En la primera parte se abordó una breve historia de lo grotesco y su triple naturaleza. En está ocasión indagaremos un poco más en lo que es posible encontrar en lo siniestro  y lo cómico. El viaje dentro de la gruta continúa.

La ira de lo siniestro

Lo siniestro se encuentra entre la fascinación y el miedo, se manifiesta a través de lo monstruoso –fantástico y humano–, en donde la abyección deja de ser considerada un elemento casual y pasa a ser condición. Al igual que la muerte no puede ser fea, pero lo muerto sí; lo muerto no es abyecto, pero el encuentro con lo muerto sí. Lo siniestro logra perturbar la identidad al punto de dificultar la subjetivación del ser en relación con el objeto o el hecho monstruoso; es entonces cuando el miedo, que es fundamentalmente humano, se integra en el yo, perturbando el orden que es manchado por lo abyecto, generando lo grotesco.

El monstrum existe como “aquello que se revela”, implicando que todo sujeto o constructo que atente contra la norma, se aleja de lo humano, transformándose en criaturas independientes que generan deseo, ansiedad y miedo, pues son amenazas para lo natural; por lo tanto, todo ser humano ejerce su capacidad sobre y hacia lo siniestro cuando apela a lo corpóreo, a la exploración sexual, al hambre –festín y hambruna–, a la fantasía que explora la violencia y la metáfora de la desviación y del fetiche. 

Hannibal 02×10 (2014).

La relación dinámica feo-siniestro y siniestro-cómico se da en los límites caricaturescos, ornamentales y estéticos. Es en estos límites en los que lo grotesco se manifiesta, pasando del asco a la repugnancia o del miedo al terror; así como es posible reírse de lo siniestro, también es posible temerle a lo gracioso. Es en la risa infernal en donde la debilidad humana, el destino y la divinidad son causa de burla.

Versuchung des heiligen Antonius, Martin Schongauer (1470-75)

El hambre de lo cómico

Más complicado resulta lo cómico, pues la relación que tiene con lo grotesco parte de las deformaciones o malformaciones que sean expuestas, así como lo feo tiene el potencial de pasar a ser hilarante, lo hilarante tiene el potencial de ser algo grotesco entre más se observe y más se trate al hecho o sujeto como objeto. Elías Canetti lo pone como:

La risa ha sido objetada como cosa vulgar porque durante ese momento uno abre ampliamente la boca y descubre los dientes. En sus orígenes, la risa contenía seguramente la alegría por un botín o un alimento que a uno le parecía asegurado. Un hombre que cae evoca un animal en pos del que se va y al que uno mismo ha abatido. Toda caída que da risa evoca la desvalidez del caído; si se quisiera se le podría tratar como presa. Uno no reiría si fuese más allá en la serie de fenómenos descritos y se lo incorporara realmente. Uno ríe en lugar de comer. 

Jean Ignace Isidore Gérard Grandville, 
Pêche du poisson pour les personnes, 1844.

La relación de la risa con el poder permite entender cómo es que la burla suele suceder hacia alguien inferior en cuanto a capacidades corporales o situaciones humillantes, de ahí también surge la naturaleza de la caricatura como elemento grotesco en la segunda, y, principalmente, tercera clase, según Wieland, siendo estas: verdadera, exagerada y fantástica. De esta manera pasa lo cómico a ser burlesco y vulgar, permitiendo que la ironía e incluso la paradoja den forma a la causa de la risa. La problemática surge cuando la exageración elaborada en la figura caricaturesca sea desmedida y atraviese lo feo para llegar directamente a lo siniestro.

¿Es la combinación de lo feo y lo cómico resultado de lo grotesco? ¿El juicio inicial de una comedia puede dejar paso a un completo horror? Naturalmente, eso depende de la armonía –o desarmonía– que se presente, ya que lo cómico parece depender de la confrontación entre categorías y la confusión para producir aquel efecto animal que Canetti argumenta. 

Shaun of the Dead (2004).


Otro problema que enfrenta lo grotesco frente a lo cómico es el absurdo, dado que la palabra ha pasado a ser utilizada en exceso, de manera tan laxa que se desdibuja el sentido real de la palabra. Así como se ha transformado por su uso cotidiano, también lo hizo por su uso dentro del théâtre de l’absurde, el cual modificó la producción teatral post Segunda Guerra Mundial, integrando contenidos existencialistas que surgieron en la época, dejando ver la debilidad y la estupidez humana. Las representaciones pasan a ser de carácter político, sexual, social e individual, por lo que los arquetipos se invierten, se corrompen e incluso desaparecen mediante figuras que insultan y atacan al orden establecido, rompiendo tabúes y dinámicas de poder. La norma se quiebra, la risa irrumpe en lo cotidiano, y, eventualmente, la normalidad regresa.

Aún no es visible la luz al final del túnel, ya que falta explorar los límites de lo feo y saber cómo completa está trinidad que se mantiene lejos de lo bello, sin pretensiones y sin ornamentaciones. Únicamente delirios y deseos humanos. Cualidades distintas, pero hermanas. 

¿Han visto su risa en el espejo, qué la ocasiona? ¿Tienen algún gusto que podría considerarse siniestro? ¿Qué ejemplos se les ocurren de un horror cómico y de un horror siniestro?

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