El piano de Freddie Mercury y el manuscrito de Bohemian Rhapsody son vendidos por un alto precio en una subasta


Compradores de todo el mundo se reunieron en Londres para pujar por manuscritos de éxitos de Queen y obras de arte que pertenecieron a Freddie Mercury.


Teléfonos y tarjetas bancarias recalentados: compradores de todo el mundo empezaron a pujar el miércoles 6 de septiembre con la esperanza de hacerse con manuscritos de éxitos de Queen y obras de arte que pertenecieron en su día a Freddie Mercury, todo a la venta en la casa Sotheby’s de Londres. Al ritmo de We Will Rock You, la velada se abrió bajo el martillo del subastador Oliver Barker.

El primer lote en subastarse fue la puerta de Garden Lodge, la casa de Freddie Mercury en el oeste de Londres. La puerta verde de la propiedad, llena de pintadas de fans, se vendió, gastos incluidos, por 412,750 libras esterlinas, pulverizando la estimación publicada por la casa de subastas (entre 15,000 y 25,000 libras esterlinas).

Entre lo más destacado de la venta del miércoles figura el piano del cantante británico, fallecida de sida en 1991 a los 45 años. Este piano, en el que compuso casi toda su obra a partir de Bohemian Rhapsody, se vendió por 1.742 millones de libras. Esta cifra fue inferior a la estimación publicada por la casa de subastas, de entre dos y tres millones de libras. Este instrumento Yamaha de cuarto de cola fue comprada por mil libras por Freddie Mercury en 1975.

El músico trataba el instrumento con “absoluto respeto”, según Mary Austin, heredera de Freddie Mercury. Más que un instrumento, lo veía como “una extensión de sí mismo, su vehículo de creatividad”. Signo de respeto donde los haya, “nunca fumaba en el piano ni dejaba un vaso encima” y se aseguraba de que todos hicieran lo mismo, según Mary Austin, “el piano estaba siempre impecable”. En casa de Freddie Mercury lo acompañaba un taburete de dos plazas tapizado en seda de los años 1920-1930, que Freddie Mercury compró en 1977 en Harrods. Su venta está prevista para el 8 de septiembre.

1.3 millones de libras esterlinas

También se pusieron a la venta manuscritos de los grandes éxitos de Queen, entre ellos Bohemian Rhapsody. Este manuscrito, escrito de puño y letra por Freddy Mercury, se vendió por 1.3 millones de libras esterlinas, honorarios incluidos. Estas 15 páginas, escritas a lápiz y birlos sobre papel con la efigie de una aerolínea ya desaparecida, “British Midland Airways”, revelan el proceso creativo de esta canción, que podría haberse llamado “Mongolian Rhapsody”. Sotheby’s había publicado una estimación de entre 800,000 y 1.2 millones de libras.

La subasta contará con una sucesión de cuadros que adornaron la casa del legendario rockero: obras de Chagall, Dalí y Picasso, así como el último cuadro adquirido por el artista un mes antes de su muerte, un óleo sobre lienzo de James Tissot.

El conjunto fue puesto a la venta por Mary Austin, una amiga íntima con la que incluso estuvo comprometido durante un tiempo, y a la que Freddie Mercury había convertido en su heredera. “Mary Austin vivió con la colección” y “la cuidó durante más de tres décadas” en Garden Lodge, donde vivía, explicó el mes pasado Gabriel Heaton, especialista en libros y manuscritos de Sotheby’s.

“Le encantaban las subastas”

“Freddie Mercury no estaba interesado en tener un museo de su vida, pero le encantaban las subastas”, hasta el punto de que era un asiduo de Sotheby’s, añadió. De acuerdo con la casa de subastas, un total de 1,469 lotes iban a ser subastados bajo el martillo de la casa de subastas londinense. Además del artista, también hablan del hombre que fue Freddie Mercury, su pasión por los gatos, Japón –como demuestra su colección de kimonos y estampados– y su gusto por las recepciones.

El contenido de su vestuario también cambiará de manos, incluidos sus trajes de escenario más extravagantes, sus camisas hawaianas y su camiseta de tirantes de Superman. Entre ellos, la corona y la capa que el cantante lució durante The Magic Tour. La corona, con sus cuatro arcos, su gorro de terciopelo púrpura y su armiño de imitación, está diseñada para parecerse a la corona de San Eduardo utilizada para la coronación de los monarcas británicos. La capa, con su flor de lis y sus 3.27 metros de largo, se inspira en las utilizadas en la coronación de Napoleón.

El conjunto fue llevado por Freddie Mercury en el momento del God Save the Queen de Brian May, con el que concluyó cada concierto de esta gira, que fue la última de la banda con su cantante, hasta su última aparición en el escenario el 9 de agosto de 1986. El lote se vendió por 635,000 libras, muy por encima de la estimación de 60,000-80,000 libras. También se ofrecieron lotes de fotografías, así como botellas de su bodega, entre ellas champán Dom Pérignon en una botella de 1978 y un magnum de 1985.

Entre los lotes que encontraron comprador figuraba una magnífica gramola Wurlitzer de 1941 que el cantante había comprado para la cocina de su casa, cargada con 24 discos de 78 rpm, entre ellos Hallelujah I Love Her So de Ray Charles, Rit It Up de Little Richard y Shake, Rattle and Roll de Bill Haley. Estimado entre 15,000 y 25,000 libras, se vendió por 406,400 libras.

Libro de poesía anotado de su puño y letra

Un libro de poesía escrito directamente del puño y letra del cantante cuando era adolescente también figura entre los objetos a la venta. Su precio está estimado entre 800 y 1,200 libras esterlinas y se ofrece en una venta en línea que se cierra el 12 de septiembre. También hay algunos objetos más íntimos, como un peine para el bigote, y otros más lúdicos, como un juego que incluye un Scrabble de viaje, del que el rockero era un formidable jugador. Antes de ser dispersada, la colección se reunió durante una exposición gratuita de un mes de duración en Sotheby’s de Londres, que atrajo a 140,000 visitantes, según Sotheby’s

Cuando se anunció la subasta en abril, Sotheby’s estimó que recaudaría al menos 6 millones de libras esterlinas, y que parte de la recaudación se destinaría a la Mercury Phoenix Trust y a la Elton John Aids Foundation, dos organizaciones implicadas en la lucha contra el sida.

De acuerdo con la casa de subastas, se trata de la mayor colección, por volumen, de una superestrella o icono cultural desde la venta de Elton John en 1988, cuando se vendieron 2,000 lotes por un total de 4.8 millones de libras.

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