Posible autorretrato de Vermeer oculto en una de sus primeras obras


La tecnología de rayos X ha revelado que un hombre oculto en el fondo de ‘Una doncella dormida’ sostiene un pincel


Conservadores del Metropolitan Museum of Art han empezado a centrarse de nuevo en La doncella dormida (ca. 1656-57), de Johannes Vermeer, un cuadro de una mujer durmiendo la siesta en el que antes había un hombre a su lado. No es ningún secreto que pintó sobre la figura.

Ahora, nuevas investigaciones han revelado que la figura oculta parece ser un artista, empuñando un pincel frente a un caballete. El hombre representa –probablemente– un autorretrato de Vermeer.

Se utilizó tecnología de fluorescencia de rayos X para examinar el cuadro, lo que condujo al fascinante descubrimiento. Con esta nueva información, los historiadores del arte pueden interpretar el cuadro de nuevas maneras, como preguntarse por qué Vermeer parece pintarse a sí mismo antes de transformar el retrato en un marco de ventana.

Dorothy Mahon y Silvia Centeno detallaron estos hallazgos en el simposio en una presentación titulada A Maid Asleep and Study of a Young Woman: Recent Findings From Imaging and Chemical Analysis (Una doncella dormida y el estudio de una mujer joven: Hallazgos Recientes de Imágenes y Análisis Químicos).

Nos complace que nuestra investigación en curso haya revelado más información sobre el hombre pintado en el fondo de Una doncella dormida, dijeron Mahon y Centeno en una declaración. La cartografía XRF y las imágenes técnicas han demostrado ser un paso adelante en el estudio de las obras de arte con el objetivo de aportar más comprensión a las intenciones del artista y al significado de las pinturas. Esperamos seguir estudiando ésta y las demás pinturas de Vermeer de la colección del Met.

The Art Newspaper ha sugerido que Vermeer podría haber estado influido por el artista local Nicolaes Maes, que incluyó un sutil autorretrato en su cuadro The naughty drummer (El tamborilero travieso), justo un año antes. Si Vermeer se inspiró en Maes, esto confirmaría la sospecha de que el artista oculto es efectivamente el pintor.

Si el artista basó su autorretrato oculto en su reflejo -e incluyó espejos en otros cuadros y se sabe que poseía uno, según el inventario de su casa a su muerte-, eso podría significar que el cuadro no representa realmente a una criada, sino a una modelo del artista que se ha quedado dormida mientras posaba.

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