Perfil de Artista: Pierre-Auguste Renoir

El arte tiene que ver con la emoción; si el arte necesita ser explicado ya no es arte.

Pierre-Aguste renoir.

Uno de los grandes maestros del impresionismo francés. Renoir es conocido por retratar a la sociedad francesa de su época, comúnmente con los impresionistas, el artista solía crear piezas para la élite de Francia. Para muchos críticos el artista es uno de los artistas más influyentes, libres e independientes de la historia del arte. Esta es su historia.

Nació en la ahora desaparecida e histórica ciudad de Limoges, Limosín, el 25 de febrero de 1841. Su familia conformada por el sastre Léonard Renoir y la costurera Marguerite Merlet, era una familia tranquila de la ciudad. Desde su infancia el arte jugó un gran rol en su vida, pues trabajo un tiempo pintando diseños en una fábrica de porcelana y en su juventud empezó a replicar diseños de abanicos, biombos y lámparas. No fue hasta que se formó profesionalmente en las artes que encontró su propio estilo. 

Estudiando en la academia de arte del pintor suizo Charles Gabriel Gleyre, encontró diferentes técnicas para desarrollar su talento, la principal, que es una técnica aún utilizada en escuelas de arte, fue replicar las obras de grandes artistas. En sus primeras épocas su trabajo fue influenciado por los artistas franceses más importantes del momento: Claude Monet y Eugéne Delacroix, de estos artistas estudio el uso de la luz, el color y la forma. 

Ahora su trabajo es simbólico y, por ende, sencillo de reconocer. Principalmente, es fácil de distinguir sus pinceladas exactas y armónicas, que le dan cierta suavidad a sus cuadros. Los paisajes que plasma están llenos de luz y color, se ilustran espacios tan íntimos y secretos, que parecen espacios congelados en el tiempo. Uno de los elementos más importantes, que diferencia a Renoir de otros impresionistas, es la manera en la que el artista emplea la luz para enmarcar a los objetos de sus piezas.

Su debut fue en la primera exposición de los impresionistas en el año de 1874. La exposición que revolucionó el mundo arte y nos mostró la nueva manera de hacer arte. Este evento nace del disgusto de los artistas hacia el Salón de París, que funcionaba como el salón oficial para exponer arte, dónde se mostraban las obras legítimas del mundo del arte. Financiadas por la élite y la burguesía de Francia. El rechazo de la norma, la reinvención del arte y las nuevas estéticas; son características que llevan a la creación del Salón de los Rechazados. 

Originalmente, estas organizaciones vienen de una necesidad de independizarse del mercado, o de revolucionar la escena. Los artistas rechazados son aquellos del avant garde, ignorados por el público y las instituciones. Para que estos artistas fueran escuchados fue necesario romper algunas reglas y causar disgustos con los críticos. Como lo sucedido en la exposición de artistas impresionistas, 30 artistas se reunieron en el taller del fotógrafo Nadar y crearon su propia muestra de arte con un total de 165 obras. Los historiadores del arte todavía discuten sobre esta exposición, unos menciona que fue recibida con admiración y otros recalcan que el público llegó a burlarse de las piezas expuestas. 

La critica más famosa de la exposición, fue la que nombro al movimiento. Según el crítico Louis Leroy, hablando de la pieza de Monet Impresión, sol naciente:

Impresión… ¡El papel de pared en su estado embrionario parece más acabado que este paisaje marítimo!

Impresión, sol naciente. Monet (1872)

Para Renoir, ser parte de este grupo de artistas le dio el posicionamiento más importante de su carrera. Sin el apoyo y aprendizaje que obtuvo de sus compañeros artistas, Renoir no tendría la carrera que conocemos ahora. Antes del Salón de los rechazados el artista tenía muy pocas ventas de su trabajo, no tenía dinero para vivir en Francia y por poco llego a dudar su talento. Fue gracias a la exposición de los impresionistas que su trabajo empezó a ser valorado. 

Su estilo de vida después de la fama se ve también plasmado en sus pinturas, con un aumento de escenas retratando las comidas en los parques, las fiestas en los puertos y personajes relevantes de Francia. Poco a poco el artista consiguió un público y empezó a vivir de las obras que vendía, un tremendo logro para cualquier artista y una verdadera alegría para el maestro impresionista. Tiempo después de establecer su carrera, el artista conoció a su musa, la modelo Lise Tréhot. Su belleza le permitió explorar la belleza femenina, y empezar a hacer más retratos. Esta alianza se desarrolló con los años hasta convertirse en una bella amistad. 

Aún en sus últimos años de vida, Renoir no perdió su gusto por la pintura. La constante energía positiva que brindaba al mundo del arte, su alegría de vivir. Siguió creando a pesar de un caso severo de artritis que le causaba inmovilidad en su brazo, rodillas y pies. Para seguir con su trabajo el artista necesitaba asistencia de un tirante para poder manipular el pincel. Su hijo, Jean Renoir, siguió los pasos de su padre y se convirtió en artista, solo que opto por producir películas en lugar de pinturas.

Renoir falleció en un tranquilo pueblo de Francia, Cagnes, el 3 de diciembre de 1919. En sus últimos años, el artista dudaba sobre su papel en el mundo del arte, seguía inseguro sobre su propio talento y su legado. Pero ahora lo conocemos como de losa artistas impresionistas mejor conocidos en la historia del arte. Pierre nunca se hubiera imaginado a donde lo iba a llevar su pasión y su talento, de pintar cerámica en una fábrica a ser parte de una revolución estética. 

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