Imagen destacada: Mercurio con los signos de Géminis y Virgo, Pietro Facchetti (Siglo XVI)
“La influencia de este signo también está presente en las nuevas oportunidades que se abren ante nosotrxs y nos dan la oportunidad de crecer de formas que antes no habíamos sido capaces de soñar […]”
Un pensamiento común que ronda por mi cabeza muy frecuentemente, tengo la sensación de que incluso en el caos más absoluto hay orden, que el caos absoluto no es posible porque el universo mismo está condicionado por el orden, sin embargo, este pensamiento es algo que siempre me reservo porque va en contra de mi naturaleza incendiaria, sin embargo, recientemente descubrí que en el orden encuentro mucha paz y revisando mi carta astral me encontré con la novedad de que Virgo es mi signo lunar, esto significa que es el que rige mi forma de relacionarme emocionalmente. Debo admitir que esto fue una gran sorpresa, por lo que me dí a la tarea de investigar más a fondo este signo del que, debo admitir, sabía muy poco.
Virgo es un signo de tierra y tiene su temporada entre 23 de agosto al 22 de septiembre, es un signo que tiene como objetivo la búsqueda de la perfección, entre las características de las personas nacidas bajo este signo se encuentra que son sumamente atentos al detalle, lo que puede hacer de ellxs unos grandes artistas, sin embargo, a veces ese perfeccionismo juega en su contra y los convierte en personas exigentes que al no llegar a lo perfecto, se frustran y dejan de lado las actividades que realizan, otra característica es que son personas que pueden resultar un poco frías, porque su forma de relacionarse es más bien racional y no tan emotiva, se manejan siempre con reservas, lo que les da un sentido de intuición muy desarrollado.
En ese sentido, Nadia Contreras me pareció un gran ejemplo, sus poemas muestran una forma muy descriptiva de sentir, no influenciada tanto por las emociones desbordadas como ocurre con los signos de fuego o de agua, sino más bien pensada, pausada y racionalizada:
Cuerpos en el espejo de agua
El amor abre sus cortinas. No es de día no es de noche. El reflejo se alarga transparente y hace tu cuerpo. Desvela, se deja acariciar en ritmo continuo. Un furor nos persigue. Somos náufragos, forjamos palpitaciones como una piel, luego otra. Abiertas las cortinas, la brisa crece ya el fuego ya las sombras. Es la hora en que me ofrezco y hay astros que nacen en el gesto de la noche. Mi vientre es cántaro de agua almidonada. Las olas de los años se anuncian para siempre. Son la música de los espejismos dentro de la boca, bajo la lengua. Mi vientre es el mar. Y tiembla. El día siguiente de las caricias y de los sentidos agudos como el eco. El pasado no es rompecabezas que disuelve la mañana. El dolor aúlla, se extingue. Y lo que quiebra desde dentro. Has abierto mis oídos a la sonoridad que desciende del cielo y vuelve espejo el universo de la ola. Inmersos en el gozo, su danza, el mar nos confunde.
Otra de las características que parecen fundamentales en esta temporada en que la influencia de Virgo se manifiesta en la manera en que nos organizamos de mejor manera, lo que viene muy bien después de la fuerza inspiradora que nos dejó la Leo season, ya conseguimos tener ideas innovadoras y salir de ciertas zonas grises de nuestra vida, la virgo season nos vendrá de maravilla para poner en orden esas ideas y comenzar a ejecutarlas, eso me hizo pensar en este poema de Jorge Luis Borges, quien por sí mismo muestra un gusto por lo metódico que parece propio de un virgo, aunque él no lo sea:
El oro de los tigres
Hasta la hora del ocaso amarillo Cuántas veces habré mirado Al poderoso tigre de Bengala Ir y venir por el predestinado camino Detrás de los barrotes de hierro, Sin sospechar que eran su cárcel. Después vendrían otros tigres, E1 tigre de fuego de Blake; Después vendrían otros oros, E1 metal amoroso que era Zeus, E1 anillo que cada nueve noches Engendra nueve anillos y éstos, nueve, Y no hay un fin. Con los años fueron dejándome Los otros hermosos colores Y ahora sólo me quedan La vaga luz, la inextricable sombra Y el oro del principio. Oh ponientes, oh tigres, oh fulgores Del mito y de la épica, Oh un oro más precioso, tu cabello Que ansían estas manos.
La influencia de este signo también está presente en las nuevas oportunidades que se abren ante nosotrxs y nos dan la oportunidad de crecer de formas que antes no habíamos sido capaces de soñar, Virgo nos muestra que con la cautela adecuada y con la atención necesaria, somos capaces de llegar a dónde nos propongamos. En este sentido, Carmen Boullosa muestra de forma muy adecuada la manera en que nos podemos enfrentar a este cambio:
Ser el esclavo que perdió su cuerpo
El fuego, otra vez fuego, el fuego junto a la lumbre, en el piso, subiendo por los sillones, cruzando las ventanas, y tras él el fuego, solamente el fuego. El fuego otra vez, ¿No lo ven? ¡No lo ven! Es el fuego. Les parezco una mujer sentada. Quiero vestirme. La ropa interior que yo traía puesta, abrió sus tejidos, los venció el calor, la blusa abrió sus tejidos, vencida también, la falda cedió sus hilos, ardiendo los dejó caer… Quiero vestirme. El fuego. No tengo más que el fuego: Soy la desnuda, la que no tiene encantos. Quiero vestirme. Quemo mis vestidos. Mil cabellos están vencidos también por el calor, mis pestañas, mis ojos; mi saliva, un día intacta, también te espera rendida, vencida, humillada, doblada, hincada, herida como el vapor, como el vapor aislada, ahogada en tu espera. Quiero vestirme. No hay animal con el que pueda compararme, desnuda estoy como el ganso o el lirio, no hay planta con la que pueda compararme, quemada estoy, quemándome, impaciente, interminablemente. ¡Que me ayuden los asnos! ¡Que acudan a mi ayuda los cerdos o las garzas, los ruiseñores o las cañas de azúcar! ¡Nada puede ayudarme! ¡Vencida estoy por ti, por ti fui por mí abandonada!
Last modified: septiembre 9, 2022
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