El descubrimiento de la pintura mural se dio bajo un yeso en una de las capillas del antiguo convento de la Natividad de Tepoztlán y muestra los atributos de Tepoztécatl.


El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el pasado 3 de octubre en un comunicado de prensa que se descubrió una notable pintura mural en una capilla de la esquina del antiguo convento de la Natividad en la localidad de Tepoztlán (Estado de Morelos). El fresco, oculto bajo varias capas de revoque de cal, fue descubierto durante la restauración de este recinto, afectado por los terremotos de 2017. Representando los elementos simbólicos del dios mexica Tepoztécatl, su presencia en un santuario cristiano arroja luz sobre la historia de la evangelización y la colonización de México.

Dibujo y fotografía del supuesto emblema del dios Tepoztécatl en la capilla 4 del antiguo convento de la Natividad de Tepoztlán ©INAH/Frida Mateos

El sitio

El ex Convento de la Natividad, construido por los dominicos entre 1555 y 1580, forma parte de los “Primeros Monasterios del Siglo XVI en las Laderas del Popocatépetl”, un conjunto de sitios patrimoniales ubicados en los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala, construidos como parte de la evangelización y colonización de los territorios del norte de México. Representativas de la arquitectura de los primeros misioneros, están ahora clasificadas como Patrimonio Mundial de la Unesco. Son una síntesis de elementos mudéjares, renacentistas y autóctonos y tienen la particularidad de tener muchos espacios abiertos (atrios, capillas de posa y capillas abiertas). Las capillas de posa son un elemento arquitectónico característico de los monasterios e iglesias del llamado “Nuevo Mundo Hispano”. Por lo general, se trata de pequeños edificios abovedados, de planta cuadrangular, abiertos por varios lados y que se utilizaban como lugares de descanso durante las procesiones funerarias o de reliquias.

Emblemas mexicas

El conjunto conventual de Tepoztlán se encuentra actualmente en una importante labor de restauración, tras los cuantiosos daños causados por los terremotos que azotaron la costa del Pacífico mexicano en 2017. Equipos de restauradores, coordinados por Frida Itzel Mateos González, del INAH, trabajan en las pinturas murales del siglo XVI de las capillas de la posa, limpiando, consolidando y reparando las superficies pintadas. En esta ocasión, se descubrió la pintura mural que representa los emblemas del dios Tepoztécatl, bajo varias capas de revoque de cal, en la capilla 4 del complejo.

En la obra de restauración de la Capilla 4 del antiguo Convento de la Natividad de Tepoztlán antes de que el fresco fuera revelado en su totalidad ©INAH

Tras constatar la presencia de una pintura subyacente, el equipo decidió proceder a su retirada, después de haber comprobado mediante observación microscópica que ninguna otra imagen la cubría. Los restauradores procedieron a una limpieza mecánica muy precisa, casi quirúrgica, eliminando gradualmente las capas de cal con un bisturí. Entonces vieron un círculo rojo de unos diez centímetros de grosor y un metro de diámetro que contenía varios emblemas que los especialistas tomaron inicialmente como símbolos cristianos.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que en realidad eran los atributos de una deidad, probablemente Tepoztécatl, el dios de la embriaguez y la fertilidad en la mitología mexica, al que se considera el inventor del pulque, la tradicional bebida alcohólica mesoamericana elaborada a partir de la fermentación del agave. Entre ellos se encuentran un tocado de plumas, similar al famoso tocado atribuido al emperador Moctezuma en el Weltmuseum de Viena, un hacha tradicional (tepoztli) encontrada en el glifo azteca de la ciudad de Tepoztlán, un tallo florido y una llave griega inscrita en un círculo. Este último elemento evoca directamente los escudos circulares chimalli, con emblemas mexicas y generalmente decorados con plumas. El culto al dios Tepoztécatl tenía como epicentro el santuario de El Tepozteco, situado a 2 km del pueblo de Tepoztlán.

Sincretismo misionero

Evidentemente, la presencia de símbolos vinculados a la cultura y la religión mexica en un sitio cristiano católico no resulta del todo sorprendente, sobre todo porque su composición es similar a la del escudo mariano también presente en las decoraciones pintadas de las capillas. En las capillas 2 y 3 también se encontraron imágenes similares a las de la capilla 4, pero menos conservadas. Se trata de un precioso testimonio del periodo de evangelización de esta región de México por parte de la Iglesia católica después de la conquista española, durante el cual parecen haber convivido los marcadores de la cultura indígena con la afirmación del culto y la fe cristiana.

Este sincretismo atestiguaría así un cierto mestizaje, o incluso un esfuerzo de aculturación, en la empresa misionera en Nueva España, del que sin embargo tenemos constancia (conversiones forzadas, bautismos masivos, destrucción de códices y templos, etc.). Por ello, el INAH ha querido poner en marcha un estudio multidisciplinar del yacimiento y sus pinturas para comprender mejor su significado. La “conquista de las almas”, es decir, la cristianización de los pueblos indígenas, representaba un gran desafío para la Corona española y justificaba en gran medida la conquista del Nuevo Mundo. Se inició realmente en el segundo cuarto del siglo XVI, tras la toma de la ciudad de México (1521) y la captura del último emperador mexica Cuauhtémoc, y se encomendó principalmente a las órdenes mendicantes.

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