La heteronormatividad que nadie te debe

Columna por: Rossebanks

“La moda genderless no se trata sólo de crear ropa unisex, sino de romper los estereotipos de género que han sido impuestos por la sociedad y ofrecer una nueva forma de entender la moda, más libre y abierta a la diversidad”.


Hace tiempo coincidió el auge de Pedro Pascal en tiktok (que coincide con ser Aries) debido a la serie de HBO, The Last of Us; sin embargo, con eso mismo se le dio más foco a Bella Ramsey, protagonista de la serie y con ello a sus declaraciones sobre su identidad de género. En un momento, durante las semanas de estreno, Ramsey declaró para Times que, en términos de pronombres y género, no sentía esa identidad o cercanía hacia alguno de los dos establecidos, hablando que su género siempre había fluido. 

No obstante, esto hizo que la gente encasillara, nuevamente, su identidad dentro de un término de no binario, incluso si Bella no deseaba eso. Más allá de la desinformación de los medios que buscaban lucrar con aquello, fue la reacción de las personas internautas que comentaban dichos post dentro de las páginas, el hecho de que se busque encasillar e imponer una heteronormatividad en las celebridades sin olvidar que siguen siendo personas y que esto no nace con esta generación.

El cánon y por qué lo es

La heteronormatividad es un sistema de creencias culturales que establece la heterosexualidad como la única forma legítima de orientación sexual y de género. En otras palabras, la heteronormatividad asume que las personas son naturalmente heterosexuales, y que la heterosexualidad es la única forma de relación y de atracción sexual normal y aceptable. Este sistema de creencias también establece roles de género tradicionales y rígidos, en los que se espera que los hombres y las mujeres se comporten de ciertas maneras en función de su género asignado al nacer. La heteronormatividad puede manifestarse en diversas formas, como la discriminación contra las personas LGBTQ+ y la exclusión de sus experiencias y realidades en la sociedad y los medios de comunicación.

Esta existe porque se trata de una construcción social que ha sido reforzada por generaciones a lo largo de la historia. Dicha situación se perpetúa debido a la idea de que la heterosexualidad es la norma y que cualquier otra forma de orientación sexual o de género se considera “anormal” o “desviada”, esto en el mejor de los casos, fuera de pensar que es un pecado por parte de las personas de algunas religiones o ideologías. El constructo de la heterosexualidad, no sólo como orientación sexual, sino por la identidad de género, se ha utilizado para justificar la discriminación y la exclusión de las personas LGBTQ+ en muchos ámbitos de la vida, como la política, la religión, la cultura y los medios de comunicación.

Además, la heteronormatividad se ha perpetuado a través de la socialización de género, es decir, el proceso por el cual las personas aprenden y adoptan los roles de género y las expectativas de comportamiento asociadas con su género asignado al nacer. La sociedad ha establecido patrones de comportamiento y apariencia para hombres y mujeres que son considerados “adecuados” y “normales”, y que al no ajustarse a estos patrones, dichas personas pueden ser objeto de estigmatización y discriminación.

Soy una persona. El género no es algo que me guste especialmente. Pero en cuanto a los pronombres, me da igual.

-Bella Ramsey

Nos afecta a todos, todas y todes

La heteronormatividad en la moda se manifiesta en muchas formas diferentes, como la promoción de estereotipos de género rígidos (un ejemplo claro es que las mujeres “deben” usar falda y los hombres, pantalón), la exclusión de prendas de vestir que se consideran inapropiadas para ciertos géneros, además de promoción de modelos y cuerpos que se ajustan a los estándares de belleza tradicionales.

Incluso si se cree que sólo es algo que afecta y se limita a la población de mujeres, también es muy recurrente dentro de la moda masculina, ya que se suele limitar a colores oscuros, prendas de vestir “masculinas” como trajes y camisas, cortes de cabello cortos y conservadores, además de tener looks muy sobrios, negándose la exploración entre los mismos colores, cortes e inclusive estampados. Por otro lado, la moda femenina se asocia a menudo con colores brillantes y pasteles, ropa ajustada y reveladora (pero no lo suficiente para no resultar incómoda y “provocadora” ante los hombres), incluyendo los cortes de cabello más largos y elaborados.

Estas normas sociales de género limitan la capacidad de las personas para expresarse a través de la moda (que surge como una forma de protesta e identidad) y pueden resultar en la discriminación de aquellos que no se ajustan a los estereotipos de género tradicionales. Además, la moda también se ha utilizado para sexualizar a las mujeres y objetivar sus cuerpos, lo que puede fomentar la idea de que el cuerpo femenino es un objeto para ser consumido por los hombres, reiterando que debe ser cómodo para los mismos, ya que en su defecto, se consideran promiscuas y re victimizadas por la sociedad en general.

No obstante, es una realidad en esta sociedad que ese tipo de moda es obsoleta, ya que no se crea ropa y tendencias para toda la población; la moda tiene que adaptarse a nuestro cuerpo, a nuestra ideología política y de creencias, a nuestra orientación sexual, sobre todo a nuestra existencia y con ello, a nuestra identidad como personas.

Genderless

Como una oposición, nació (o revivió) la moda genderless o sin género, esta es una tendencia (y ahora más un statement) en la moda que desafía las normas tradicionales de género en la ropa y promueve la igualdad de género. Esta tendencia implica la creación de prendas de vestir que pueden ser usadas por personas de cualquier género, sin estar limitadas por las normas de género tradicionales en cuanto a colores, formas, cortes, etc.

Esta corriente del diseño busca eliminar la distinción entre la moda masculina y femenina y crear una línea de ropa más inclusiva y diversa que celebre la individualidad y la expresión personal sin limitaciones de género. La moda genderless permite a las personas usar prendas de vestir que reflejen su verdadera identidad sin ser discriminados o juzgados por la sociedad.

La moda genderless no se trata sólo de crear ropa unisex, sino de romper los estereotipos de género que han sido impuestos por la sociedad y ofrecer una nueva forma de entender la moda, más libre y abierta a la diversidad. Algunas marcas y diseñadores están liderando este movimiento de moda inclusiva y genderless, y han sido bien recibidos por un público que busca un cambio en la moda y en la sociedad en general.

El problema es que al no querer caer en ciertos estereotipos, realmente podrían estarlos reforzando al evadirlos, es por ello que debemos ser conscientes de las cosas que nos representan, además de que no es necesario recurrir a estas marcas, que si bien son un progreso, la verdadera revolución entra desde nuestro clóset, en donde desde la mera existencia se puede ver claramente esa postura, y desde un color que incomode o desafíe lo normado. 

No se necesita demasiado, más que la mera existencia para desafiar todo aquello pactado socialmente por generaciones, es decir, disfrutar y defender nuestra identidad.

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