Para demostrar su postura ante la creciente censura, Margaret Atwood y Penguin Random House publicaron una particular edición de The Handmaid’s Tale. No se puede quemar y soporta una temperatura de 400°C.

La lucha de PEN (Poets, Playwrights, Editors, Essayists, Novelists) America contra la censura continúa de manera interna. Cada vez más instituciones, bibliotecas y escuelas en Estados Unidos prohíben libros; los retiran de las estanterías porque su contenido molesta a los sectores conservadores del país -desde políticos hasta padres de familia-  al considerar su contenido como algo “obsceno”. 

En 2021, la Asociación Americana de Bibliotecas contabilizó 330 informes, un aumento sin precedentes, de acuerdo con la institución; además, se han prohibido 1,586 libros en Estados Unidos, según PEN, lo que afecta a 1,145 títulos únicos.  Entre estos libros se encuentra a menudo The Handmaid’s Tale  (El cuento de la criada), de la novelista canadiense Margaret Atwood, un éxito mundial desde su publicación en 1985, adaptado en una película, una serie y vendido más de ocho millones de ejemplares.

Es por esto que Atwood colaboró felizmente con la ONG para producir un ejemplar único a prueba de fuego de su alabada novela. La autora se mostró especialmente comprometida con el proyecto. Incluso puso a prueba sus habilidades con un lanzallamas en un vídeo promocional en el que se representa con humor a sí misma intentando atacar su obra. Todo intento es en vano, por supuesto, porque “El poder de las palabras”, dice el subtítulo, “nunca se apaga”. 

Más allá de ser un momento histórico -Antwood con un lanzallamas-, la intención del video era anunciar la venta del libro en una subasta de la casa Sotheby’s Nueva York. El objetivo: donar los beneficios a la asociación PEN, que defiende a autores, escritores y dibujantes, víctimas de la censura en todo el mundo. La subasta cerró el pasado 7 de junio con una venta final de 130,000 dólares, superando el precio estimado que oscilaba entre los 50,000 y los 100,000 USD

A lo largo de los años, Margaret Atwood se ha convertido en una figura importante en la defensa de los derechos de la mujer; los derechos de las minorías; y, en particular, el derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Sin embargo, a sus 82 años, prefiere dejar paso a la siguiente generación: “Estoy dispuesta a llevar el timón mientras pueda”, declaró a The Guardian, “pero pronto estaré muerta, ¡así que buena suerte con todo eso!”

La edición se diseñó por la agencia Rethink y fue creado por el taller The Gas Company Inc. Jeremy Martin llevó a cabo la encuadernación con materiales resistentes contra las llamas y Doug Laxdal realizó las pruebas pertinentes. Se vendió por 130,000 dólares, por encima de la estimación, y toda la recaudación se destinó a PEN América para su lucha contra la censura.

Celebrando la venta, Atwood dijo: 

Las cuestiones que rodean la libertad de expresión son ampliamente debatidas hoy en día, y el PEN representa la voz de la razón en medio del tumulto.