Q&A con el terror: se estrena la película “Un día cualquiera” en la XXII Edición del Festival Macabro

Entrevista por: Nayeli Vargas

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Llega el thriller psicológico Un día cualquiera a la XXII edición de Macabro. Cuando pensamos en cine de horror, ¿imaginamos la noche fría, gritos, un arma ensangrentada o un monstruo gigante de color verdoso con alas draconianas y tentáculos?

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Agosto nos trajo este sentimiento espeluznante convertido en cine en la XXII Edición de MACABRO, FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE HORROR DE LA CIUDAD DE MÉXICO.

MACABRO se ha caracterizado por mostrar una programación de lo mejor del cine contemporáneo independiente tanto nacional como internacional, con el exceso de oscuridad y misterio que nos encanta, con la reflexión del cine como  espejo de los rituales y el culto de lo que nos aterra, de lo que no conocemos o de aquello que revela la realidad.

Este último es el caso del thriller dirigido por el español José Texeira: “Un día cualquiera”, que ha sido galardonado con el premio REMI, que acredita a la cinta como la mejor película de suspenso en el Festival Internacional de Cine de Houston.

Narra las realidades perpetuas y sociales de nuestra actualidad, mostrando el horror de la mente humana que solo unos cuantos son conscientes y otros que resisten y son dominados ante el atropello del gusto y placer de otros. Éste Después de su apreciación en la Cineteca Nacional, disfrutamos de un Q & A con el elenco y director de la película, y lo que nos compartieron nos hicieron entender aún más los elementos narrativos y los motivos, que no solo nos congregan para apreciar y disfrutar en la butaca, sino que también explica la esencia de MACABRO como el festival de horror del que nadie escapa.

Sean bienvenidxs, cuéntenos ¿cómo les ha recibido Macabro?  

José Texeira (Director): Bueno, hola, lo que comentaba en el Q & A, y no es por peloteo, pero la gente de aquí es encantadora. Habrá gente mala, gente buena, pero de verdad nos hemos encontrado con un cariño y con una cercanía como si fuéramos familiares, y eso me ha sorprendido mucho. Todas las personas son maravillosas, de verdad.

Tampoco es porque no hayamos tenido ningún problema, sino que todo lo que hemos tenido ha sido buenísimo, como vosotros, con respeto. No es que en España no se haga, pero me sorprende, me sorprende mucho.

La verdad tenía la expectativa alta, del festival, pero cuando he llegado y he visto todo lo que se hace aquí… Todas las sedes, la organización, igualmente el trato y la cercanía de todo el equipo, todos con buena palabra, con buenos gestos.

Una maravilla de organización. La sala enorme; Edna siempre está ahí y tiene mil cosas, seguro, por hacer, y siempre está aquí con nosotros, siempre pendiente. En festivales de cine, es de las mejores experiencias, en cuanto a profesionalidad, organización y a personas que siempre están sonriendo. ¡Pero una sonrisa de verdad, no fingida! 

Joder, me alegro mucho de estar junto a esta persona y tener la suerte de haberla conocido. 

Raquel San Felipe  (María): Por mi parte, es la primera vez que vengo a este país, hemos venido con el Festival Macabro, que nos ha dado esta oportunidad y este es mi primer largometraje, de hecho y es un estreno latinoamericano, no se había visto hasta ahora. Claro, ha sido muy emocionante el poder estrenarla en una pantalla tan grande y que el público reaccione tan bien; que haya gustado tanto ante los toques de comedia.

Y no sé, interpretativamente estamos muy contentos con el trabajo que hemos podido dar, y que pero es verdad que hay mucha preparación previa. Han sido dos años de ensayos para este papel, porque todo iba a rodarse antes de la pandemia, entonces nos cerraron.

Les cuento que en mi caso, le dije a José, “venga, vamos a ensayar, yo me grabo con la cámara en mi casa” y lo que hacía era grabar con el móvil las réplicas de los otros actores, dejar un espacio en blanco para poder agregar mi parte y entonces tenía que aprenderme los tiempos para ir metiendo mis cachos de interpretación e ir recibiendo la réplica. 

