La moda como refugio del mundo: Las Gemelas Olsen

Columna por: Rossebanks

“Mary-Kate y Ashley Olsen, mejor conocidas como las Gemelas Olsen, dominan la industria de la moda desde la comodidad de su privacidad”.


Cada día son más las celebridades que exponen lo difícil que es ser una y pertenecer al grupo selecto de personas que dominan la industria, el estar en el ojo público se vuelve más invasivo y problemático al tener redes sociales y sentir esa vulnerabilidad; el sentido de que cualquiera pueda ofenderte con un comentario, incluso sin tener redes y sólo buscar su nombre para ver desplegados esos tabloides o notas comentando el cambio en el cuerpo o una mala pose en un evento.

Todo esto no es único de esta nueva década ya que cuando no existían las redes sociales, aún estaban los paparazzis y los medios acosando a las celebridades, incluso siendo menores de edad: tal es el caso de Mary-Kate y Ashley Olsen, mejor conocidas como las Gemelas Olsen, quienes ahora dominan la industria de la moda desde la comodidad de su privacidad.

La fama juvenil y una infancia inexistente

Las gemelas Olsen nacieron el 13 de junio de 1986 en California. Son hijas de Jarnette y David, quienes trabajaban de administradora personal y vendedor de bienes raíces, respectivamente, y los cuales les dieron un hermano mayor de nombre Trent, quien también fue actor por un menor tiempo y una hermana menor que ellas llamada Elizabeth, ahora mejor conocida por sus roles en películas como Godzilla, Silent House o diversas películas de Marvel como Wanda Maximoff.  

Ambas fueron llevadas a audiciones para diversos roles y en una industria en la que lo único que detiene la explotación infantil es el dinero perdido de las multas y la mala fama que brinda eso, resulta muy conveniente tener a dos personas iguales que puedan hacer el mismo rol sin ser considerado explotación,por lo que, al audicionar para la serie televisiva Full House, quedaron con el papel de la hija menor del viudo, llamada Michelle. Las hermanas, con tan solo 9 meses, comenzaron a actuar, ya que la serie comenzó a ser transmitida en septiembre de 1987 y finalizó en mayo de 1995, ocho años después.

Durante los ocho años de rodaje se cuenta que el ambiente en el que vivían era muy experimentado para su edad, ya que las personas en el set eran en su mayoría adultas e inclusive si trataban de comportarse, no era sencillo que las infantes pasaran las cosas desapercibidas; además, ambas trabajaban extensas horas y estudiaban a la vez, sin tener oportunidad de desarrollarse como lo que eran: infantes. 

Sus padres eran los encargados de sus contratos, sin embargo, con la popularidad de la serie y por supuesto de las hermanas, ambos decidieron que necesitaban un manager que contribuyó más a la explotación de ambas al sacar mercancía de las hermanas y hacerlas audicionar para otros papeles. También se tomó la decisión de crear una compañía productora llamada Dualstar en 1992 y pudieron obtener ganancias hasta 2004. Con su propia productora comenzaron en el cine a los seis años y para cuando tenían dieciocho ya habían grabado 16 películas, 8 series, 2 realities y alrededor de dos decenas de episodios de su serie animada, además de vender otros productos y aparecer en diversas revistas. Durante su adolescencia, se estimó que ambas valían alrededor de 137 millones, de los cuales en entrevistas revelaron que ganaban 200 dólares al mes para todos sus gastos en el mes y nunca pudieron ver el fruto de su trabajo hasta que fueron mayores.

Las hermanas crecieron en el ojo público y fueron víctimas de los paparazzis, de los medios y del acoso cibernético de diversos medios y personas. Un ejemplo cruel de ello fue la cuenta regresiva que se creó en internet para cuando fuera legal “acostarse” con las hermanas. Varias veces se les preguntaba sobre sus romances, además de catalogarlas como la buena (Ashley) y la mala (Mary-Kate). Muchas veces se especuló acerca de problemas de drogas acerca de la hermana rebelde y ambas acaparaban los titulares con escandalosas y -en su mayoría- falsas noticias. 

Adolescencia y la huída del ojo público

Las hermanas dejaron de salir juntas en películas a partir del 2004, fue ahí cuando Mary Kate decidió seguir actuando en un par de películas pero finalmente decidió pedir ayuda para su trastorno alimenticio, trastorno que ya se había estado especulando en los medios. Este momento fue muy difícil para ambas por la situación y todos los comentarios en las redes y en los medios digitales e impresos.

Cuando Mary-Kate salió de rehabilitación, la dupla decidió asentarse en Nueva York para estudiar en la Universidad y finalmente vivir una vida más tranquila, aunque un año después decidieron salirse y ya para 2006, ambas dieron la noticia de que comenzarían con su línea de ropa, comenzando con colaboraciones con Wal-Mart con una marca llamada Elizabeth & James (que es el primer nombre de su hermano), para después seguir con The Row.

Acerca de The Row y la actualidad 

The Row como marca es un concepto totalmente diferente a lo que se esperaría de las dos y ha ido evolucionando pero manteniendo el estilo boho que las caracterizó desde pequeñas. Después del acoso de los medios, ambas decidieron alejarse de cualquier reflector, incluído el de un estudio televisivo o de cine, cualquier cosa que pudiera alterar a Hollywood para irse en su contra, definitivamente estaba lejos de ser considerado para ellas una opción viable de trabajo.

Por ello, ambas se refugiaron en diseñar prendas que pudieran reflejar su creatividad (Mary-Kate) y aplicar la logística en ello (Ashley). Muy rara vez se les puede ver en apariciones públicas y en las que deciden hacer acto de presencia, son simplemente para promocionar su marca o una nueva colección, en la MET Gala o en algún día de la Fashion Week. 

Es en demasía comprensible la decisión que tomaron ambas ya que el acoso de los medios fue algo insoportable, incluso si se ha crecido en el ojo público o se está acostumbrado a ello, no termina justificando el odio y los comentarios denigrantes de personas notoriamente mayores y maduras, ya que, si bien en algún momento llegaron a ser adultas, la crítica hacia el cuerpo de ambas y su desarrollo —sobre todo con Mary Kate— no empezó cuando pudieron ser conscientes de lo que decían, sino, desde que se transmitió el primer episodio.

De igual manera, el hecho de ser explotadas en su infancia sin poder decidir si querían trabajar en ello o no es un gran factor, ya que hicieron de eso toda su vida. Mary Kate ha declarado varias veces que no le desearía su infancia a nadie y mucho menos porque decía sentirse como si fuera un producto de la industria, tal como un mono que servía únicamente para entretener. 

No cabe duda de que si ambas no hubieran tenido esa trayectoria en el mundo infantil, no serían las grandes diseñadoras que hoy podemos elogiar en las pasarelas o quizá hubieran tomado otro camino en el diseño, sin embargo, ¿a qué coste tenemos a una gran marca que además de ser un refugio se ha convertido en un referente? ¿vale la pena los 500 millones que ahora valen en conjunto? 

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