Juegos Olímpicos de 2024: la fotografía al servicio del deporte amateur
El proyecto Super Pixel pretende poner de relieve el deporte no profesional a través de seis fotógrafos que expondrán sus obras en París del 12 al 17 de septiembre. Nos encontramos con Aglaé Bory, que fotografía deportes acuáticos en el Sena.
Entre el grupo de aprendices de remeros aún atracados en el muelle de Joinville-le-Pont, a la orilla del Marne, una mujer de pelo rizado y cobrizo hace de infiltrada. Es Aglaé Bory, fotógrafa desde hace casi 25 años. Armada con su Fujissima FGX 100, no está aquí para perfeccionar su golpe de remo, sino para inmortalizar esta tarde de práctica. Ya ha estado aquí varias veces, y forma parte de un proyecto fotográfico centrado en el deporte amateur, llamado Super Pixel. Forma parte del festival Formes Olympiques (una serie de 50 eventos culturales gratuitos organizados por la ciudad de París con motivo de los Juegos Olímpicos de 2024). Su tema: los deportes acuáticos mezclados con el entorno concreto de la capital.
Decidió centrarse en este tema por el contraste que crea. “Este río es una especie de mundo dentro del mundo. Está en medio de todo el cemento de París y, sin embargo, muy poca gente tiene el privilegio de poder ir allí”, explica entre plano y plano. “Aquí el barco es como un pase especial. Es como un sésamo para entrar en este interludio relajado”. Bory también eligió este tema para “iluminar lo invisible” y poner de relieve deportes poco mediatizados. Además del remo, también cubre el kayak, el paddle board, el esquí acuático e incluso el dragon boat.
Una aventura en busca de descubrimientos
No cabe duda de que Aglaé no es de las que cuentan sus llegadas. Sin embargo, practicar no es uno de sus hábitos. “Nunca he remado, tendría que probarlo, pero no sé si a mi médico le gustaría, ¡dice que ya he corrido bastante! Hay que decir que el parisino rara vez se toma el tiempo de parar. De Medellín a Mulhouse, pasando por la capital, viaja de proyecto en proyecto. “Lo que me gusta de hacer un reportaje fotográfico es descubrir nuevas zonas y trozos de vida. En cierto modo, me permite encontrarme a mí misma”, explica con una sonrisa.
Además de Aglaé, otros cinco fotógrafos de distintas edades y procedencias participan en el Super Pixel. Los temas van desde la esgrima (Salomé Guilloret) y el para-atletismo (Florence At) hasta el senderismo (Aché Issakha), el balonmano (Marvin Bonheur) y el “cuerpo deportivo” (Guillaume Martial).
La poesía del agua
Tras hora y media en el agua, los barcos de casco vuelven a puerto. Se improvisa un baño colectivo. Aglaé se sienta durante media hora para captar esta escena de la vida que va más allá de la simple práctica del deporte. “¡Me parece que el agua siempre crea algo súper poético!”, esboza, esquivando algunas salpicaduras. “Para la exposición, el ángulo aún está por definir. Fotografío todo lo que me inspira, así que la dirección que tome el proyecto surgirá de forma natural”.
El proyecto, de tres meses de duración, sólo estará terminado dentro de unas semanas. Se organizarán dos actos. El primero será una mesa redonda y proyección de la obra en el Jeu de Paume el 12 de septiembre. A continuación, una exposición en el Club Universitario de París (PUC), con sede en el Stade Charléty, el 17 de septiembre. De aquí a entonces, habrá que hacer una buena selección de fotos.
Al final de cada sesión, la batería de la Fujissima está agotada. La película de Aglaé está llena de inmersiones incongruentes. Antes de volver a subirse a la bicicleta para marcharse, dedica una última sonrisa a los niños. “¡Nos vemos el viernes, tengo entendido que habrá pastel!
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