Columna por Rossebanks

“La moda vintage hace referencia a la ropa y los accesorios fabricados en un pasado, generalmente hace al menos 20 años. La historia de la moda vintage abarca varias décadas y usualmente suele reflejar los cambios culturales, sociales y económicos a lo largo del tiempo”.


Las personas, en realidad las nuevas generaciones, ven a la moda antigua como dos cosas: barata o no digna de ser usada, cuando se habla de ser heredado, pero exclusiva cuando resulta ser más cotizada y se busca arduamente. Esto también depende de las prendas y por supuesto de las marcas, pero ¿de dónde nace todo esto?

Comprando vintage

La moda vintage hace referencia a la ropa y los accesorios fabricados en un pasado, generalmente hace al menos 20 años. La historia de la moda vintage abarca varias décadas y usualmente suele reflejar los cambios culturales, sociales y económicos a lo largo del tiempo, por ello, más allá del valor como una prenda que tiene una durabilidad, se habla de una prenda que conlleva una historia, una narrativa y muchas veces, un valor sentimental por parte de la persona que la poseé o el incremento de la popularidad de la época (incluso puede verse reflejado en el regreso de una tendencia o la evolución de una moda que puede agregar valor al estilo o usabilidad de la prenda). 

Entendiendo la breve historia de la moda

A principios del siglo XIX, la época del romanticismo influyó en la moda con vestidos coloridos, en su mayoría con volantes y vaporosos. Posteriormente, durante la primera mitad del siglo XIX, la ropa victoriana dominó las veladas, tertulias e incluso los bailes con su estilo característico incluyendo los corsés, crinolinas y vestidos largos. La ropa de la época era muy estructurada y expresaba los valores morales y las restricciones contemporáneas. Sin embargo, hacia finales de siglo, la moda se “simplificó” por la ropa que se presentaba durante la transición hacia el siguiente siglo: el estilo “Belle Époque”, que se caracteriza por tener prendas más fluidas y elegantes, todo esto muy característico de Francia, de donde venía toda la ola de telas y diseños.

A principios del siglo XX, la gente vestía la moda conocida como “eduardiana” por el reinado de Eduardo VII, la época duró menos que la vigencia de la moda (esta identificada cuando se habla de vestidos largos y faldas entalladas) y a su vez que el reinado que duró 9 años. Más tarde llegaron los conocidos Roaring 20’ (“Locos años veinte”), que impactaron con un estilo flapper (moda occidental) con vestidos cortos, perlas y una actitud más independiente. 

Hay un parteaguas posteriormente con La Gran Depresión, que tuvo un impacto en la moda durante este periodo, llevó a que la ropa fuera menos cara y más sencilla, en ocasiones, más corta, por la tela que necesitaban usar. Los conjuntos femeninos se volvieron más estilizados y los trajes de pantalón ganaron popularidad ya que había que denotar clase incluso en una crisis económica y estas siluetas fueron la salvación de estos años. Esta escasez de telas duró incluso hasta la Segunda Guerra Mundial y afectó (entre otras obvias ramas o disciplinas) al diseño de modas, dando lugar a siluetas más ajustadas y faldas más cortas, aquí los pantalones ganaron popularidad cuando las personas (incluídas mujeres) comenzaron a llevar trajes frecuentemente.

Hay otro periodo importante tras la guerra, ya que la moda dio un nuevo giro, con faldas más anchas y cinturas más estrechas, una vez más remontándose a la tendencia victoriana y ahora llamada “New Age” (Era Nueva). Aquí nacen los vestidos de estilo pin-up, incluídas las faldas vaporosas que fueron los looks característicos de esta época. Una década más tarde, durante los años sesenta se marca un periodo de revolución cultural y por consiguiente, de la moda. Se popularizaron estilos como el “mod”, conocido por sus líneas sencillas y colores vivos, y el “hippie”, centrado en la comodidad y la expresión personal.

Esto contrario a los años setenta, donde surgen los pantalones acampanados, los estampados psicodélicos, los chalecos y la influencia de la música disco. La década de 1980 siguió con sus propias tendencias de moda; esta era fue famosa y actualmente es característica por su estilo llamativo y exagerado, con hombreras notables, colores vivos y el uso generalizado de ropa deportiva como prenda informal.

Durante la última década del siglo 20, se impuso la moda grunge con prendas holgadas y de gran tamaño. También se popularizaron en parte contraria los estilos minimalistas y se reforzó la idea de la ropa deportiva en la indumentaria informal con prendas como crop tops, tenis deportivos y sobre todo los conjuntos que se usaban para hacer ejercicios aeróbicos, de pilates o de algún deporte (como las faldas de tenis o los shorts de basquetbol).

Sobre lo que sí es vintage

Ya repasada la historia y la antigüedad de cada tipo de prenda, se debe entender lo que sí entra en esta categoría, esto porque a menudo se habla y comercia ropa vintage en mercados, bazares o incluso tiendas que se dedican a esto únicamente como forma de ingreso por la gran cantidad de gente que busca artículos distintos y genuinos de épocas pasadas, lo que ha provocado un auge de estas tiendas de segunda mano y mercados “retro”.

Teniendo esto en cuenta, podemos diferenciar entre lo que se considera “vintage” y lo que no. Aunque la definición fluctúa en función del contexto y las opiniones de cada persona, “vintage” se utiliza generalmente para describir artículos, como ropa, muebles, accesorios u objetos, que pertenecen a una época pasada y han envejecido considerablemente bien. En general, un artículo se considera vintage si tiene al menos 20 años. Esto significa que, por ejemplo, en 2023, cualquier objeto fabricado antes de 2003 podría considerarse vintage.

Además de la edad, suelen ir ligados a una excelente calidad en cuanto a materiales y artesanía. Los objetos vintage suelen ser auténticos, lo que significa que no son réplicas recientes de estilos pasados. A estos objetos se les suman puntos si son representativos de la moda, el diseño, la tecnología o la cultura de la época en la que fueron producidos; deben evocar el estilo y los valores de esa época. Por ejemplo, en moda, un vestido vintage de los años 60 podría tener un corte específico y estampados típicos de esa década o pudo haber sido utilizado por alguna persona específica, como el vestido de Marilyn Monroe que recientemente usó Kim Kardashian en la MET Gala.

Por esto, las personas a veces consideran que los artículos vintage deben tener un valor histórico o coleccionable y de preferencia ser codiciados por coleccionistas o entusiastas de la moda, el diseño o la cultura de épocas pasadas. Ya para su venta, la condición de un artículo de esta categoría es importante; si bien es natural que los artículos antiguos muestren cierto desgaste con el tiempo, los ejemplares en buen estado tienden a ser más valiosos.

Y aunque no es indispensable que se hayan realizado pocas piezas de cierto vestido o accesorio, es verdad que algunos artículos vintage pueden ser particularmente raros o exclusivos, y por consiguiente aumentar su valor. A veces sucede con las ediciones limitadas, colaboraciones, materiales únicos o simplemente a la escasez en el mercado por la falta de producción en su época.

Con esto en mente, no es que no todas las personas puedan adquirir una prenda o accesorio vintage, es únicamente el saber que se tienen que conocer las características de la época en cuanto a estilo, tendencias, telas e incluso modos de producción, por lo que se tiene que conocer bien las cosas que se compran, ya que a mayor temporalidad, mayor es el incremento de costes del producto y de su conservación, ya que la moda vintage es una buena forma de conservar la historia y una parte de las costumbres e inspiración de aquellas épocas.

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