¿Qué significa el cubo dorado de $11.7 millones de dólares en Central Park?

New York, New York, conocida como una de las ciudades más importantes para la industria del arte. Una ciudad con bagaje cultural impresionante, con estrellas de hollywood, escritores, ensayistas, artistas y leyendas. Las calles de NY siempre despiertan con un nuevo proyecto artístico, como el graffiti, las instalaciones y ahora un cubo enorme hecho de casi 200 kilogramos de oro de 24 quilates. 

El artista Nicolas Castello se apropia del espacio de la ciudad con su nueva obra, un tipo Socle du Monde de Pierre Manzoni, que puede parecer innecesaria o exagerada, pero realmente habla mucho sobre el clima cultural que estamos viviendo. 

Su locación actual en el legendario Central Park, implica muchos conflictos de seguridad, de tal manera que el cubo tiene guardias personales que cuidan su integridad 24/7. Esta pieza claramente no esta a la venta, pero según el equipo del artista la pieza está valuada en $11.7 millones dólares, además que sirve para publicitar su nuevo proyecto en el ecosistema cripto: su criptomoneda Castello Coin, con un precio inicial de $0.44 centavos americanos por cada una. 

“Una obra de arte conceptual en todas sus facetas, creada para reflejar algo nuevo fuera de este mundo, algo intangible”

cASTELLO PARA aRTnET nEWS

Además de la criptomoneda, el artista planea lanzar su propia colección de NFTs este 21 de febrero, se organiza una subasta especial para el trabajo de Castello. 

Parece muy correcto en nuestro presente contexto cultural que esta sea la primera obra de arte que resuena en las noticias en lo que va del año. Apenas empieza 2022, un año después de la explosión cultural de los NFT, y podemos ver el impacto del medio digital al mundo del arte. Desde hace tiempo se ha buscado una manera de transportar lo digital al mundo físico, con galerías y exposiciones de NFTs, prints de criptoarte y más. 

Pero esta es la que más estragos está causando en el círculo. Un bloque de oro irrumpe el espacio público, expone de manera exhuberante la riqueza y belleza que el mercado del arte se enorgullece de crear. Se quedó en el parque unos momentos en la tarde, pero en la noche la pieza fue transportada a un edificio en el barrio de Wall Street para ser mostrada durante una cena privada atendida por inversionistas y celebridades. 

El oro regresó a Wall Street. 

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