Perfil de artista: Dorothea Tanning
Dorothea Tanning es una artista conocida por la fuerza de su imaginación y su inmensa creatividad. Su obra aporta una perspectiva femenina única y enriquecedora al surrealismo de la época.
Nació en Illinois, diez años antes del movimiento surrealista, el 25 de agosto de 1910, en el seno de una familia sueca. En su pequeño pueblo, donde no pasaba nada, se distraía escribiendo poemas. A los veinte años, estudió durante un tiempo en la Academia de Arte de Chicago, y luego se trasladó a Nueva York en 1936, donde se ganó la vida ilustrando revistas de moda.
Ese mismo año tuvo lugar en el MoMA la exposición “Fantastic Art, Dada, Surrealism”. Explorar las profundidades del subconsciente es un tema que la inspiró, por lo que llega a sentirse muy atraída por este movimiento. Descubierto por el galerista Julien Levy en 1941, Tanning se unió al grupo de Surrealistas en el Exilio al que ya pertenecían Marcel Duchamps y André Breton.
A partir de 1942, frecuentó el grupo surrealista, entonces en el exilio, reunido en torno a André Breton. En una fiesta conoció a Max Ernst, quien estaba casado con su tercera esposa, la mecenas Peggy Guggenheim. Cuando el pintor descubrió su obra, convenció a Guggenheim para que incluyera un autorretrato onírico de Dorothea Tanning, Cumpleaños (1942), en la exposición Treinta mujeres (ahora rebautizada como Treinta y un mujeres). En 1944, el galerista de vanguardia Julien Levy organizó la primera exposición individual de la obra de Dorothea Tanning, y en 1946 se casó con Max Ernst. La pareja se trasladó a Sedona (Arizona), donde recibió muchas visitas, entre ellas las de los escritores Truman Capote y Dylan Thomas, y el coreógrafo George Balanchine, para quien Tanning diseñó decorados.
Sus cuadros muestran el mundo visible, pero también la fuerza intangible que se encuentra en el corazón de la vida. El autorretrato Maternidad (1946) toma la representación tradicional de la mujer con un hijo y la convierte en una imagen surrealista cargada de ansiedad y enfrentada a criaturas de otro mundo, potencialmente amenazantes –la propia artista decidió no tener hijos–. La pareja abandonó los Estados Unidos y se fue a vivir a Francia durante la persecución macartista, que privó a Max Ernst de su ciudadanía estadounidense, adquirida en 1941.
Vivieron en Touraine y luego en Seillans (Var). Fue aquí, a finales de la década de 1960, donde Dorothea Tanning comenzó a crear esculturas de tela flexible, rellenas de lana, en forma de larvas o baudruches, a menudo imbuidas de un inquietante erotismo. En 1974, el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de París organizó una exposición retrospectiva de la obra de Dorothea Tanning.
Tras la muerte de Max Ernst en 1976, Dorothea Tanning regresó a Nueva York e inició una carrera literaria. Publicó novelas como Abyss (1977) y Chasm (2004), sus memorias Birthday (1986; revisadas y reeditadas como Between Lives: an Artist and her World [2001], publicadas en Francia como La Vie partagée). Sus poemas están recogidos en A Table of Content (2004) y Coming to That (2011).
Visión surrealista
Al principio, las obras de Dorothea Tanning se asociaron al movimiento surrealista. La artista disfrutaba creando atmósferas oníricas en las que pintaba la expresión de sus deseos sexuales y sus miedos infantiles, llegando a crear extraños humanoides, criaturas animales, humanas o híbridas en los espacios vacíos y cerrados de la vida cotidiana. Estos sujetos medio humanos, medio muebles, son para ella símbolos de violencia. La estética surrealista le permite contar la historia de sus sueños.
En la década de 1950, Tanning se acercó al movimiento de la figuración y representó cada vez más cuerpos dislocados y monstruosos que se enroscaban entre sí. De este modo, el artista quiso revelar el poder perturbador del deseo y los impulsos fetichistas que puede generar. La artista creó fantasías que criticaban la censura de lo erótico en los Estados Unidos de la época. Presenta al público una nueva figura femenina que ya no es el objeto de los deseos de los hombres, sino un ser que expresa sus propias fantasías.
Tanning extendió esta visión a su obra escultórica y optó por utilizar tejidos asociados a la feminidad en sus composiciones: terciopelo, encaje, pieles falsas, etc. Todos estos materiales le permitieron crear inmensas muñecas metafóricas y tentaculares que sólo aparecían en segmentos (nalgas, brazos…). Al igual que en sus pinturas, Tanning favorece los espacios cerrados en sus esculturas para que todos los elementos de estas escenas constituyan un todo único e indisociable.
“En comparación con el sueño puro…”
Hotel du Pavot, Habitación 202 (1970-73) es la obra más monumental y surrealista de Dorothea Tanning. La instalación escultórica del artista muestra cuerpos de muebles retorcidos que intentan acercarse a las paredes de la sala, mientras que cuerpos femeninos rosados e hipersexualizados tratan de liberarse de las paredes. La composición se inspiró en una fuente artística –el poema en prosa La habitación doble, de Baudelaire– y en una fuente popular –el suicidio por envenenamiento de Kitty Kane, la antigua esposa de un gángster de Chicago–.
Dorothea Tanning es una artista conocida por la fuerza de su imaginación y su inmensa creatividad. Su obra aporta una perspectiva femenina única y enriquecedora al surrealismo de la época. La primera gran retrospectiva dedicada a ella se celebró en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en España. En la actualidad, sus obras forman parte de las colecciones de los museos más prestigiosos de Francia y Estados Unidos.
Los mundos extraños e imaginarios de Dorothea Tanning siguen fascinando al público. Su obra de 1941 El juego de la flor mágica, estimada entre 200,000 y 300,000 euros, se vendió por más de un millón de euros en Sotheby’s en 2015.
Dorothea Tanning murió en 2012 a la edad de 101 años tras dedicar toda su vida al arte.
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