El gigante de los servicios p2p, LimeWire, será relanzado como NFT marketplace de contenido musical en mayo gracias a un par de empresarios austriacos


Año 2000. Se da por inaugurado un nuevo siglo lleno de posibilidades en cuanto a las ciencias computacionales. Comienza el intercambio de archivos gracias a nuevos formatos y protocolos que se prestaron para la experimentación realizada durante los siguientes diez años. La tecnología P2P (peer-to-peer) nació gracias a estos esfuerzos creativos. En 2001 se lanzó el primer iPod y Windows Media Player 8 permitió, por primera vez, la posibilidad de ripear CDs a mp3. La herencia de Napster cayó sobre los hombros de servicios legendarios como BitTorrent (2001); WinMX (2000); Dropbox (2008); The Pirate Bay (2003); y, por supuesto, LimeWire (2000).

La particularidad de esta última red p2p –además de una alta probabilidad de incluir algún tipo de virus en archivos descargados– era la inclusión de anuncios; una versión separada de pago, en la que los resultados eran mucho más certeros y las descargas considerablemente más rápidas; plataformas libres de publicidad (FrostWire) que continúan operando hasta la fecha; y al igual que otros peer-to-peer, se presentó como una red descentralizada de licencia libre con la posibilidad de descargar una amplia variedad de contenido multimedia. La libertad de poder difundir archivos sin ningún tipo de permiso o consecuencia llevó inevitablemente al cierre de LimeWire tras la orden de un juez por inducir a la infracción de los derechos de autor; seguido de un acuerdo extrajudicial de 105 millones de dólares entre las principales compañías discográficas y el entonces director general, Mark Gorton. La última versión funcional fue lanzada en 2010.

Ahora, doce años después, LimeWire regresa gracias a los esfuerzos de un par de empresarios –y hermanos– austriacos: Julian y Paul Zehetmayr. Con servicios de streaming como Spotify o Netflix dominando el mercado, no es posible un lanzamiento que mantenga el espíritu original que tuvo en los dosmiles, por lo que los hermanos optaron por convertir a LimeWire GmbH –nombre oficial de la compañía– en un marketplace enfocado en la distribución de NFTs con elementos relacionados al ámbito musical. El contenido de los tokens no fungibles incluirá desde canciones y álbumes, hasta merch y entradas para conciertos; además, ya que estará denominada en dólares estadounidenses, aceptará pagos tanto en criptomonedas como en moneda fiduciaria. La intención es conseguir una mayor difusión y flujo de usuarios gracias a la nostalgia inherente que implica la historia del servicio de intercambio. 

Gracias a lo anterior, es posible ofrecer a músicos y productores una mejor oferta económica, la cual no tienen en servicios actuales. Hasta ahora, unos 10 artistas “realmente importantes” han firmado para formar parte de la oferta de LimeWire, cuyo lanzamiento oficial se espera para mayo de este año.

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