Uno de los grandes pasos de la humanidad y la tecnología quedó marcado gracias a una nueva posibilidad de adquirir productos encriptados dentro de un nuevo mercado en la web. No se trata de algo físico, sin embargo, tiene un valor monetario entre las comunidades internautas y los futuros modelos económicos en las bolsas de valores.

La criptomoneda es un medio digital de compra y venta. Su función es similar al de una moneda física; cuya afinidad le otorga el nombre. No obstante, se trata de algo meramente digital donde se utilizan métodos criptográficos para asegurar que las transacciones financieras, la creación de nuevas unidades, inversiones y la transferencia de activos se haga eficaz y bajo un margen lícito. 

¿Cómo funciona una criptomoneda?

Para comprender en su totalidad la utilidad de las criptomonedas, es crucial tener frescos algunos conceptos básicos. Uno de los más importantes es que este nuevo modelo “económico” está basado en una red de ordenadores descentralizada, lo que se traduce en nodos repartidos por el mundo que permite realizar copias de las transacciones anteriormente efectuadas. Otro concepto a considerar es el del minero. Esta figura forma parte de los nodos, y a su vez, su incentivo es generar las nuevas criptomonedas que se reparten dentro de la red. 

Los exchanges, son aquellas empresas que permiten cambiar moneda como la libra y el peso por bitcoins, permitiendo así el acceso al mercado de manera simple y segura. Cuando se hace esta clase de intercambio de moneda, estas se almacenan en una wallet digital que permite guardarlas dentro de aplicaciones.

Una criptomoneda cuenta con diversas características que las diferencia con respecto a los sistemas tradicionales. Dentro de un margen de regulación institucional bancario, una criptomoneda no tiene un valor centralizado con respeto a las autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente o fondos de inversión y garantía.  

La dimensión de las criptomonedas es bastante amplia. Los pocos obstáculos que se tiene dentro de su compra y venta son casi inexistentes, lo que es un beneficio para aquellos usuarios que conocen sobre el blockchain (estructura matemática para almacenar datos de una manera que es casi imposible de falsificar) y los beneficios de adquirir incluso acciones dentro de esta nueva evolución tecnológica-financiera. Se estima que existen alrededor de 1,600 criptomonedas diferentes en las principales y especializadas plataformas de intercambio.  

Desde sus principios, las dos criptos con mayor auge dentro del mercado han sido Bitcoin y Ethereum, sin embargo, en los últimos años, Ripley XRP ha fortalecido su posición, obteniendo así el segundo lugar por alcanzar la capitalización de mercado por arriba de Ethereum en pleno 2018. Y pese a que hay una gran variedad de criptomonedas en el mercado, las menos populares tienden a subir y bajar su valor, por lo que es recomendable verificar su valoración antes de adquirir.  

Establecimientos físicos y las monedas digitales en México

A pesar de la popularidad y fiebre por las criptomonedas, los modelos conservadores económico aún ven esta clase de inversiones como riesgosas por su mutabilidad. Sin embargo, México es el tercer país en Latinoamérica con mayor número de usuarios que están familiarizados o utilizan las criptomonedas para adquirir bienes, lo que, de cierto modo, el uso creciente de estas divisas digitales, cada vez más establecimientos que las aceptan.  

La primera criptomoneda cuyo nombre es Bitcoin, apareció hace diez años en el mercado y fue creada por Satoshi Nakamoto. Su globalización y capitalización la han colocado en el primer lugar y arrasa en las preferencias de los establecimientos físicos al momento de realizar un intercambio de servicio-costo. 

Recientemente, la firma de cripto divisas actualizó un listado de casi 92 establecimientos en toda la república mexicana en los cuales es posible realizar pagos a través de las criptomonedas. Esta lista incluye desde hoteles, hospitales, tiendas de tecnología, restaurantes, hasta joyerías y empresas de actividades recreativas.  

Galerías físicas y sus nuevos métodos de pago

El mundo del arte y el blockchain han demostrado que pueden congeniar para el bien común de estos dos sectores que aparentemente son muy diferentes uno del otro. Separar al arte de la tecnología ya no parece ser una opción, mas el adaptarse a las nuevas formas de consumo, se ha convertido en una necesidad latente en cada auténtico coleccionista.  

Una de las primeras galerías en implementar esta nueva forma de pago fue Dadiani Fine Art. Establecida en 2014, Dadiani Fine Art se ha dedicado a ofrecerle a sus clientes una experiencia única con el arte desde que abrieron sus puertas en Londres.  

A partir del 29 de junio del 2017, se convirtieron en la primera galería en aceptar criptomonedas para que los coleccionistas y compradores tuvieran la oportunidad de adquirir una de las piezas dentro de sus colecciones. Hasta la fecha, acepta otras 5 criptomonedas más (Ethereum, Ethereum Classic, Ripple, Litecoin y Dash), además de la ya conocida Bitcoin. No obstante, se están preparando para crear su propia moneda. 

Dadiani Fine Art espera que la adopción de la moneda digital a sus modelos de pago, pueda ayudar a que otras empresas (tanto emporios como las más pequeñas) acepten esta nueva tecnología y la utilicen para salvaguardarse de las presiones económicas y de impuestos en un futuro. 

Así mismo, la fundadora y CEO de Dadiani Fine Art, Eleesa Dadiani, declaró al respecto en 2017 que mientras más empresas adopten las Bitcoins o cualquier otro tipo de moneda digital, será más simple que la sociedad las acepte sin tener el temor de involucrarse en asuntos ilegales. Después agregó: “Socavará a los escépticos.” 

Por otro lado, la afamada casa de subastas londinense, Christie’s, ha optado por hacer uso de la tecnología blockchain en su galería, sin embargo, aún no acepta las criptomonedas a cambio de obras. Más bien, aprovechando la innovación de la misma, la utiliza para realizar el registro de información sobre sus obras disponibles y así asegurar la compra de las mismas, además de agilizar su categorización en una cadena de bloques. 
Gracias a esto, en el 2018, Christie’s logró vender 42 obras de arte con un valor total de 318 millones de dólares utilizando blockchain durante todo el proceso, lo que le otorgó un nuevo récord.

Y a pesar de que aún no aceptan las criptomonedas, no se cierran a la posibilidad de implementarlas en un futuro cercano. 

A simple vista, nos encontramos con un nuevo modelo económico que puede revolucionar el modo en el adquirimos bienes en un mundo que se encuentra en constante cambio. Posiblemente, haya la oportunidad de mejorar el acercamiento del público hacia el arte e incluso, las nuevas formas de adquirirlo y producirlo. 

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