El proceso sigue siendo obstruido por los reguladores de Estados Unidos y la Unión Europea, así como Sony, la competencia más directa de Microsoft.
A más de un año que Microsoft anunció la compra de la empresa de videojuegos Activision Blizzard, el proceso sigue siendo obstruido por los reguladores de Estados Unidos y la Unión Europea, así como Sony, la competencia más directa de Microsoft y el mayor opositor a la adquisición.
Activision Blizzard es la empresa responsable de títulos como Call of Duty, World of Warcraft, Starcraft y hasta Candy Crush, juegos que han sido fundamentales para la industria durante las últimas dos décadas. es debido a la magnitud de estos títulos que la compra se quiere hacer por más de $68 billones de dólares.
Activision ya lleva varios años metido en controversias. En julio del 2021 recibieron una demanda por parte del Departamento de Empleo y Alojamiento Justo de California después de una investigación de dos años reveló prácticas discriminatorias contra sus empleadas y acoso sexual. Bobby Kotick, CEO de la compañía no apareció en las investigaciones iniciales, pero meses después se dio a conocer que sabía de las prácticas discriminatorios que se llevaban a cabo dentro de la empresa y que incluso amenazó a una asistente con matarla en una llamada telefónica.
Se especula que es por esta demanda que están intentando vender la compañía. Aquí es donde entra Microsoft, dueño de Xbox y del popular servicio de suscripción de videojuegos Game Pass. La compañía de la que es dueño Bill Gates está intentando comprar varios estudios para poder competir con Sony y sus juegos exclusivos, quienes han demostrado ser lo suficientemente buenos para vender mucho más consolas que Microsoft. En 2021 adquirió Bethesda y ahora va por Activision.
Es lógico que los reguladores de Estados Unidos y la Unión Europea se vean alertados por esta adquisición, pues parece ser que Microsoft podría incurrir en prácticas monopólicas, afirmación que Sony apoya completamente.
Parece lógico que a Sony no le conviene esta compra, pues Call of Duty es uno de los principales títulos que se juegan en sus consolas, de hecho acaba de salir un reporte donde se estima que un millón de jugadores solamente juegan Call of Duty en su PS5, ningún otro juego, y alrededor de 6 millones usan el 70% de su tiempo de juego solo en ese título. Además, Sony tiene un contrato de exclusividad con Call of Duty, dándole beneficios específicos a los jugadores de la consola, cosa que claramente no tendrían si Microsoft adquiere la franquicia.
Se especula que el plan de Xbox es meter Call of Duty al Game Pass, lo cual definitivamente aumentaría sus ventas por mucho, pues CoD sigue siendo una de los juegos más vendidos año con año. Esto definitivamente si afectaría a Sony, pero tal vez es un mal necesario, la compañía nipona no se ha mostrado colaborativa con sus competidores cuando intentaron meter opciones de interjugabilidad con varios títulos e insisten en gatekeepear sus títulos más populares, incluso mostrándose renuentes a lanzarlos en PC.
Se ve lejos la aprobación de la compra, pero en las recientes reuniones de Microsoft con la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, juró que Call of Duty seguirá siendo lanzado en la consola de Sony. Tal vez la palabra de este hombre es lo que hacía falta para que el trato avance.
Last modified: junio 30, 2023
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