The Harvard Crimson obtuvo y detalló el informe preliminar que data de abril de este año.
De comunidades amerindias a esclavos africanos. Seres humanos explotados, esclavizados y cuyos cuerpos ni siquiera se velaron frente a sus familiares. ¿Dónde estaban los restos? En la Universidad de Harvard. Al menos eso es lo que indica un informe filtrado el jueves; según el cual, en el Museo Peabody de Arqueología y Etnografía de la universidad, permanecen al menos 7,000 cuerpos de nativos americanos; 19 de posibles descendientes de africanos esclavizados.
Si la denuncia es cierta, todo indica que una de las universidades más renombradas del mundo ignoró la Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de Nativos Americanos (NAGPRA por sus siglas en inglés) de 1990. De acuerdo con la legislación estadounidense, los restos deben ser enviados a los familiares, aunque ello requiera una investigación para encontrar a los descendientes o grupos de afinidad adecuados. Por lo demás, se trata de un claro ejemplo de racismo estructural e institucional.
Sin embargo, existe una gran controversia al respecto. Un comité de conservadores, profesores y personal del museo declinó hacer comentarios. El grupo incluye a Henry Louis Gates Jr., crítico literario, profesor e historiador, quien también declinó hacer comentarios.
El reportaje se realizó por un reportero del periódico estudiantil The Harvard Crimson, fundado por ex alumnos de Harvard. La presidenta del comité, Evelynn M. Hammonds, emitió un comunicado en el que menciona:
Es profundamente frustrante que The Harvard Crimson haya decidido publicar un informe preliminar e incompleto del comité de restos humanos.
El periodista no reveló las fuentes de la información y se negó a responder a las preguntas sobre cómo obtuvo el informe.
A pesar de la denuncia, el Comité de Restitución de Restos Humanos Indígenas ya ha repatriado los restos de 3,000 de las 10,000 personas que retuvo en los últimos 32 años, según información oficial.

La directora del museo Peabody, Jane Pickering, se disculpó oficialmente en enero de 2021 por la tardanza; por “no haber afrontado las prácticas históricas de recolección y gestión de todos estos restos humanos y por no haber abordado, como institución, las cuestiones éticas y morales que han marcado a estos restos”.
A pesar de la disculpa, existen una serie de demandas pendientes contra Harvard. Muchas de ellas por el mismo tema, incluyendo los daguerrotipos de un esclavo de nombre Renty y su hija Delia, quien fue obligada a posar desnuda para un científico racista en 1850.
Los hechos son tan claros que la Universidad de Harvard ha publicado un informe sobre la implicación de los profesionales de la institución en la esclavitud, comprometiéndose a reparar los daños de las injusticias por valor de 100 millones de dólares.
Dinero que nunca borrará las huellas de un pasado que aún hoy persiste en diversas situaciones humanas.
Last modified: junio 7, 2022
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