Pendientes bizantinos de oro y dinares falsos: un fantástico tesoro medieval descubierto en Alemania


En febrero se identificó un pequeño grupo de edificios de los siglos XII – XIII, en pleno examen de un aprendiz de detectorista, bajo la atenta mirada de un arqueólogo regional.


Todas las monedas estaban colocadas unas contra otras, como si acabaran de ser guardadas. Junto a ellas yacían maravillosas joyas de oro y plata que habían permanecido enterradas durante ocho siglos. Este tesoro medieval, impecablemente conservado, fue descubierto en un campo del norte de Alemania, no lejos del yacimiento arqueológico vikingo de Haithabu. Se cree que data de los siglos XII – XIII, según anunció en febrero el Servicio Estatal de Arqueología de Schleswig-Holstein (ALSH).

Dos anillos de oro engastados con gemas, un fragmento de sortija, dos grandes pendientes cargados de piedras preciosas y unas 30 monedas de plata. El tesoro desenterrado impresionó a los investigadores alemanes. Además, hay una pseudofíbula de oro acuñada a imitación de un denario almohade. La moneda árabe –que se cree sirvió de modelo para este broche– circuló ampliamente en Escandinavia durante la época vikinga, entre los siglos VIII y XI. El notable par de pendientes, por último, “se inscribe en la tradición de la orfebrería bizantina”, señaló la ALSH en un comunicado.

Durante sus excavaciones, el equipo arqueológico encontró unas 30 monedas de plata. Ahora se están restaurando y conservando para la posteridad.

Tesoro danés

¿Qué hacían tantas bellezas metálicas bajo el suelo de Schleswig-Holstein? La datación del tesoro indica que fue escondido tras la ocupación del asentamiento escandinavo de Haithabu. Situado en el actual emplazamiento de Hedeby, este importante centro vikingo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue arrasado en 1066 durante una incursión eslava. Las monedas, sin embargo, son más útiles para datar el enterramiento de este complejo. Su examen ha revelado a los numismáticos el nombre de Valdemar el Victorioso, que gobernó Dinamarca entre 1202 y 1241.

Qué circunstancias llevaron a la creación del tesoro es otra cuestión. La excavación del yacimiento, una fosa de 4 m2, acaba de revelar algunos vestigios de un tejido. Los escasos restos de lo que debió de ser una bolsa o algún tipo de tela que envolvía este preciado objeto. ¿Fue un botín de guerra o una herencia atesorada para tiempos mejores? Un misterio.

Un extraño detalle se ha colado finalmente en la historia de este tesoro. No se descubrió durante una excavación arqueológica propiamente dicha, sino durante una operación más pintoresca: en pleno examen para un detectorista. En Alemania, el uso recreativo de un detector de metales está sujeto a un permiso de las autoridades arqueológicas regionales, que sólo puede expedirse tras la formación de los aspirantes a detectoristas. Fue precisamente durante ese examen, dirigido por un arqueólogo de la ALSH, cuando un detectorista novato hizo el fabuloso descubrimiento.

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