Dejando de lado el título de “la hija de Diego Rivera”, esta mujer escribió su propia historia en la cultura mexicana.

Este personaje de la cultura mexicana falleció este domingo 15 de enero, a los 98 años de edad. Académica, legisladora, escritora, historiadora del arte, entre otros, Guadalupe Rivera Marín se posicionó en el mundo del arte y realizó cambios necesarios en su estructura. 

Utilizó su posición privilegiada al ser hija del matrimonio entré el muralista Diego Rivera y la escritora Guadalupe “Lupe” Marín.  La ex-legisladora era la promotora principal del trabajo de su padre. De tal grado que en el 2000 creó la Fundación Diego Rivera y se encargó de dirigirla hasta su muerte. 

Como parte del amor que le tenía a su padre, la historiadora retrata su vida con el pintor en sus distintos libros, tales como: “Un río, dos Riveras” (1989), “Encuentros con Diego Rivera” (1993), “Las Fiestas de Frida y Diego: Recuerdos y Recetas”(1994) y “Diego el Rojo” (1997). 

Dejando de lado el título de “la hija de Diego Rivera”, esta mujer escribió su propia historia en la cultura mexicana. Estudió distintas carreras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como; Administración Pública, Derecho, Relaciones Internacionales y Economía. Su tesis “La Propiedad Territorial en México” (1983), expone las problemáticas sobre la tenencia territorial en México. 

Su interés en la política fue amplio y trabajo para crear una carrera política que sumara a las acciones por mejorar la ciudad. Fue miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y desde esta posición ejerció tres veces como diputada federal, una senaduría, y entre 1989-1998 se convirtió en la titular de Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM)

Tanto la Secretaría de Cultura, el Museo de Arte e Historia de Guanajuato, amigos, agentes e instituciones culturales, lamentan la muerte de este gran personaje mexicano.