¿Por qué debería importarnos la historia de la moda este 8 de marzo?

Columna por Rossebanks

“La moda y el feminismo están estrechamente relacionados, no podemos pretender que ese vínculo no existe, ya que ha sido históricamente una herramienta para la opresión de las mujeres, pero también puede ser utilizada como una forma de empoderamiento y expresión individual”.


La moda y el feminismo están relacionados de varias maneras y no lo sabemos. No es casualidad que las protestas también se vean en las pasarelas o en premiaciones, pero este día nos enfocaremos en las mujeres, en cómo históricamente han logrado, con lo que pensamos que es una simple prenda, protestar y emancipar sus decisiones y posturas políticas para una sociedad más justa para todas. 

La ropa a través de la historia como forma de protesta

La moda, definida en este contexto como un conjunto de tendencias o forma de llevar ciertas prendas, ha sido una de las diversas formas en la que las mujeres han sido históricamente oprimidas y subyugadas. Muchas veces, por no decir siempre o en su totalidad, las normas de la moda han sido impuestas por los hombres y han dictado lo que las mujeres deben usar y cómo deben verse. Esto ha llevado a la sociedad y a las mujeres mismas a que se ajusten a ciertos estándares de belleza y estilo, lo que puede ser limitante y restringente hacia una libertad de expresión y desarrollo de la propia personalidad.

Hablando más específicamente de una lucha social como lo es el feminismo, este ha influido en la moda (en las personas que la crean, diseñan, patronan) a inspirar la creación de ropa que no se ajusta a los estereotipos de género y que desafía las expectativas de lo que una mujer  “debe” usar. Muchas diseñadoras, no necesariamente aliadas del movimiento pero acorde con sus creencias y vivencias, han creado ropa que celebra la diversidad del cuerpo y desafía los estándares convencionales de belleza. 

Esto no sucede únicamente a través de patrones o nuevas medidas al mostrar que existe una diversidad de cuerpos infinitos y que ninguno es mejor que otro. También se protesta a través de implementación de patrones o colores en ciertas prendas, en conceptos o estampados, inclusive en el uso de un color específico que se supone, no debería ir en esa temporada del año.

Este tipo de movimientos e ideologías plasmadas a través de la ropa y la moda son una forma de expresión y activismo que ha ganado popularidad en los últimos años como una constante lucha que ya resuena y llama la atención por sí misma, pero eso no significa que desde antes no se haya buscado esa trasgresión de ideas a través de “retazos de tela” o “simples accesorios”. Siempre se ha tratado de utilizar la ropa como una forma de comunicar un mensaje y promover la igualdad de género y la justicia social, no sólo de lucir bien con lo que sea.

Una forma común de protesta feminista a través de la moda es mediante la creación de camisetas y sudaderas con mensajes feministas y empoderadores. Estas prendas a menudo presentan frases y eslóganes Al usar estas prendas, las personas pueden expresar su solidaridad con el movimiento feminista y promover la conciencia sobre los temas de género, pero esa es la forma más obvia de protesta.

Cabe aclarar que por ser la forma más obvia y clara, no significa que no tenga validez o sea trascendente, sólo que debemos de entender que son muy pocas las marcas de high fashion que han hecho ese tipo de demandas sociales con estampados; muchas veces esto se considera muy explícito y se busca que sea más trascendente que un logo, algo que la gente que no esté enterada o empatizada con las ideas o convicciones, aún pueda usar, ya que recordemos que el objetivo siempre es vender, al menos en la industria más cimentada.

Sin embargo, otra manera en la que el estilo y las prendas se ha utilizado con este fin, es mediante la creación de prendas que se adaptan a todas las formas y tallas de cuerpo, no hablamos de la unitalla, ya que esa es una talla cero inclusiva para gente arriba de talla M. Hablamos de la inclusión de modelos de diferentes tamaños y formas en los desfiles de moda, también es una forma de desafiar las normas de belleza estereotipadas y promover la diversidad.

Este tipo de acciones en masa, logran, que como ya vimos en artículos pasados, se pueda crear ese parámetro de lo decente y si bien una cancelación al menos no es lo suficientemente efectiva (o a veces llevada a lo correcto), las personas ya saben qué es lo que quieren consumir y sin quererlo, saber en dónde se sienten más cómodas de hacer una compra.

Además, el movimiento de la moda sostenible y ética se ha vuelto popular en los últimos años y se ha visibilizado que no sólo existe una corriente de pensamiento en cuestión de la “misma lucha”; esta busca reducir el impacto ambiental y social negativo de la industria de la moda, que a menudo tiene un impacto desproporcionado en las mujeres trabajadoras en todo el mundo, dejándonos en claro que la moda y la ropa pueden ser herramientas poderosas para la protesta (no sólo feminista) y el activismo, al permitir que las personas se expresen, desafíen las normas de género y promuevan la igualdad y la justicia social.

No es únicamente por los cánones

Esta lucha ha llevado a una mayor conciencia sobre la explotación de las trabajadoras de la industria de la moda, que a menudo son mujeres de países en desarrollo. Las mujeres pertenecientes a esta ideología han abogado por un enfoque más justo y ético para la moda, incluyendo la eliminación del trabajo forzado, el trabajo infantil y el pago justo por el trabajo.

Recordemos que uno de los movimientos más fuertes de esta protesta, comenzó en las fábricas de Nueva York, y que una de los establecimientos de la fecha para el Día Internacional de la Mujer, también conocido como el Día de la Mujer Trabajadora, se recuerda cada año el 8 de marzo debido a la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos y la justicia social.

Este día se remonta a principios del siglo XX, cuando las mujeres en Europa y América del Norte comenzaron a exigir el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y el fin de la discriminación de género. En 1908, más de 15,000 mujeres marcharon por las calles de Nueva York exigiendo mejores salarios, derechos políticos y el fin de la explotación laboral.

Cuando la moda y el feminismo están estrechamente relacionados, no podemos pretender que ese vínculo no existe, ya que ha sido históricamente una herramienta para la opresión de las mujeres, pero también puede ser utilizada como una forma de empoderamiento y expresión individual. El feminismo ha tenido un impacto en la moda al inspirar la creación de ropa más inclusiva y ética, pero también a realzar la diversidad de luchas que existen en torno a un mismo tema.

Recordemos que la lucha feminista tiene diversos flancos, ya que incluso si todas las personas que luchan por las injusticias que se tienen sólo por el hecho de ser nacidas bajo un estereotipo, no a todas se les implementan los mismos cánones, es por ello que las demandas sociales tienden a ser muy diversas, ya que todas las mujeres sufren opresión o violencia, sólo que a veces no es la misma o no con la misma intensidad; esto no hace a una lucha menos válida que a la otra, esto sólo hace que visibilicemos más el problema desde diversas perspectivas y nos abramos más a ver cómo cada mujer protesta desde sus vivencias y formas creativas, porque el arte también es una forma de resistir.

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