Columna por: Celeste Espinosa
“En esta temporada hay que recordar que el impulso que nos da el sol, regente de Leo, nos servirá para lo que estemos buscando […]”
La Leo Season llegó con fuerza a iluminar como el sol, no soy ninguna experta, pero cualquiera que tenga nociones del zodiaco sabrá lo que se dice de los Leo, entre lo que destaca siempre su egolatría. Así que si te encuentras en un punto explosivo donde sientes que debes priorizar tus emociones y poner más límites, tal vez sea la Leo Season impulsándote a salir del caparazón y invitándote a vivir intensamente. Es una época adecuada para reconciliarse con unx mismx y experimentar con ello, como Marlene Nourbese Philip en este poema traducido por León Félix Batista:
Meditaciones de la muchacha de pómulos volátiles sobre la declinación de la belleza
Si no Si no Si No Si no en el tuyo En el de quién En el lenguaje de quién Soy yo Si no en tuyo En el de quién * En el lenguaje de quién Soy yo Yo soy Si no en tuyo En el de quién Soy yo (si no en tuyo) En el lenguaje de quién No soy No soy Soy tuya Si no en tuyo Si no en tuyo En el de quién En el lenguaje de quién Yo soy * Muchacha de pómulos volátiles: Ella es Yo soy Mujer del trasero que vuelve locos a los hombres Y si no en el tuyo Dónde está la mujer de nariz ancha como su propia fuerza Si no en tuyo En el lenguaje de quién Está el hombre de labios de luna llena Acarreando la medianoche de color Partida por las estrellas, una sonrisa Si no en el tuyo * En el de quién En el lenguaje de quién Yo soy No soy Estoy Soy tuya No estoy Soy tuya Soy yo Yo soy Si no en tuyo En el de quién En el lenguaje de quién Soy yo Si no en el tuyo Bella.
Sin embargo, como todo, la Leo season puede influir en nuestra forma de relacionarnos de manera negativa, se dice mucho que los nacidos bajo este signo son personas poco empáticas que consideran que su razón es la única válida, lo que en ocasiones los convierte en personas poco flexibles, egoístas y perdemos el contacto con el lado compasivo, en este sentido, Edwin Madrid, de Ecuador, expresa en el siguiente fragmento de poema la forma más cruel de llevar el instinto ególatra al límite:
Delicias de la noche
Obedezco a una noble traición perversa amo el dolor, la belleza y el rencor, sobre todo, la crueldad. Conservo recuerdos insurrectos de mi infancia, rememoro la faz marchita de personajes que me instruyeron en una degeneración ilustre. Reconstruyo escenas macabras que presencié asombrado e inocente. Mi espíritu es desde aquellas noches crítico y blasfemo contra el mundo y sus habitantes, esto sería suficiente para dar cuenta de mi desbordada existencia. Detesto a mis semejantes quienes pueden inspirarme únicamente epigramas inhumanos. Confieso que desde muy joven realicé actos que despertaban el pánico y el aturdimiento de los viejos. II Nunca me sedujeron los placeres mundanos y siempre he recurrido a la soledad. Aqiev me atrajo por su bosque yerto y su inhóspito paisaje, allí el río cruza como un chorro de sangre, y sus márgenes torcidas son azotadas por vientos putrefactos que en las noches invaden el aire de manera demencial. La curiosidad me indujo por sus parajes, cada vez más desolados, donde el graznido de los pájaros de mal agüero y la oscuridad de la noche me solazaban en mis pensamientos. [...]
En esta temporada hay que recordar que el impulso que nos da el sol, regente de Leo, nos servirá para lo que estemos buscando, para mí el calor del sol y el fuego significan la fuerza renovadora, el momento de explosión en el que la única posibilidad parece ser la combustión pero que en el proceso irradia luz, fuerza, ímpetu devastador capaz de poner fin a cualquier sufrimiento, así que este poema del poeta mexicano Emi G. Canchola me parece un gran ejemplo de la fuerza transformadora de la que hablo:
Mi madre y yo somos la tumba en la que papá se arrojó
El abuelo respaldado por los ancestros le enseñó a papá que todo hombre guarda su luz en una caja de metal papá en el baño se prueba la ropa de mamá le dice al espejo una y otra vez no soy hombre no soy hombre no soy hombre al abrir la puerta de su cuerpo se asoma un jardín de rosas árboles que tocan las nubes cielo atrapado que quiere salir mi madre y yo somos la tumba en la que papá se arrojó pero los muertos nunca mueren se mantienen intactos en la memoria resucitan al tercer día o nacen papá volteó el revés de su piel nació con la boca llena de polen y los pétalos debajo del vestido desmontó la cerradura abrió la caja de metal una luz intensa devoró la casa creció la vegetación en el pasillo los árboles despedazaron el techo un río se llevó nuestros muebles mamá no soportó la luz quedó ciega muda y ciega se fue no sin antes condenarlo en el nombre del Señor al fuego eterno y papá se incendió y yo nunca pude apagarlo.
Last modified: agosto 5, 2022
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