Era todo grabado y así cada semana recibíamos un feedback por parte del director en correos ya que él estaba en Extremadura. Y con la pandemia no podías ir a ningún lado, en principio fue pesado ensayar y por eso lo hicimos de esta manera.

JT: Sí, la pandemia dificultó tantas actividades, pero supimos acoplarnos, ejemplo la adecuación musical, yo le iba dando matices al compositor y conforme a eso se fue creando una excelente música, que evidentemente fue Paco Ayela, de España, y todo a través de internet, se le mandaban las escenas.

Y lo curioso es que no nos hemos visto nunca físicamente, ahora que lo pienso. En videollamadas y demás, así fue la relación. Creo que esta pandemia nos ha hecho reinventarnos. Si de verdad se quiere evolucionar, se quiere seguir trabajando, toca buscar un poco las formas. La interpretación ha sido así, la música se hace así. Toca seguir remando.

De la misma manera, Ariane Gaisán (Martha) remarcó que la experiencia del festival brinda al público y hasta a los actores y directores invitados a contemplar el terror de diferentes formas ya que tienen una selección de películas que han encantado.

Para mí, Macabro me está pareciendo una experiencia única porque es un festival que a pesar de estar lejos de nosotros, nos ha cuidado muchísimo, tratándonos increíble.

La cultura mexicana nos está encantando y desde el horror, la selección de películas que han hecho es súper buena, hemos visto películas que nos han flipado y la verdad es que es un placer estar aquí.

Maldad: la psique del personaje

Hablemos del arquetipo del personaje malvado, ¿consideran que los personajes que aterran deben ser malos? Esto fue lo que nos contestó.

RSF: ¿Sabes qué pasa? Yo no lo concibo así. Creo que al final todo actor tiene que querer a su personaje. En mi caso, si pienso que mi personaje es mala, es una cabrona, no podría interpretarla; siempre, al final, una persona nunca se considera mala. Entonces yo lo que quise fue buscar cómo se podía justificar el comportamiento de María.

Por otro lado, también exploramos la entrega de las múltiples emociones que se logran reconocer durante el miedo o terror, como es el caso de Agus Carreño (David). ¿Cómo es representar la culpa? 

Claro, la culpa no siempre es fácil de entender, ya que es un rango emocional que no brinda terror, sino que lo va gestando, hasta explotar, en ese sentido de la verdad que tenemos dentro y qué reflejamos en consecuencia. La culpa es un terror que le gusta tomarse tiempo para verle de frente. 

Claro, entonces ¿cómo se justifica? Así como en el día a día, ¿el terror puede ser algo común, y en consecuencia no nos sorprende las barbaries que nos paralizan? 

RSF: Vale, yo creo que “el fin justifica los medios”. 

Es decir, en el film se dice “esta gente, al final, son como cobayas que sirven para un bien mayor. Yo estoy aquí para experimentar con gente, para intentar sacar un aprendizaje y eso ponerlo en una sociedad que mejore todo el sistema”. 

Es al final un poco como la gente que experimenta con animales. Es algo muy bárbaro, una barbarie absoluta, el que estén cortando orejas o les pinchen, pero la persona que lo hace no considera que está haciendo algo malo. Lo hace porque ellos consideran, “bueno, es mi trabajo, y es para un fin mayor”, y es una absoluta barbarie, pero ellos se justifican.

Ahora hablemos del miedo, ¿esta película es ficción o un reflejo de muchas realidades?, ¿el miedo puede matar?

Mila Villalba (Pilar): Considero que esos miedos son lo que se explora en este festival y en esta película. Ejemplo de ello fue mi personaje, fue muy fácil conectar con Pilar, porque es una chica muy sensible y continuamente tiene ese miedo del dolor, y creo explora el miedo que tenemos al hacer algo que no queremos o que estamos orillados a hacer y que quizá, es por eso que se inician los planes que nos destruyen, aunque tengas un motivo altruista.

Y eso es muy real y todos lo conocemos.

¿Entonces está aquí, en Macabro, porque es real?

