El Museo de Ámsterdam ha desvelado su reciente adquisición del Portaestandarte, un cuadro de 1636 que el Museo del Louvre no pudo adquirir.

El jueves, el Rijksmuseum de Ámsterdam desveló su reciente adquisición del Portaestandarte de Rembrandt, que en su día fue objeto de disputa entre París y La Haya antes de ser comprado por los Países Bajos por 175 millones de euros. Antiguamente propiedad de la familia Rothschild, el cuadro de 1636 fue declarado “Tesoro Nacional” por Francia cuando se puso a la venta, por lo que se prohibió su exportación.

Sin embargo, el Louvre renunció a su derecho de compra de la obra, al no poder reunir fondos suficientes. El Rijksmuseum la adquirió a principios de 2022. El Estado neerlandés contribuyó a la compra con 150 millones de euros, mientras que la Fundación Rembrandt y el Fondo del Rijksmuseum aportaron quince y diez millones de euros, respectivamente.

La obra había estado en manos de coleccionistas privados durante varios siglos, entre ellos la familia Rothschild, que la poseía desde 1844.

“Es una celebración. No es un regreso a nuestras raíces, es realmente una fiesta de inauguración para Rembrandt, que vuelve a casa después de casi 400 años”, afirmó Taco Dibbits, director del Rijksmuseum, cuando el Portaestandarte fue instalado en el museo de Ámsterdam.

El autorretrato del maestro, que pintó cuando tenía treinta años, le muestra en uniforme de miliciano, y cuelga junto a su famosa Ronda de noche en la galería principal del Rijksmuseum.

El Parlamento holandés aprobó la compra del cuadro en enero de 2022. La mayoría de los grupos políticos coincidieron con el Gobierno en que el cuadro es una valiosa adición a la colección pública de arte neerlandesa. Pero varios partidos expresaron reservas sobre el momento de la compra, mientras que muchos en el sector cultural se mostraron preocupados por las medidas sanitarias.

Considerado por el Gobierno holandés “una de las obras maestras absolutas de Rembrandt” e “indisolublemente ligado a la historia de los Países Bajos”, el cuadro, antes de ingresar en el Rijksmuseum, ha estado en préstamo en varios museos de los Países Bajos durante los últimos doce meses.