Pedro Reyes se despide de “Tlalli” después de controversias

Desde la decisión del pasado 5 de septiembre, tomada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de reemplazar la escultura de Colón por la escultura de una mujer otomí, el mundo cultural mexicano se ha encargado de expresar su oposición. 

Con posicionamientos artísticos, como el del artista David Alejandro que decide ocupar el espacio vacío dejado por la ausencia de Colón en la Glorieta de Reforma. Su acción perfomática lleva el nombre de Pendiente a Remover, el artista contó los minutos que tardó Protección Civil de la ciudad de México en quitar a David del espacio, el artista se mantuvo firme por una hora y 40 minutos hasta que llegaron las autoridades a removerlo. 

Además que el descontento de los agentes culturales fue escuchado de manera clara a través de una carta entregada el domingo 12 de septiembre. Con la firma de 350 artistas, gestores culturales, curadores y activistas, entre ellos se encuentran nombres de artistas consolidados, como el de Lorena Wolffer, Monica Mayer, Laurrenna Toledo, María Minera y muchas otras. 

En la carta se exige eliminar a Pedro Reyes, el escultor encargado de crear la piez a Tlalli que sustituirá a Colón, del proyecto y crear un comité conformado por mujeres artistas, activistas, gestoras culturales y feministas dentro de las comunidades indígenas, para elegir a la artista mujer encargada de hacer esta escultura. 

Esto por varias razones.

Primero, se expresa la necesidad de hacer una representación fiel a la mujer indigena, creada desde la visión de una propia mujer indigena, en lugar de darle la comisión a una persona que no esté cercana a ninguno de los contextos que pretende plasmar. 

Segundo, se busca posicionar a las mujeres indígenas como verdaderos agentes culturales de la ciudad, en lugar de usar su imagen para redimir acciones del gobierno que han invisibilizado a los pueblos originarios de la República Mexicana. 

Vivimos un momento histórico en el que es necesario reivindicar –en su propia voz, desde su propia mirada y en sus propios términos– a personas y comunidades otrora ignoradas, negadas e invisibilizadas tanto por la historia como por los relatos oficiales

Las peticiones marcadas en esta carta fueron tomadas por Claudia Sheinbaum y el 15 de septiembre se anunció oficialmente que Pedro Reyes ya no será el escultor oficial de esta pieza. 

En su lugar se pasó el deber de elegir a un artista al Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos que lanzara una convocatoria para elegir correctamente al artista. 

Pedro reaccionó al anuncio en una publicación de Instagram donde aplaude la elección de la jefa de gobierno.