Yves Saint Laurent: una historia de estilo, perseverancia y sobre todo, éxito

Columna por: Ellie Rossenbanks

“Este diseñador francés pasó por la casa de Christian Dior y fungió como su asistente durante tres años, hasta que en 1957, el director de la firma, Dior, tuvo un ataque al corazón, dejando así a Saint Laurent a cargo, nombrádolo su sucesor.”


Ayer, primero de agosto, y dando por inaugurada la Leo Season (época del signo Leo), es cumpleaños de uno de nuestros leo favoritos en la moda: Yves Saint Laurent, mejor conocido por la importante firma de ropa que nació después de su salida de otra gran firma y de la que se hablará más adelante, ya que no todas las personas son conscientes de este hecho.

¿Quién fue Henri Donat?

Yves Henri Donat Mathieu-Saint-Laurent fue un diseñador y modista francés, nacido en Orán, una ciudad de Argelia, y si ustedes también se hicieron la pregunta de, ¿por qué es francés si nació en África? Aquí está el contexto y pequeño dato curioso del ícono. Yves nació en el año de 1936, en donde Argelia no era sólo Argelia, era conocida como “Argelia francesa” porque fue colonizada por el país un siglo antes (en 1830 y hasta 1962), este hecho le dio la nacionalidad francesa a nuestro protagonista del día. 

Este personaje es conocido por varias generaciones, sobre todo porque se le adjudica la creación del traje o esmoquin femenino cuando él tenía 36 años, y de la recuperación de la alta costura a sus cincuenta y algo años (ya que tomó varios años para la industria, por el movimiento hippie), es decir, en los años 80-90. También hay otros que siguen siendo subjetivos como la imposición de la “nueva feminidad” o lo que se considera como “la feminidad moderna”, eso no lo juzgaremos aquí, simplemente es un hecho que se puede destacar por el rompimiento o cambios de ciertos patrones en la ropa hecha para cuerpos de este género o por innovar al ser de los diseñadores pioneros que incluían a modelos “diversas” en sus desfiles.

Podríamos decir que Saint-Laurent fue un nepobaby (hijo del nepotismo) al nacer en una de las familias más adineradas de Orán, esto ayudó a que la Segunda Guerra Mundial pasara desapercibida entre sus privilegios, inclusive si seguía siendo una colonia francesa, que para contexto, era un enemigo principal para la Alemania Nazi. Mientras todo esto sucedía, él leía VOGUE (1892-actualidad) como muchas personas que leen o leerán esta columna lo hacen; además, él siempre se reconoció como una persona diferente, tanto en sexualidad (que hablaremos más tarde) como en gustos para la época y para lo hegemónico o esperado para su género y sexo, es por esto que llegaron a molestarlo en la escuela, por esa “diferencia”; no obstante, fue esa diferencia la que lo llevó a la firma de Christian Dior. Su madre fue parte de este sueño, ya que comprendió los gustos de Yves y lo inscribió en una escuela de diseño y patronaje de la ciudad.

Transcurrieron varios años desde 1950 en los cuales varios de sus diseños llegaron a París a través del concurso emitido por la Secrétariat International de la Laine (Secretaría Internacional de la Lana) en donde ganó por un vestido de cóctel, en donde lo solicitaron y en el lugar en el que pudo conocer al jefe de redacción de VOGUE Francia (la revista tiene diferentes ediciones dependiendo del país y la importancia, ya que, Latinoamérica es un conjunto que se publica en VOGUE México, sin embargo, la más importante a nivel mundial y de reconocimiento es VOGUE USA, o simplemente VOGUE, en donde aparecen las celebridades más importantes o las entrevistas más exclusivas, como hace poco la entrevista de Bella Hadid con la revista) en ese entonces: Michel de Brunhoff, y entre tantas conexiones conoció a gente importante, quienes lo impulsaron a participar en el concurso del siguiente año, cuando él ya definitivamente residió en la ciudad de París y en donde fue conocido por Christian Dior, quien decidió incluirlo en su firma como su asistente.

El “Andy” de la vida real

Podemos decir que hay un antes y un después en la vida de todas las personas, y en la vida de Yves, su entrada al mundo de la moda en 1950 podría ser el inicio de un final, sin embargo, la transición que tuvo desde ser modista o simplemente mandar bocetos, como lo hizo con aquel redactor en jefe que lo conectó, fue uno de los más importantes y trascendente eventos en su vida. 

Este diseñador francés pasó por la casa de Christian Dior y fungió como su asistente durante tres años, hasta que en 1957, el director de la firma, Dior, tuvo un ataque al corazón, dejando así a Saint Laurent a cargo de la firma y fue nombrado su sucesor. Así, con 21 años, Yves ya estaba dirigiendo una de las más reconocidas firmas de moda de París, él, junto a Coco Chanel y Christian Dior habían instaurado la alta costura en la ciudad, convirtiéndola de a poco y con su trayectoria en una de las cunas más importantes de la moda en todo el mundo, llegando así a lo que ahora conocemos como Haute Couture o Alta Costura.

