Columna por: Celeste Espinosa
“Cuando nos rompen el corazón sentimos que se nos va el aire, que incluso teniendo cariño, no habrá nada que llene nuestra expectativa como lo haría nuestra pareja […]”
Recientemente pensaba en lo importante que resulta tener una buena lectura a la mano a la hora de experimentar una emoción fuerte, sin duda alguna, una de las emociones más fuertes que podemos sentir es cuando nos rompen el corazón… Me atrevería a decir que a todos y todas nos ha pasado alguna vez y si bien el grado de intensidad en torno a ello varía dependiendo de un montón de factores, podemos coincidir en que no es un estado agradable. Cuando nos rompen el corazón sentimos que se nos va el aire, que incluso teniendo cariño, no habrá nada que llene nuestra expectativa como lo haría nuestra pareja, de ahí, pienso yo, que nos podemos volver tan pasionales, tan llenos de una fuerza que dista mucho de ser vital, que puede derrumbarnos si no tenemos la capacidad suficiente para frenar el descenso.
En esta forma tan particular se encuentra Idea Vilariño, una mujer cuya carrera de escritora inició en Uruguay, dónde escribió poesía, ensayo y crítica literaria, el inicio de su vida estuvo siempre rodeado de literatura pues padre también fue un poeta y madre era una gran aficionada a la lectura. Idea Vilariño siempre tuvo una postura frente al mundo muy particular, comenzó a escribir desde muy joven, siempre mostró una madurez literaria que la llevó a ser reconocida internacionalmente. Su historia se asemeja a la de Alejandra Pizarnik en cuanto que los problemas de salud también la hicieron una persona muy sensible en torno a todo en su vida, de ahí que cada uno de sus poemas plasmara un poco de esa intensidad con la que se permitía vivir. Formó parte de la generación del ‘45 en compañía de autores como Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Amanda Berenguer, entre otros.
Personalmente, leer a Idea Vilariño siempre logra dejarme una sensación muy pasional, con ella he explorado el lado más intenso de sentir desde un sentido profundamente visceral:
Amor

Amor desde la sombra desde el dolor amor te estoy llamando desde el pozo asfixiante del recuerdo sin nada que me sirva ni te espere. Te estoy llamando amor como al destino como al sueño a la paz te estoy llamando con la voz con el cuerpo con la vida con todo lo que tengo y que no tengo con desesperación con sed con llanto como si fueras aire y yo me ahogara como si fueras luz y me muriera. Desde una noche ciega desde olvido desde horas cerradas en lo solo sin lágrimas ni amor te estoy llamando como a la muerte amor como a la muerte.
Vilariño, como ya mencioné, busca explorar la emociones, incluso aquellas emociones que pueden provocar un rechazo natural, mediante imágenes claras y con el uso del oxímoron que implica referir lo que usualmente es visto como algo positivo de forma contraria, el ejemplo perfecto es el siguiente poema:
El miedo

Es amarillo afuera ay dios es amarillo como un pájaro seco hiriente y desplumado como qué doloroso. Tiene miedo la tarde tiene horror la mañana el día que lastima o se afila los dientes. La noche hace una casa negra pura y de todos. La noche hace una casa pero el terror golpea y la llena de ojos. Es amarillo afuera ay dios es amarillo como un pájaro muerto como una aguja de oro de hielo como un grito. Es amarillo afuera y adentro es amarillo.
Por otra parte, Vilariño emplea la metáfora como recurso por excelencia para llevar al lector de la mano, de forma muy particular es capaz de transportar a la sensaciones con las que escribió cada uno de sus versos, de forma puede ser devastadora la manera en la que muestra las inquietudes que movieron su vida:
Se está solo

Solo como un perro como un ciego un loco como una veleta girando en su palo solo solo solo como un perro muerto como un santo un casto como una violeta como una oficina de noche cerrada incomunicada no llegará nadie no pensará nadie en su especie de muerte no llamará nadie nadie escucharía sus gritos de auxilio nadie nadie nadie no le importa a nadie. Como una oficina o un santo o un palo incomunicado solo como un muerto en su caja doble golpeando la tapa y aullando y en casa los deudos ingieren neurosom y tilo y por fin se acuestan y al otro la muerte le tapa la boca se calla se muere y le arrecia la noche solo como un muerto como un perro como como una veleta girando en su palo solo solo solo.
Last modified: agosto 1, 2022
[mc4wp_form id="5485"]