A raíz de los conflictos bélicos iniciados el pasado 24 de febrero, los artistas y el curador del pabellón ruso decidieron renunciar; por otra parte, el pabellón de Ucrania podría no realizarse debido a dificultades de transporte y seguridad.
El jueves 24 de febrero estalló la invasión de las fuerzas militares rusas a territorio ucraniano. Europa despertó con una nueva guerra. Una nueva amenaza global. El mundo reaccionó inmediatamente: Protestas en las calles de múltiples países; gritos y condenas en puertas de embajadas; redes sociales explotando con imágenes, videos, opiniones, peticiones e información dentro y fuera de las fronteras involucradas. Leyes internacionales fueron transgredidas.
Durante el transcurso de ese día, medios internacionales dedicaron sus notas a lo acontecido y su impacto en distintos ámbitos. Desde relaciones internacionales, la creciente tensión entre la Federación Rusa y los países miembros de la OTAN; hasta las implicaciones en sedes deportivas, así como eventos entre equipos de diversas disciplinas. En cuanto a las expresiones culturales y el mundo del arte, un numeroso grupo de agentes culturales en Berlín comenzaron una petición como modo de protesta en la cual alzan sus voces a favor de Ucrania. La East Europe Biennial Alliance (EEBA) –conformada por Biennale Matter of Art Prague, Biennale Warszawa, Kyiv Biennial, OFF-Biennale Budapest, y Survival Kit Festival Riga– hizo un llamado para para boicotear las instituciones gubernamentales y oligárquicas rusas en el ámbito del arte, a la vez que hacía un llamamiento para alimentar las relaciones con los aliados más allá de las fronteras nacionales.
Por su parte, el equipo del pabellón de Ucrania en la Bienal de Venecia –cuya exhibición lleva el nombre Fountain of Exhaustion– informó vía Twitter el mismo día del ataque inicial que les es imposible continuar su trabajo para el proyecto del pabellón debido al peligro que implica viajar dentro y fuera del país –a pesar de no encontrarse en peligro inmediato en el momento del tweet–. La violencia suscitada por las decisiones tomadas durante los últimos ocho años pone en peligro todas sus creencias y lo que representan; además, resulta prácticamente imposible un traslado de la obra realizada por Pavlo Makov. De igual manera se hizo un llamado a toda la comunidad artística internacional para unirse en contra de la guerra, utilizando todo su poder para detenerla, ya que “las armas pueden dañar nuestros cuerpos, pero la cultura cambia nuestras mentes”.
Días después, el 27 de febrero, los artistas de origen ruso, Alexandra Sukhareva y Kirill Savchenkov lanzaron una declaración conjunta en redes sociales:
No hay lugar para el arte cuando los civiles mueren bajo el fuego de los misiles, cuando los ciudadanos de Ucrania se esconden en los refugios, cuando los manifestantes rusos son silenciados.
Como nacido en Rusia, no presentaré mi obra en el pabellón ruso de la Bienal de Venecia.
El curador del mismo pabellón, Raimundas Malašauskas, publicó una carta en su cuenta de Instagram en la que confirma su renuncia y elabora sobre sus razones: “No puedo avanzar en el trabajo de este proyecto a la luz de la invasión militar y el bombardeo de Ucrania por parte de Rusia. Esta guerra es política y emocionalmente insoportable […]”.
La cancelación del pabellón ruso en la Bienal de Venecia suma la cuarta ocasión en la que el país transcontinental no asiste a la exhibición más importante del mundo del arte desde su origen en 1914. Las últimas ediciones sin la Federación Rusa fueron en 1922, 1938-1954 y 1978-1980. Horas más tarde, la misma Bienal lanzó un comunicado en el que confirma la cancelación y expresa solidaridad ante la decisión, además de condenar los hechos por los que se llegó a la misma.
Finalmente, Pavlo Makov, Maria Lanko, Lizaveta German y Borys Filonenko (pabellón de Ucrania) publicaron una serie de tweets, junto a un comunicado, manifestando su postura ante lo expresado por los artistas y el curador de Rusia, al igual que la Bienal de Venecia:
Aunque algunos artistas han demostrado su solidaridad con Ucrania, el pabellón nacional de Rusia está sujeto a la voluntad del Ministerio de Cultura, organismo gubernamental cuya misión es difundir una narrativa rusa imperialista y valores chovinistas. Al permitir que este organismo forme parte de la Exposición Internacional de Arte, proporcionamos una plataforma para la influencia rusa […]
Hasta el momento de publicación de esta nota, ninguna de las partes ha dado una respuesta.
Last modified: febrero 28, 2022
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