A lo largo de los siglos XIX y XX, Francia se colocó como uno de los representantes más importantes del mundo del arte en todas sus disciplinas. Desde los profundos cambios que impactaron el desarrollo creativo durante la Revolución Francesa hasta diversos experimentos de color y forma en los tropiezos de las vanguardias. Justo en medio; entre el idealismo y el realismo que desembocaron en el Romanticismo y antes de la explosión rebelde sobre los supuestos estéticos académicos que terminó por publicar manifiesto tras manifiesto… habían dos franceses con apellidos similares. Demasiado similares. Tan similares que hasta la fecha se continúa confundiendo su obra.

Al pensar en el impresionismo, lo primero que se viene a la mente son atardeceres, lirios acuáticos o momentos cotidianos –burgueses– inmortalizados al óleo, pero, ¿todos los impresionistas pintaban lo mismo? ¿Qué hacía Manet y qué hacía Monet?

trazos de personas

Éouard Manet ​​(23 de enero de 1832 – 30 de abril de 1883) nació en una familia acomodada, cuya madre era ahijada de Charles Bernadotte, miembro de la realeza sueca; y cuyo padre era un juez de gran renombre. Parecía que su vida estaba resuelta si seguía los pasos de su padre, sin embargo, optó por escuchar los consejos de su tío después de visitar el Louvre y buscar una carrera en artes. Visitó los grandes circuitos de la época en Alemania, Holanda e Italia en donde conoció el trabajo de grandes maestros de la pintura, lo cual influyó su obra en gran medida.

Eventualmente se convirtió en lo que conocemos hoy en día: Un pintor de escenarios cotidianos en donde el realismo de cada individuo es resaltado, evitando idealismos y los temas favoritos de la academia (mitología; religión). Decidió romper con ciertos tabúes presentes en la pintura, principalmente el desnudo, al realizar algunas piezas en donde se muestran desnudos sin apelar a la gracia divina del cuerpo humano. Esto fue considerado inapropiado; obsceno, y fue severamente criticado por sus decisiones

Le déjeuner sur l´herbe, (1863).

Por otra parte, Manet entendía perfectamente que no existe la simetría en la fisionomía humana, y, por lo tanto, no hay tal cosa como la perfección. El hecho de presentar retratos “naturalistas” en donde los rostros y los cuerpos son perfectamente simétricos era algo que evitó enérgicamente. Eventualmente –después de la aprobación de Baudelaire y Gautier en el Salón de París– conoció a una serie de jóvenes pintores que le admiraban profundamente. Dentro de este grupo se encontraban Degas, Renoir, Morisot, Cezanne y el mismo Monet, entre otros. Antes de ser conocidos como los impresionistas, formaron el Grupo Batignolles durante unos años –con miembros entrando y saliendo paulatinamente–, el cual tuvo un par de exhibiciones que salieron terriblemente mal antes de separarse en 1875, inmediatamente después de la segunda presentación.

Además de desnudos, pintó escenas en las calles y en cafés de París, retratos y acontecimientos históricos. Su rebeldía ante los cánones estéticos establecidos colocan a Manet como un realista cuyos esfuerzos abrieron las puertas a expresiones plásticas distintas. 

Édouard Manet es, por tanto, el abuelo del impresionismo.

Trazos de paisajes

Oscar-Claude Monet (14 de noviembre de 1840 – 5 de diciembre de 1926), a diferencia de Manet, era hijo de una cantante y un comerciante mayorista. A los 11 años ingresó a la escuela de artes de El Havre; siete años después, en 1858, conoce a Eugène Boudin, quien lo introduce a la técnica de pintura en plein air (al aire libre), lo que utilizará y perfeccionará a lo largo de su vida. Gracias a esto, Monet comenzó a observar el día a día; sus distintos colores y transformaciones.

Tiempo después, durante 1861-2, es llamado a realizar su servicio militar en Algeria para integrarse a los Chasseurs d’Afrique –Cazadores de África, cuerpo militar que ocupó territorio argelino de 1830 a 1962– hasta que forzado a regresar a El Havre debido a enfermedad. Ese tiempo en territorio africano sirvió para despertar un profundo interés en el color y sus posibilidades. Cuando estalló la guerra franco-prusiana en 1870, él y su familia se exiliaron en Londres para evitar reclutamiento; fue ahí donde conoció el trabajo de Turner y Constable; su magnífico uso de luces, sombras y texturas.

Impression, solei levant (1872)

Al regresar a Francia, algunos creadores de la época realizaron una exhibición separada del ámbito académico bajo el nombre Société anonyme des artistes peintres, sculpteurs et graveurs (Sociedad anónima de artistas,  pintores, escultores y grabadores). La entrada a la exposición tenía el costo de un franco, al igual que el Salón. Sus visitantes tenían una afiliación de izquierda, en su mayoría, dada la naturaleza crítica y subversiva de la exhibición, y, gracias a esto, el evento se describió como algo extravagante, un tanto curioso. Louis Leroy fue uno de los visitantes. Su pluma cambió la historia para siempre al tomar Impression, soleil levant y deformar el título para usarlo de forma despectiva al referirse al conjunto de creadores.

El interés de Monet sobre los cambios cromáticos de un mismo lugar a lo largo de días, meses y años lo llevó a realizar series sobre el impacto de la luz sobre un sitio en particular. Les Meules à Giverny es una serie de 25 pinturas que retratan cambios tonales en montones de paja en campos de Giverny. El conjunto de pinturas permite comprender la importancia que Monet depositaba en la luz y su evolución natural. Es posible encontrar desde escenas matutinas, hasta atardeceres y cambios de temperatura en verano e invierno.

versus

A pesar de tener nombres tan parecidos, las diferencias entre ambos pintores son demasiado grandes. En cuanto a la producción misma, Manet siempre trabajó en estudio, incluso sus obras que presentan escenarios externos fueron realizados de manera muy estudiada, en interiores. Por otra parte, Monet decidió que toda su producción fuese hecha afuera, en donde la luz cambia y las sombras realzan contrastes.

Ambos precursores y pioneros del movimiento impresionista, entendieron formas distintas de aplicar color; Manet trazaba pinceladas profundas y largas, permitiendo que los colores se mezclaran sin mucho problema, al usar tonos similares. La paleta de Monet, por otra parte, era completamente distinta, incluyendo la textura que terminaban teniendo sus obras, con “manchas” de pintura que se unen al presentar diversos espectros de color que el sol manifiesta al reflejarse en toda superficie.

La exploración de los creativos de la época ayudaron a crear el futuro que conocemos hoy en día. Esperamos que con esto se tengan menos dudas al contemplar el trabajo de uno u otro pintor.

¿Cuál es su favorito? ¿Por qué?

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