La industria de la moda no es la segunda más contaminante del mundo

Columna por: Ellie Rossebanks

Apoyando a la temática del mes: la Naturaleza, hay ciertos tips o consejos de acciones que cada persona puede realizar para contribuir un poco con el abuso de esta industria. 


Las fake news o noticias falsas son, como su nombre lo dice, información falsa, incompleta o sacada de contexto con el fin de crear un sesgo de información en la gente que las consume. Eventualmente todas las personas hemos caído en una, incluso sin saberlo y es un fenómeno tan interesante que hay veces en las que se crean y difunden con el propósito de demostrar este punto. Ningún tema está exento, desde la política, la salud e incluso la moda; hay variedad de mitos y teorías que rondan por el mundo de la moda justo como del que hablaremos hoy: “la industria de la moda es la segunda industria más contaminante del mundo”.

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Búsqueda de Google. Cortesía de Ellie Rossebanks

¿Quién lo dice y dónde empezó?

Al buscar información aparecen alrededor de 156 mil resultados, esto sólo en búsquedas en el idioma español con la frase “la industria de la moda es la segunda más contaminante”, en el idioma angloparlante se reflejan 36 millones 600 mil resultados al buscar “fashion industry most polluting” (la industria de la moda – más contaminante). Medios e instituciones como la UNAM, Sustain your style o UNIVA (Universidad Católica) hacen referencia a este mito, las dos primeras solamente mencionando la fuente pero no añadiendo un hipervínculo que nos pueda orientar más o nos relacione con el artículo en cuestión proveniente de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés). 

La buena noticia es que la última fuente sí tiene un enlace que nos dirige a un artículo de las Naciones Unidas con el título “El costo ambiental de estar a la moda”, pero este no nos da información clara, ya que vuelve a citar a la UNCTAD con un enlace roto y dicho artículo de la Conferencia no existe.

Escala de tiempo

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Interfaz gráfica del enlace al que nos dirige el artículo de las Naciones Unidas. Cortesía de Ellie Rossebanks.

¿Cuál es el origen?

De acuerdo con el artículo de The New York Times titulado “The Biggest Fake News in Fashion” publicado en 2018, toda la investigación tiene su origen en un artículo de OneGreen Planet (una organización ambientalista que lucha por el medio ambiente y la naturaleza) en el que se llega a la conclusión de que la industria de la moda es la segunda industria más contaminante del mundo, sólo por detrás de la del petróleo. Lo curioso de esto es que llegan a citar a Eileen Fisher, una diseñadora de moda, y sucede exactamente como en el caso anterior, las fuentes se vuelven otras fuentes que, a su vez, citan otras fuentes y la referencia original realmente no existe. Posteriormente se le preguntó a Fisher y recurrió a citar a otra fuente diciendo que creía haber sacado la información de “The True Cost” (El costo real), un documental que sigue el camino de las prendas y todo el proceso, por lo que el director Andrew Morgan fue otra fuente junto con el Glasgow Caledonian Fair Fashion Center (Centro de Moda de la Feria de Caledonia, Glasgow) debido a que la diseñadora también procedió a nombrar al centro. Tal como en un teléfono descompuesto, se le preguntó a la vicepresidenta de la institución nombrada acerca de la información, por lo que citó de vuelta al director del filme reiterando la información de Fisher y Morgan referenció a una conferencia de moda sustentable llamada “Copenhagen Fashion Summit” (Cumbre de la Moda de Copenhague) argumentando que él participó en ella y de ahí procedía la información dada en el 2008. 

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Artículo de The New York Times. Cortesía de Ellie Rossebanks.

Si todo esto ya parece en extremo confuso, la cadena sigue por un par de personas más, después de las declaraciones de Morgan se le preguntó a un ex miembro de las conferencias de dónde provenía la información, Jonas Eder-Hansen refirió a Eva Kruse, directora de la Global Fashion Agenda (Agenda Global de la Moda), una institución destinada a la sustentabilidad en la industria de la moda. Kruse refirió que sus fuentes provenían de Deloitte, una firma internacional y privada que ofrece servicios profesionales, a lo que finalmente se llegó con Linda Greer, una antigua científica de la compañía en la parte del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y declaró: “Hace aproximadamente una década, estuve estudiando las industrias que contaminaban en China, y la moda surgió en relación con el agua. Pero realmente depende de lo que se esté mirando”, dejando inconcluso el tema y argumentando que realmente no sabe de dónde tomó esa información.

