance es apropiarse del concepto del arte desde el propio cuerpo. Se transmite con y desde el cuerpo del artista. El cuerpo se convierte en la herramienta principal del arte acción, al mismo tiempo que su lienzo. 

Al realizar un performance, el artista vulnera su cuerpo a la función de un mensaje. Es una acción que debe realizarse en el espacio público, como un reflejo de la vida privada. Cada pieza de performance trata con temáticas de lo cotidiano, como las acciones que nos rodean o el mismo contexto social. Poner el cuerpo en el público, como tal, es un acto de protesta. El performance se utiliza principalmente para posicionarse de manera disruptiva en lo público. 

No solo eso, performance se percibe como una práctica teatral, es una pequeña puesta en escena sobre el humano, su cotidianidad y la manera en la que nos movemos por nuestra sociedad. Regresa el drama a nuestras vidas. Este arte no-objetual vive más allá de un marco, se apodera de las calles, de las plazas, instituciones y espacios públicos. 

Es arte realizado para la apropiación del espectador. No es un arte creado solo para ser visualizado y discutido posteriormente, se crea para la reflexión. Para adoptar el significado del performance y hacerlo tuyo. 

¿Cómo la acción irrumpe con tu vida diaria? Y ¿Dónde pueden encontrar acciones que hagan lo mismo?

Creado desde el artista y se ve transformado según el contexto del espectador. No es un proceso que suceda de manera externa para que al final lo único que existan son resultados, como la pintura, escultura o video, el proceso de la pieza es la misma obra de arte. Se puede apropiar. Es arte que vive contigo.

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