El terror filosófico: Thomas Ligotti

Columna por: Celeste Espinosa

“La obra de Thomas Ligotti destaca por su pesimismo, los entornos son lúgubres, todo en sus narraciones tiene un tono sombrío y sus personajes se encuentran de pronto con una ruptura de su normalidad […]”


La literatura siempre se ha destacado como una forma de expresar mundos que albergan la imaginación de los autores, en ocasiones se trata de escenarios distópicos o de historias increíbles, miles han sido los universos creados con la literatura como vínculo. Entre los muchos géneros que se encuentran en la literatura, el horror y el terror son de los más conocidos, tal vez porque han tenido un auge importante recientemente impulsado por una nueva generación de autores y autoras que han destacado aspectos nuevos en la forma de narrar desde lo extraordinario, de estos géneros surge uno que es de mis favoritos, el terror filosófico, pero para hablar de ello, primero es necesario precisar cuál es la diferencia entre terror y horror

En primer lugar, el terror va a estar sometido específicamente al miedo, es decir, es la forma más brutal del miedo, esto se presenta mediante recursos que ponen al lector en un estado de alerta pues sabe que lo que va a ocurrir es negativo, el terror se concentra en situaciones “reales” como, digamos, un asesino en persecución del personaje principal, un animal venenoso que irrumpe la cotidianidad de una casa, el ataque psicótico de un hombre caído en desgracia; por su parte, el horror no se limita exclusivamente al miedo, sino que puede hacer uso de otras sensaciones y sentimientos como el asco, la repulsión, la angustia y sobre todo la extrañeza. Es por ello que en la literatura de horror encontraremos temáticas paranormales, pues parte de que algo sea de horror es no saber qué es, por lo tanto, da espacio a lo sobrenatural, en este apartado es que se encuentran todos los monstruos, ya sea vampiros, aliens, fantasmas, etc.

Estos dos conceptos tienen en común un par de cosas, primero, ambas emplean el suspenso como recurso para mantener a su lector en vilo, en segundo, para ambos géneros aquello que provoca el terror u horror siempre es algo externo, es el otro, está fuera de los personajes, fuera de unx mismx, existe siempre una distancia imaginaria donde el lector se encuentra segurx de que aquello que lee por muy terrorífico que sea, no le alcanzará, hay una especie de certeza que le permite encontrar en narraciones de los géneros horror y terror una especie de placer, y eso se debe precisamente a que se sabe ajeno a lo que está leyendo. Sin embargo, con el terror filosófico el origen del temor no viene de fuentes externas, sino de uno mismo y de enfrentarse a un destino que no tendrá nada de heroico, sino más bien inútil. 

Uno de los principales exponentes del terror filosófico es Thomas Ligotti, originario de Estados Unidos, es un autor que se ha mantenido al margen de la sobreexposición, no sólo de sus obras, sino él mismo, como autor. Sus obras están fuertemente influenciadas en la literatura de H.P. Lovecraft, Vladimir Nabokov, Edgar Allan Poe e incluso Jorge Luis Borges. Thomas Ligotti ha preferido mantenerse relativamente desconocido, pues a lo largo de su carrera ha criticado la literatura de terror que se escribe con el simple y puro deseo de vender copias de los libros, a lo largo de sus obras ha ponderado la escritura de cuentos, pero también ha escrito novela y ensayo.

Thomas Ligotti tuvo un repunte en popularidad gracias a la serie True Detective de 2014, escrita por Nick Pizzolatto. La serie gira en torno a dos detectives que investigan el asesinato de una joven que fue perpetrado en condiciones muy peculiares, en este escenario bastante lúgubre, ambos detectives mostrarán sus personalidades, Rust Cohle con un aura misteriosa y una perspectiva profundamente pesimista en dónde se cuestiona la propia utilidad de su labor y su búsqueda de justicia, por su parte, el detective Martin Hart, tiene una idea muy estadounidense de la justicia y de la moral, algo que se irá desvaneciendo conforme avanza la trama. Es justamente en uno de esos desencantos que sufren los detectives que Rust Cohle tiene algunos diálogos que fueron sacados precisamente de un ensayo de Thomas Ligotti llamado La conspiración contra la especie humana. 

La obra de Thomas Ligotti destaca por su pesimismo, los entornos son lúgubres, todo en sus narraciones tiene un tono sombrío y sus personajes se encuentran de pronto con una ruptura de su normalidad, pero no en el sentido más práctico de emprender una aventura, sino con deshacer su sistema de creencias, lo que puede incluso llevarlos a la locura, con ello, Ligotti consigue que el lector se sienta identificado con esa sensación, en su obra logra esa claustrofobia que todxs hemos sentido al enfrentarnos a nuestros pensamientos pesimistas, tal vez lo haga tan bien porque él mismo ha manifestado en unas pocas entrevistas que ha sufrido de ansiedad y depresión, lo que lo dota de una experiencia personal para narrar desde las emociones más oscuras que no necesitan ser externas para ser profundamente aterradoras.

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