Imagen que contiene Gráfico

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Personas por las que pasó la información (orden de izquierda a derecha). Línea de flujo por Ellie Rossebanks.

¿Entonces no contamina?

Que no haya una fuente concisa, no significa que los 7 mil 500 litros de agua que son utilizados para hacer un par de jeans no sean reales o la información sea falsa. Realmente la industria de la moda es más grande de lo que se piensa, desde los diseños de telas que toman hasta 3 años en fabricarse a la perfección (aunado a todas los residuos y materia prima que se gasta), hasta la luz que se consume en los aparadores por más de 12 horas en las tiendas departamentales, las cientos de marcas que existen y  la contaminación que provoca el lujo, como el caso de las marcas bien posicionadas que queman su stock o productos restantes al finalizar la temporada sólo para que siga la exclusividad y la demanda de la marca, además de buscar que no afecte a los números que maneja la empresa. Es decir, por este tipo de acciones no se puede valorar el impacto que tiene esta industria, y no sólo porque no sea posible, sino que tampoco se ha querido indagar mucho en el tema ya que, al ser una industria multimillonaria, hay gente importante en demasía dentro de ella, velando porque este tipo de noticias o información no salga a la luz. Marcas como Louis Vuitton, Adidas, Puma, CELINE (Céline), Burberry e inclusive Cartier son las que se han visto involucradas en este “escándalo”, se reveló que fueron quemados alrededor de 421 millones de dólares en mercancía para que el precio de los artículos no se devaluara en las reventas, dejando así la necesidad de bajar los precios en los artículos de las tiendas; así como esto, hay muchas situaciones que se desconocen y probablemente nunca salgan a flote. 

LA ROPA QUE NO SE COMPRA, SE QUEMA - Grupo Ecoindustria
Imagen ilustrativa. Cortesía de Grupo Ecoindustria.

Por si fuera poco, se incluye el agua que se desperdicia al pintar los textiles y no reutilizar el agua o purificarla, las toneladas de petróleo que se emplean en la fabricación de materiales y en transporte para llevar la marca a los lugares más exclusivos, las tiendas temporales que se destruyen después de ciertas temporadas y más.

¿Qué podemos hacer?

Apoyando a la temática del mes: la Naturaleza, hay ciertos tips o consejos de acciones que cada persona puede realizar para contribuir un poco con el abuso de esta industria. 

Lo primero que debemos hacer es comprar conscientemente, muchas veces sólo compramos una prenda porque está en tendencia, pero debemos recordar que una tendencia realmente tiene muy poco tiempo de vida (mínimo 6 meses, máximo y muy rara vez: 5 años) e inclusive no todas las tendencias fluyen con nuestro estilo. Podemos aplicar el consejo del “armario cápsula” que consiste en tener en nuestro guardarropa un 80% de prendas y accesorios básicos y un 20% de tendencias.

Fondo de Armario | Fashion, Business casual outfits, Casual work outfits
Ejemplo de un armario cápsula. Cortesía de Pinterest.

Un movimiento que ha tenido mucho impacto también es el uso de las tres “R”: reusar, reutilizar y reducir. La fiebre de los bazares ha estado inundando las plataformas, si bien es cierto que muchas personas se aprovechan de esto al subir los precios, también siguen existiendo lugares o páginas web en las que se les da una segunda vida a las prendas. Es importante tenerlo en cuenta, no obstante, el cambio realmente tiene que provenir desde arriba, desde los altos mandos ya que nuestro impacto realmente es mínimo a comparación de las grandes empresas.

Bazares vintage: entre objetos rescatados, lo perdido y lo encontrado -  Reporte Indigo
Bazares “vintage” en la CDMX. Cortesía de Reporte Índigo.

Se está comenzando a tomar consciencia de este tema, lo cual es realmente importante, por ello ya existen muchas peticiones en internet con el fin de llegar a todas las personas, concientizarlas, conseguir donaciones y sobre todo: lograr que se alce la voz y se difunda en los medios, es la única forma de llevarlo a la mesa de discusión.

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