La nueva era del arte

El S. XXI nos ha traído grandes innovaciones. Desde la facilidad en la que nos logramos comunicar con nuestras familias y amigos hasta el disfrutar de nuevas experiencias a través de la digitalización y grandes avances tecnológicos. Ahora todo parece ser efímero e instantáneo, por lo que el cambio constante entre trendings y moda generan nuevas expectativas y formas de expresión que, gracias al arte, podemos verlas plasmadas incluso dentro de nuestras redes sociales. 

En un mundo donde la rapidez es una constante y lo nuevo debe ser llamativo, el arte debe acoplarse a las necesidades contemporáneas y crear aliados que, de algún modo u otro, se beneficien mutuamente.  

Hoy en día, el arte se encuentra en un punto donde la necesidad de cuestionarse el “qué se puede hacer con” es la base de su futuro dentro de las nuevas generaciones y en la forma en como le entendemos. Aunque el escepticismo por lo poco convencional o fuera de lo tradicional sigue existiendo, debemos de preguntarnos si es posible separar al arte de la tecnología en un mundo moderno.

El arte digital 

El nacimiento del arte digital nos ha traído consigo una gran variedad de artistas que habían estado ocultos bajo los viejos parámetros del arte. Gracias a estas nuevas composiciones llenas de figuras, colores y movimientos, han logrado un cambio drástico en la percepción estética que causan furor dentro y fuera de la comunidad artística. 

En la actualidad, es considerada una disciplina dentro de las artes plásticas el generar arte con algún un programa gráfico como Photoshop, Illustrator, Procreate;  etcétera, una serie de vectores que componen a su vez un número de píxeles que logran crear una imagen cuya producción o exhibición suele ser gracias al soporte tecnológico.

Dentro de ésta, podemos encontrar que existe más de una sola forma de crear arte digital, donde se combinan elementos como la fotografía, la escultura y los modelos 3D y la tipografía: 

• Modelado 3D
• Airbrushing
• Pixel art 
• Arte tipográfico
• Arte Vectorial
• Arte Generativo
• Net Art
• Interactividad
• Escultura digital
• Fotografía e imagen digital

En conclusión, el arte digital llegó para revolucionar la forma tradicional con la que se producía un objeto de contemplación; creando alternativas de mundos no físicos y nuevas formas de acercamiento para aquellos que se han dejado cautivar por esta nueva visión.  

Criptoarte

Para entender la complejidad del criptoarte, hay que responder un par  de preguntas que no solo involucran su aparición en el mundo del arte, sino que también, el porqué de su creciente popularidad.

¿Qué es el criptoarte?

El cripto arte es una vertiente dentro del arte digital, sin embargo, la diferencia entre ambas radica en que, para asegurar la autenticidad de una obra, ésta se encuentra bajo una tecnología de bloques cifrados y descentralizados llamada blockchain. Se puede visualizar como una cadena que contiene información inalterable a pesar de que viaja a través de los nodos, lo que permite una transacción segura y con un único propietario. 

De hecho hasta este punto, podríamos decir que tiene más similitudes con las criptomonedas que con el arte digital, no obstante, la negociación entre el creador y el comprador solo se da entre dos puntos, es decir, sin que exista un intermediario de por medio.

¿Cómo funciona el criptoarte?

Si hay algo que debemos tener en claro es que una obra de esta índole no es física. Cuando el artista convierte su trabajo en una obra encriptada, lo almacena en un mundo virtual y paralelo que garantiza tanto su seguridad como su originalidad. Al momento de ser adquirida por un comprador, éste será acreedor de la base encriptada de la obra con la seguridad de una autenticidad que hace de la pieza única e irrepetible. 

En pocas palabras, lo que se adquiere es una clave alfanumérica conocida como hash, lo que le da un peso importante a una pieza en internet. 

Gracias a esto, muchos artistas emergentes han logrado vender sus piezas a través de este nuevo modelo de venta-compra en el mercado del arte, lo que abre la discusión entre si realmente vale comprar una pieza o no. Como fue el caso de Victor, o mejor conocido como uno de los artistas NFT más jovénes e importantes de la escena, FEWOCiOUS, quien vendío su collección en Christies por $2.16 millones de dolares.

El medio NFT le permitió exponer su trabajo a mercados inalcanzables, como lo serían los coleccionistas o merchantes, ahora su colaboración con la casa de subasta más importante del medio logró romper el sitio web en el que se realizaba la subasta.

Pero si de algo se puede hablar con certeza, es que la aparición del criptoarte, ha abierto nuevas posibilidades en cuanto a adquirir una obra se refiere.

El nuevo mercado del arte

Hablar del proceso de la compra de una obra de arte suele ser un tema un poco complicado. Una obra en una casa de subastas no solamente se le etiqueta con un precio y se espera pacientemente a que un coleccionista decida adquirirla. Se trata de un proceso arduo de estudio que asegura la autenticidad de una obra para que después, en efecto inmediato, se le de un precio que involucra más allá del nombre de su autor. Sin embargo, a lo largo de los años, las casas de subastas o galerías de arte que ofrecen la venta de obras de arte, se han visto envueltas en una serie de eventos que las ha llevado a cuestionar su modus operandi en la actualidad.

Uno de estos eventos fue la venta del Gato Nyan, un gif en internet que alcanzó el medio millón de dólares. Lo curioso en este caso es que se trata de un NFT (non-fungible token) y no de una obra de arte convencional digna de una exhibición. Si, tal vez es extraño el ¿cómo es que una pieza de internet alcanzó esa cantidad de dinero cuando se supone que el arte debería de ser “físico”?, no olvidemos que estamos ante un modelo nuevo de mercado y no de una aparente vanguardia estética emergente.

El mercado NFT soluciona uno de los grandes retos de la adquisición de una obra: la originalidad. Un NFT te da la certeza de lo que aquello que hayas adquirido, tiene un código cifrado e incorruptible que no permite la producción masiva ni la falsificación del mismo. A su vez, cuentan con un sistema de respaldo y de comprobación que hacen de la compra más segura. De hecho, sumándose a esta tendencia, la casa de subastas londinense Christie’s, logró subastar obras de Beeple, un artista dedicado a los NFT’s, asegurando así, una apertura al nuevo mercado del arte.

Hoy en día, plataformas como SuperRare o Nifty Gateway, logran subastar entre tres y treinta y cinco obras de artistas NFT, lo que los convierte en un modelo incipiente en el mercado y el cómo es que percibimos obras digitales.

Y aquí se abre una pregunta interesante: ¿Será acaso que desaparezcan los modelos tradicionales del arte?