El colectivo conocido como KKKK hackeo la página web de la exhibición y sustituyeron unos códigos QR con la biografía Emil Georg Bührle del mismo colector de las piezas, que alegan fue un simpatizante del partido Nazi.


El colectivo conocido como KKKK hackeo la página web de la exhibición y sustituyeron unos códigos QR con la biografía Emil Georg Bührle del mismo colector de las piezas, que alegan fue un simpatizante del partido Nazi. KKKK describió a Bührle como un “un simpatizante nazi, militarista autoritario, como mínimo un especulador de guerra y probablemente un criminal de guerra”.

Antes de su muerte en 1956, el coleccionaista hizo una fortuna vendiendo armas a la Alemania Nazi y compró arte saqueado del régimen. Desde su apertura en el 2021, la exhibición ha sido parte de controversia por los vínculos que tenía Bührle con el partido.

Muchos de los trabajos expuestos se sospecha fueron robados de judíos, más de 170 trabajos de impresionismo fueron tomados de la fundación Bührle para la exposición. El colectivo demandó que se reinstituyeran todos los trabajos robados a los judíos y que se vendiera el resto para beneficiar supervivientes del Holocausto y sus descendientes.

El nuevo director del Kunsthaus, Ann Demeester, prometió confrontar el legado Bührle. Desde entonces se ha creado una comisión independiente para investigar de donde vienen las obras d ela fundación.

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