RSF: Realmente, yo considero que la realidad  hoy en día, supera la ficción. Tú piensas que esto no ocurre, pero siempre está impregnado de algo de la realidad. Ese exceso de violencia que vivimos hoy en día con las redes sociales, con el internet; todo se tiene más a mano y la gente se vuelve insensible, de absolutamente todo. Es una auténtica locura.

Yo creo que al final el film sí refleja un poco la sociedad que podemos estar viviendo hoy en día. Es algo aterrador.

Alberto Trejo (José) también lo consideró como fuerza para preparación y concepción de interpretar el miedo en su personaje.

En primer lugar, muchas gracias por haber venido, es un placer.

Sí lo considero ya que mi personaje, es un personaje que intenta siempre que todo esté bien, con esa capacidad de liderazgo, priorizando a su familia, lo cual da un giro muy concreto e interesante, con unos niveles de emocionalidad, de tristeza y de rabia muy, muy heavy. Tanto que estuve como una hora fatal, sintiendo, entonces esto es un retazo, es real, y se ve bastante en el festival, no estamos exentos. 

Incluso con lo que se hace, con ustedes con The Net Curator, muchas gracias por el trabajo que hacéis, difundiendo el cine y difundiendo la cultura que es muy importante al día de hoy. En general siempre, pero sobre todo en estos tiempos difíciles de censura que también nos paraliza. 

Es hacer una sincronía entre los miedos internos y lo que hacemos con ellos.

¿Por qué nombrarlo como Un día cualquiera?

JT: Básicamente lo que se refleja es hacerlo a partir de una manipulación. Es lo que quería que se representara. Hoy en día hay que tener mucho cuidado con lo que consumimos porque hay tantas fuentes de información que puede llegar a transformarnos como personas. Nuestras creencias, nuestros objetivos mismos pueden cambiar de hoy a mañana simplemente por algo que nos han contado o hemos leído.

Por ejemplo, lo que pasa en la película. Están los personajes, se lanza una información, y esto es curioso porque el público que también recibe esa información, se lo cree. ¡Pero si es el comentario de alguien!

Es como si dijera algo aquí y se me cree. Habría que contrastar la información. No porque entre un personaje y diga “aquí ha pasado esto, esto y esto”, el resto de los personajes le escuchan, le creen y reaccionan ante eso. 

¿Significa que lo más difícil de hacer terror es hacerle creer a la audiencia que lo que se proyecta es real? ¿Qué es lo más difícil del género?

JT: Lo más difícil, no lo sé, la verdad, pero lo peor en nuestro caso es realizar algo predecible. Algo que estás viendo y sabes pasa esto, entonces el personaje va y hace esto, y tú estás sentado haciendo otra cosa. O, “verás cómo termina así”.

De verdad valoro muchísimo cuando me sorprende una película… o un cuento, un libro. Aunque es cierto que con todo lo que se conoce, es más difícil sorprenderse, pero cuando llega alguien y logra hacerlo, es algo que valoro y valoramos.

Uno esperaría ver en festivales como Macabro, cosas como sangre y muerte, pero en Un día cualquiera, encontramos incluso sátira y humor, ¿consideran que estos elementos se encuentran de la mano con el terror?

JT: Considero que el miedo tiene muchas maneras, y en el terror puede haber sangre, o puede que en otras ocasiones una sombra pueda llevar a que el terror se sienta mucho más. A mí me gusta más insinuar. 

Quizá se pueda tener más miedo a aquello que no puedes ver, a lo desconocido. No puedo intentar escapar si no sé qué es lo que hay. 

RSF: (Entre risas) Y de lo que no sabían hasta ahora, te lo explico con una anécdota, al final de las grabaciones, nos hicimos un tatuaje colectivo, y ¡mira, lo tengo aquí en mi pie!

Y todos tenemos una X porque, bueno, al final era como… Un tatuaje es algo muy personal y queríamos hacer algo muy genérico que nos sirviera a todos; algo pequeño, también, porque trabajando como actores no podemos tener muchos tatuajes. Entonces dijimos, “un día cualquiera… un día equis” y quedó una “X”.