Fue el domingo por la noche al finalizar el festival, que Frank Ocean decepciono a sus fans con un show que dio inicio una hora y media después de su horario anunciado.

Este viernes la sensación puertorriqueña Bad Bunny abrió uno de los festivales más grandes del mundo, Coachella. El cartel de este año incluía actos de músicos diversos; el sábado, Rosalía y Blackpink iluminaron el escenario principal. El místico internacional Frank Ocean puso fin al festival el domingo con su primera actuación en la zona desde 2017

El tremendamente exitoso (y rico) festival de Coachella 2023 llega tras unos años turbulentos para el festival y, más en general, para la música en directo. Debido a la pandemia de COVID-19, Travis Scott y Kanye West cancelaron sus apariciones como cabezas de cartel previstas para 2022, y las ediciones de 2020 y 2021 también fueron aplazadas.

Con cabezas de cartel de Puerto Rico y Corea del Sur, así como superestrellas internacionales de Nigeria y España, el Coachella de este año fue extremadamente diverso. Desde la presentación de la española Rosalía, el fenómeno de KPOP Blackpink, el puertorriqueño Bad Bunny y la presentación del icónico Frank Ocean. 

El viernes y sábado las presentaciones se realizaron sin preocupaciones, pero fue el domingo por la noche al finalizar el festival, que Frank Ocean decepciono a sus fans con un show que dio inicio una hora y media después de su horario anunciado, con silencios largos entre canciones y una despedida prematura. 

¿Qué sucedió?

Frank y su equipo planearon cuidadosamente el escenario para que pareciera un estudio de grabación, con Frank desplomado sobre un micrófono en el centro mientras una banda en directo tocaba detrás de él y el personal del estudio atendía todas sus peticiones, mientras aparecía ante decenas de miles de espectadores. A pesar de la proximidad, de vez en cuando se levantaba la capucha de su abrigo azul para ocultar su durag negro y la mayor parte de su cara, dejando solo asomar su larga barba. 

El reclusivo músico también ofreció a los fans un adelanto de su nueva música, al tiempo que ofrecía una visión poco común de su proceso creativo. Aunque el público no podía ver lo que estaba ocurriendo o dónde estaba Frank, la transmisión de vídeo de alta definición llenó algunos de los espacios en blanco con imágenes descarnadas y a veces discordantes que se desarrollaban como un documental.

Durante su set, el cantante hizo un pequeño discurso sobre su presencia en Coachella y lo que significa para él. En el mismo menciono a su hermano, Ryan Breaux, quién falleció en un trágico accidente de coche en 2020.

“Saben, estos dos últimos años, mi vida cambió tanto….Mi hermano y yo, veníamos mucho a este festival. Él me arrastraba aquí la mayoría del tiempo porque odiaba el polvo de aquí, siempre me iba con una infección respiratoria, o lo que sea. Así que evitaba venir, pero siempre acababa aquí. Uno de mis mejores recuerdos es ver a Rae Sremmurd en, no sé qué escenario, con mi hermano. Y Travis [Bennett], no sé si Travis/Taco están por aquí, pero estábamos bailando en esa carpa al ritmo de su música, y sé que le habría hecho mucha ilusión estar aquí con todos nosotros. Quiero darles las gracias por el apoyo y los oídos y el amor durante todo este tiempo”.