El Museo Británico rompe su patrocinio con BP, el imperio petrolero de Inglaterra, después de 27 años de trabajo conjunto


“Es importante que instituciones como el Museo Británico no den a Big Oil la oportunidad de parecer una fuerza del bien en la sociedad; negarles esta plataforma es importante”.


Según revelaciones recientes, el patrocinio de BP del Museo Británico ha llegado a su fin después de 27 años. Con ello concluye uno de los acuerdos de patrocinio más polémicos y notorios de los últimos tiempos, y la empresa de combustibles fósiles se retira prácticamente por completo de la escena artística británica.

El museo declaró que BP no patrocina ninguna otra exposición ni actividad y que “no hay ningún otro contrato o acuerdo en vigor entre el museo y BP”, en su confesión más directa hasta la fecha, obtenida a través de The Guardian.

Tras años de estridentes y perturbadoras protestas ecologistas en el Gran Patio del museo, los activistas acogieron el hecho como una “victoria masiva”.

“Es importante que instituciones como el Museo Británico no den a Big Oil la oportunidad de parecer una fuerza del bien en la sociedad; negarles esta plataforma es importante”.

Comenta Ahdaf Soueif, novelista británico-egipcio que dimitió como administrador del museo en 2019, en parte en protesta por el acuerdo con BP.

El declive de BP en las Artes

Desde 1996, BP patrocina el Museo Británico. El contrato quinquenal más reciente del Museo Británico y BP finalizó oficialmente en febrero, pero el Museo Británico y BP se han negado repetidamente a aclarar que su asociación había terminado, lo que ha levantado sospechas de un vínculo secreto entre ambos.

Para BP, que hasta hace poco figuraba entre los principales financiadores de las artes en el Reino Unido, representa una drástica retirada de las artes. En los últimos años, el gigante energético y el Tate, la National Portrait Gallery, la Royal Shakespeare Company, el Scottish Ballet y la Royal Opera House han cortado sus relaciones de financiación por décadas.

De los principales museos y organizaciones artísticas nacionales, sólo el Museo de la Ciencia sigue recibiendo financiación de BP, que apoya su academia educativa.

Los activistas temían que la petrolera se convirtiera en uno de los posibles patrocinadores del ambicioso proyecto de reconstrucción de 1.000 millones de libras que planea el museo.

El museo afirma que “ciertos términos” del acuerdo siguen vigentes en las últimas revelaciones, adquiridas por abogados que trabajan para el grupo de defensa Culture Unstained. Esto se debe a que el museo se comprometió verbalmente a permitir que BP utilizara sus “beneficios para simpatizantes” hasta finales de 2023.

“Si se toma en serio la respuesta a la crisis climática, el museo debe confirmar ahora que no habrá relaciones futuras con productores de combustibles fósiles, retirar el nombre de BP de su sala de conferencias y rechazar rotundamente el negocio destructor del clima que representa”.

Chris Garrard, codirector de Culture Unstained.

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