Con toda la diferencia a la película “The Devil Wears Prada” (El Diablo Viste a la Moda), Yves no tomó otro camino después de perder a su maestro, sino que se quedó en el mismo oficio buscando la “liberación femenina” e instruyendo los cortes cuadrados en la alta costura con la “línea trapecio” en la ropa de dicho género, diseños con los cuales también triunfó como ya es de conocimiento público, sin embargo, sus modelos textiles y patrones fueron relativamente aceptados para los tiempos, ya que conservaban esa elegancia por la que ambos diseñadores y la única firma en el momento se habían caracterizado, pero no fueron del agrado de todas las personas.

Si bien este diseñador en ascenso parecía tenerlo todo controlado, fue reclutado para la Guerra de Argelia, quienes buscaban independizarse y logrando entre tanto, dos cosas: su emancipación de Francia y mucho estrés post-traumático para el modista, trauma que llevó a momentos de alcoholismo, drogadicción y series de eventos y crisis que no ayudaron al pronto regreso de Yves a su pasión: la moda. 

¿Cuántos finales puede haber para una persona?

Para marcar el final de otra de las temporadas en la vida del leonino tenemos que hablar acerca de su búsqueda para regresar a la marca que lideraba. Podría tomarse como un error o un acierto del antiguo asistente y diseñador de la firma del difunto Dior: Marc Bohan, el haber tomado posesión de la marca durante los años de ausencia de Saint-Laurent; digo un acierto o un error porque este evento es un parteaguas en la vida, no sólo de Yves, sino de la industria, ya que, al verse obligado a abandonar formalmente su antiguo puesto, decide, con su pareja: Pierre Bergé (empresario y co-fundador francés) comenzar su firma epónima de ropa de alta costura en 1961. 

Es así como las personas que conocían poco o nada a este diseñador, comienzan a escuchar cada vez más su nombre y sobre todo, conociendo directa o indirectamente sus diseños, siendo lo que es ahora y pasando por tantos nombres y dejando de ser Henri Donat, para ahora ser conocido únicamente como Yves Saint Laurent o también como el “revolucionario de la moda” en 1966 con una de sus colecciones más icónicas (sino es que la más importante): Rive Gauche, siendo esta lanzada en septiembre (uno de los meses más importantes de la moda).

Yves tuvo una vida realmente caótica, con altas y bajas, pero su muerte no fue igual de caótica ni memorable, al contrario: fue trágica y depresiva. Murió el 1 de junio de 2008 por un tumor cerebral, y mucho se habla de su adicción a los narcolépticos o a los antipsicóticos, si son o no una causa de su muerte o un secreto familiar que ahora lo es a voces. Murió en París, a la edad de 71 años, pero sus diseños, fragancias y elegancia sigue y perdurará.

Modelos icónicos de nuestro leoniano favorito

Para recordar a este diseñador al que muchas cualidades se le adjudican, entre ellas el de “trasgresor”, hablaremos de los que se consideran por la crítica y la sociedad sus mejores trabajos, los cuales se siguen intentando mantener por los y las diseñadoras de la marca.

Las transparencias fueron una parte importante de los diseños del francés, los textiles transparentes o con muy poca densidad eran y son parte importante de esta forma de vestir. Para esto necesitamos recordar los años en los que él solía vivir, que no eran menos de los 2000, años en los que mostrar un cuerpo de esa forma era algo complicado para una mujer por las repercusiones sociales (que aún persisten).

Otra de los diseños de los que ya mencionamos son los cortes rectos, que en su época fue una jugada muy arriesgada por la connotación social que tenía, ya que, recordemos que los cuerpos de las mujeres se buscan estilizados y curvilíneos, inclusive para las personas que practican el arte del dibujo realista o el diseño es algo muy común que se imponga esos trazos, el hacer el cuerpo de una mujer con curvas ya que, anatómicamente, el hombre (en general) poseé el cuerpo recto.

El más importante o de los más adjudicados a este modista, es el esmoquin femenino, que se instauró en 1966 y que desde ahí no ha dejado de aparecer en las revistas o alfombras rojas de cualquier evento importante.

Es así como hoy recordamos y festejamos a este caótico Leo que estaría cumpliendo 86 años, conocido por muchas personas y con una vida privilegiada como trágica. Sin importar cómo se conozca a uno de nuestros diseñadores favoritos: Yves, Henri Donat, Saint Laurent, YSL, sabemos que al menos se le conoce, y si alguna persona por mero descuido no lo hacía ya, con este artículo lo ha hecho, aunque siendo sincera, dudo que alguien no haya usado un diseño de este ser humano, directa o indirectamente, no propiamente de la marca, sino de los que él creó y fueron replicados por su iconicidad.

¿La elegancia no es olvidar lo que uno lleva puesto?

-Yves Saint Laurent

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