Galerías Digitales: Las nuevas cuatro paredes.

Puntos clave.

1- Con la popularidad del arte digital y la crisis del 2020, hemos visto la decaída de los espacios físicos dedicados al arte. Mientras que en la digitalidad se crean espacios para el arte.

2- ¿Las galerías digitales deberían de replicar los formatos anticuados de “La Galería”? 

3- Existen proyectos, aparte de los creados por una institución, que promueven el trabajo de los artistas.

Estamos en la época que nos pesa aceptar cuando las cosas avanzan sin nosotros. Al adoptar los avances sociales, tecnológicos o generacionales se entiende que se está modificando un ambiente que ya no sirve en la actualidad. El futuro está a la vuelta de la esquina y en el mundo del arte esto sucede mucho más rápido de lo que uno se imagina.

La digitalidad y sus convivencias.

El mundo digital ha cambiado la manera en la que convivimos en cualquier aspecto, eso es algo que comprobamos en 2020, se confirmó algo que llevábamos rato pensando; el ciberespacio es seguro, es distante y confiable. Características que solíamos relacionar con las grandes instituciones del mundo del arte: los museos, galerías, ferias de arte o casas de subasta, hasta que nuestra realidad se modifico totalmente. Estas pasaron a segundo plano cuando la fisicalidad fue amenazada y las necesidades del mundo del arte cambiaron. Así es como encontramos los espacios digitales para el arte.

Sotheby’s Gallery en Descentraland.

Al crear estos espacios la escena y la comunidad de artista se está distanciando de la imagen ya creada de que los museos y galerías son los que crean la escena. Estos esfuerzos destacan la importancia de crear espacios deslindados de la fisicalidad y que al final del día lo que importa es el arte.

Es un esfuerzo que viene desde aquellos que se han cansado de lidiar con los modos arcaicos del pasado, se prefiere crear nuevas formas de exposición y de mercado. Estos proyectos  muestran piezas creadas para la exclusividad de la web, ya que cuentan con su propio lenguaje visual y referencias culturales. Hacer arte digital y transportarlo a la escena tradicional no es imposible, pero esto implica traducir el lenguaje de la pieza y de la escena a un mundo que ya tiene su propio modelo. 

¿Qué sucede cuando las instituciones del arte empiezan a actualizarse y adoptan la escena  digital? En corto; se convierte en lo mismo de siempre, se convierte en soso. 

Sin espacio para el pasado.

Los gigantes del arte han visto la oportunidad que se encuentra la creación y, más importante, el comercio del arte digital. Plasman los antiguos modelos dentro de su nuevo cibermundo

pensando que entienden a la comunidad que se mueve por la digitalidad. Pero terminan codificando las mismas cuatro paredes y no se dan la oportunidad de repensar su figura en la actualidad. Repensar la galería como algo más allá del espacio que contiene al arte. 

Son esfuerzos válidos, pues se está considerando a esta escena como una forma legítima de crear y distribuir arte, pero no suele quedarse corto. Esto sucede con la galería digital de la gran casa de subasta Sotheby ‘s, un espacio para la difusión de piezas NFT que replica la imagen ya bien conocida de una galería pero lo pone en una convivencia digital. Esta galería tiene lugar en la plataforma “Descentraland” que crea localidades digitales y es, como lo dice el sitio web, el primer mundo descentralizado.

Al entrar a la plataforma te recibe el host de la galería programado para decir solo dos frases de bienvenida. Pasas por el lobby principal y te encuentras con diferentes salas que contienen piezas NFT en sus paredes. Recientemente se puede disfrutar de la pieza Heir to the Throne, el primer NFT del artista Jay Z en colaboración de Derick Adams. La galería está completa con todos los elementos de un espacio tangible, escaleras, cámaras de seguridad, fichas técnicas y textos de sala; la única diferencia es que todo existe en lo digital.  

Las obras se ven fuera de lugar plasmadas en un pared blanca. 

El futuro es de los artistas.

Los NFT están cambiando como pensamos el mercado del arte, y de misma forma aportan un cambio en la estética del arte moderno. Claro, no hay nada negativo con el arte físico, es la manera en la que se ha movido el arte por milenios, son objetos para ser guardados para posteridad y ser admirados desde un lugar lejano. Pero los avances tecnológicos han incrementado la accesibilidad de la creación, almacenamiento y colección de objetos artísticos. 

Existen propuestas más allá de las grandes galerías que quieren apropiarse de un movimiento que, verdaderamente, no es suyo. Proyectos digitales creados por los mismos artistas que quieren cambiar la manera en la que se produce y se muestra el arte. Las piezas digitales se ven plasmadas en el mundo físico. Aún siendo una escena que se mueve principalmente en el mundo digital su novedad impulsa a la industria a lucir las piezas para su venta. 

La galería Super Chief se convierte en la primera galería física en mostrar piezas NFT creadas estrictamente para la Web. Es un proyecto creado para impulsar el trabajo de los artistas digitales en el mundo físico del arte. Son los mismos esfuerzos creados por la galería de Sotheby ‘s pero invertidos, en lugar de posicionar una galería a la digitalidad se traduce la digitalidad a la galería.  En un pequeño local en Brooklyn, Nueva York, el lugar perfecto para la innovación artística, se empieza a repensar la imagen de la galería, como algo que va más allá de representar a artistas emergentes. Desde su fundación en 2021 se ha encargado de representar a artista y colectivos emergentes y crear un espacio para la difusión del arte digital

Apuesta en la popularidad  del medio y los establece como verdaderas opciones en la escena, nos recuerda que el arte pertenece a los artistas. 

Parece que estamos destinados a repetir la historia del arte. Se hace más sencillo repetir los modos de instituciones pasadas que crear nuevos. Los artistas digitales crean su propio mundo en con convivencias totalmente distintas a las del mundo físico, y luego deben de transformar todo su discurso para ser aceptados en un sistema que ha sido el centro del mundo del arte por siglos. 

Al momento de traducir perdemos significados. 

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