“Women”. Una exploración de Greta Gerwig

Columna de: Camila Casas


“Greta Gerwig nos da un mapa que ayuda a desentrañar las verdades crudas y emotivas que definen nuestras relaciones más íntimas. Nos recuerda que, a pesar del peso de las expectativas y los roles predefinidos, somos mujeres. Complejas y en constante evolución”.


En esta industria, dominada por el lente masculino, las emociones a menudo son enterradas bajo una gruesa capa de expectativas y roles predefinidos. Greta Gerwig, aclamada directora de cine, destaca estas emociones hasta un punto muy personal.

Su estilo cinematográfico es claro y emotivo, emerge como una voz empática dispuesta a plasmar la verdadera experiencia femenina, especialmente las relaciones entre madre e hija. Su carrera cinematográfica ha llegado a un momento muy impresionante este año con el estreno del estreno de verano más esperado, Barbie. Pero, a través de sus películas Lady Bird y Little Women, Gerwig nos invita a sumergirnos en las complejidades de los lazos familiares, desentrañando sus hilos invisibles y revelando las feas verdades de maternar y ser hija. 

“But do you like me?”

Es en Lady Bird, donde Gerwig inicia a retratar una relación maternal compleja, que se tambalea bajo el peso de las expectativas y las aspiraciones no cumplidas. 

Christine “Lady Bird” busca expresar su individualidad desde distintas formas, todas encontradas con desaprobación de su madre. Mientras, su madre, se ve reflejada en su hija. Encontrando en ella una sombra de sus propias luchas y desilusiones. 

Entre una lucha de amor, familiaridad, desilusión y mucha presión social, se refleja la culpa que carga Lady Bird al no ser la hija que esperaba su madre y el deseo de Marion por darle más a su familia. La presión económica siendo la base de sus problemas emocionales. 

Al final, Christine se nombra con orgullo, la hija de su madre. Mario aprende a ver a su hija no como una extensión de sí misma, pero como su propia persona.  Estas mujeres se encuentran en un abrazo apretado pero frágil.

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“I’m so proud you’re my daughter

Y luego llega Little Women, un remake del conocido libro escrito por Louisa May Alcott. Aquí Greta se sumerge en una época donde el rol de la mujer estaba predestinado. Explorando a la matriarca y las mujeres de la casa March, cada una luchando por su voz y su lugar en una sociedad que las relega a roles constrictivos.

Jo, Amy, Meg, Beth y Marmie nos demuestran el poder de la unión femenina, la fortaleza que en la familia y las distintas maneras de ser mujer. Algo distinto a otras versiones de Little Women, es que Greta desarrolla a fondo el personaje de Amy, que en otras generaciones es retratada como infantil, egoísta y tonta. Pero con la dirección de Gerwig y la actuación de Florence Pugh, Amy se convierte en un personaje tridimensional, con sus propias expectativas en el amor, pasiones y deseos. 

La ambición de Jo la ciega a las realidades de su familia, Marmie se encarga de regresarla a la tierra y se maternar hasta los deseos más egoístas de las hermanas March. Al perder a su menor, Beth, la relación de la familia se fortalece. 

Life’s too short to be angry at one’s sisters.

Saoirse Ronan como Jo en Little Women. 

En ambas películas, Gerwig nos lleva al corazón de las relaciones entre mujeres. Lejos de una mirada patriarcal, donde los dolores y las alegrías se entrelazan de una manera especial- como solo la conocen madre e hija.  A través del ritmo pausado de las conversaciones, los matices de las miradas y los momentos íntimos que nos transportan en el tiempo, Gerwig nos permite presenciar la complejidad emocional de estas relaciones y nos invita a reflexionar sobre nuestras propias experiencias.

Sentada en una sala de cine llena de mujeres, chicas y grandes, esperando a ver la película más esperada del verano- y me atrevería a decir del año- una pregunta surgió en mi mente: ¿Cómo Barbie, esa icónica muñeca y franquicia de Mattel, planea manejar ka conocida temática de Gerwig? Siento que en su mundo de fantasía, los roles de hija, cuidadora y mujer se difuminan, perdidos en una sociedad irreal y desconectada. Barbie se convierte en una representación de una identidad perdida, incapaz de encontrarse en su mundo ficticio y perfecto.

“And if all of that is also true for a doll just representing women, then I don’t even know…”

SPOILER ALERT

Margott Robbie, la Barbie estereotípica, solo cobra “vida” cuando una madre de familia, desconectada de su propia hija, empieza a jugar con ella como forma de escapismo. Durante su aventura en “Barbielandia”, Gloria (America Ferreira) y Sasha (Ariana Greenblatt) se reencuentran como una familia. Ambas aceptando las partes más infantiles, obscuras y raras de cada una. Inspiradas por cada Barbie en “Barbielandia” 

Aunque, siendo sincerx, me sentí descepcionadx por el guion de Barbie (Creado por la gran dupla de Greta Gerwig y Noah Buambach), me siento agradecida por directores como Gerwig, que nos retan a explorar nuestras relaciones con la feminidad y la maternidad, enfocando las relaciones entre madre e hija como un papel fundamental en la formación de nuestra identidad. 

Greta Gerwig nos da un mapa que ayuda a desentrañar las verdades crudas y emotivas que definen nuestras relaciones más íntimas. Nos recuerda que, a pesar del peso de las expectativas y los roles predefinidos, somos mujeres. Complejas y en constante evolución. 

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